Desde los tiempos de Felipe González, cada vez que el PSOE se ha visto contra las cuerdas debido al mal resultado en las encuestas, o acosado por casos de corrupción, ha recurrido a construcciones dialécticas para presentarse como víctima, descalificar a sus críticos o asaltar la imaginación de sus seguidores.
Desde el "vendaval antidemocrático" anunciado por Alfonso Guerra al "sindicato del crimen", acuñado por Juan Luis Cebrián y formado por periodistas que buscaban la verdad sobre los asesinatos de los GAL.
Hoy estos monstruos vuelven a tomar forma en el discurso oficial del Gobierno: son los "cenáculos de señores con puros" o "poderes invisibles" (en la aportación de Zapatero), que niegan al presidente Pedro Sánchez sus méritos e intentan desalojarle de la Moncloa con artes oscuras.
1. Los "gusanos goebbelianos"
El presidente Felipe González comenzaba a acumular polémicas y escándalos en su segundo mandato. La prensa más incisiva —como el Diario 16 de Pedro J. Ramirez o el diario ABC dirigido por Luis María Anson— cuestionaban su forma autoritaria de gobernar.
Durante la celebración del XXXI Congreso Federal del PSOE, un domingo 24 de enero de 1988, Felipe González decidió desquitarse calificando de “gusanos goebbelianos” a los responsables de la prensa crítica. Equiparaba así la labor de los periodistas a la del ministro de Propaganda del régimen nazi Joseph Goebbels. Le expresión hizo las delicias de los columnistas de opinión, que vivían una auténtica edad dorada de la prensa.
2. El "vendaval antidemocrático"
Hoy apenas habría provocado un escándalo. El entonces vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, regresaba a España un 3 de abril de 1988 tras disfrutar las vacaciones de Semana Santa en Portugal. Debido a las largas colas de vehículos que esperaban para tomar el ferry hasta Ayamonte (Huelva), Guerra decidió retroceder y solicitó un Mystère del Ejército del Aire para regresar a España.
Después de que algunos medios y diputados de la oposición como Nicolás Sartorius (IU) le afearan este privilegio, Alfonso Guerra se lamentó del "vendaval antidemocrático que otros han agitado en estos días" con el objetivo de desprestigiar las instituciones, aseguró. Recurriendo a la hipérbole, Guerra sugería que quienes criticaban su actuación en realidad querían acabar con la democracia.
3. El 'sindicato del crimen'
Lo peor estaba por llegar. Primero Diario 16 y luego el diario El Mundo, habían comenzado a sacar a la luz los detalles más escabrosos de los crímenes del GAL, mientas el Gobierno de Felipe González negaba cualquier implicación.
Durante su intervención ante la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) celebrada en Madrid en 1992, el consejero delegado de Prisa, Juan Luis Cebrián, acuñó el término "sindicato del crimen" para referirse al grupo de periodistas que, en torno a Pedro J. Ramírez, Antonio Herrero y Luis Maria Anson, habían elevado el listón de la crítica y exigido responsabilidades por los asesinatos y secuestros perpetrados por los GAL.
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Dos años después, en el verano de 1994, estos comunicadores fundaron la Asociación de Escritores y Periodistas Independientes (AEPI), a la que se sumaron personalidades como el Nobel Camilo José Cela (en calidad de presidente), Francisco Umbral, Manolo Martín Ferrán, Antonio Gala, Federico Jiménez Losantos, Luis del Olmo, Pablo Sebastián y Julián Lago.
4. La 'pinza'
La virulencia de los ataques del Gobierno contra los medios y la oposición hizo que, durante el último mandato de Felipe González, el PP de José María Aznar y la IU de Julio Anguita a menudo sumaran fuerzas para denunciar los excesos del Gobierno. Nacía así "la pinza", el término que utilizó al PSOE para descalificar a ambos partidos.
Años después, González llevaría esta fórmula hasta el extremo, en un mitin celebrado en Don Benito (Badajoz) en la campaña de las elecciones autonómicas y europeas del 13 de junio de 1999. "No es igual la izquierda que la derecha. Lo que sí es lo mismo son Aznar y Anguita, que es la misma mierda, eso sí que es igual", entonó. Horas después, se vio obligado a pedir disculpas por este exceso en otro acto del PSOE.
5. El dóberman
La corrupción y las revelaciones periodísticas sobre los crímenes del GAL pondrían fin a casi 14 años de Gobierno de Felipe González. Pero el PSOE no estaba dispuesto a soltar la presa del poder tan fácilmente.
En la campaña de las elecciones generales del 3 de marzo de 1996, los socialistas difundieron un vídeo electoral con tintes tenebrosos, por el que desfilaban los rostros de José María Aznar y Francisco Álvarez Cascos, entre imágenes subliminales: unas manos manejando los hilos de una marioneta y un mastín lanzando dentelladas.
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"La derecha no cree en este país, nada les parece bien, miran al pasado y se oponen al progreso. Por eso para la mayoría la derecha no es la solución, es el problema", rezaba el spot electoral, antes de dar paso al logotipo del PSOE con el lema "España en positivo", sobre un fondo rojo hiriente. José María Aznar ganó aquellas elecciones, aunque sin la mayoría suficiente para gobernar en solitario, por lo que tuvo que recurrir al Pacto del Majestic con CiU.
6. La "conspiración republicana"
El diario El País desveló en febrero de 1998 la existencia de una "conspiración republicana" encabezada por Antonio García-Trevijano y el banquero Mario Conde. Los periodistas que habían sacado a la luz los crímenes del GAL pretendían, en realidad, derribar la Monarquía para colocar a García-Trevijano como presidente de la III República, según la nueva teoría de la conspiración descubierta por el diario del Grupo Prisa.
7. Los "señores con puros"
Tras la derrota del PSOE en las elecciones andaluzas del 13-J, ha regresado la teoría de la conspiración. En sucesivas entrevistas, el presidente Pedro Sánchez ha advertido de los "poderes oscuros" y sus "terminales mediáticas" que quieren verle fuera de la Moncloa.
Luego ha dado otra vuelta de tuerca a esta tesis al referirse, en una entrevista en La Sexta, a los "cenáculos de la típica villa de Madrid de los señores con puro" que tratan de liquidarle difundiendo rumores, según los cuales Sánchez "se quiere ir porque va a perder las elecciones".
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero ha echado más leña al fuego al asegurar que él también ha detectado poderes «visibles e invisibles» que quieren acabar con este Gobierno, cuya gestión económica califica de "sobresaliente".