Cuando la semana pasada, los socios parlamentarios del Gobierno tomaron la misma iniciativa que el Partido Popular, todos los ojos se volvieron a Unidas Podemos. Sobre todo los del PSOE. De los representantes morados depende que Pedro Sánchez y Fernando Grande-Marlaska tengan que dar explicaciones al Pleno del Congreso sobre la tragedia del 24 de junio ante la verja de Melilla, y el lado socialistas del Gobierno está presionando al ala minoritaria morada para que no fuercen esas comparecencias.
Tanto Pablo Echenique, primero, como Ione Belarra, después, han hablado de "horror" e incluso han pedido "una investigación independiente" por los 23 muertos, según las cifras oficiales, 37 según las de las ONG, tras la represión de las autoridades de Marruecos en un asalto a la frontera.
Pero ambos responden con evasivas la pregunta clave: ¿Harán comparecer a Sánchez? "Estamos seguros de que dará las explicaciones voluntaria y pertinentemente".
Han pasado casi dos semanas y esas explicaciones no han llegado. De modo que este miércoles, Unidas Podemos ha dado un paso más, dejando clara la incomodidad que le supone formar parte de un Ejecutivo que "utiliza palabras dignas de la ultraderecha para hablar sobre la inmigración".
Esas declaraciones son de Echenique, cuyo grupo se ha sumado este miércoles a ERC, Bildu, Más País, Compromís, la CUP y el BNG (e incluso a la disidente morada, María Pita) para pedir una comisión de investigación al Congreso.
La iniciativa tiene, tanto como las comparecencias de Sánchez y Marlaska, los votos para salir adelante: toda la oposición y todos los socios del PSOE lo quieren. Ahora, falta saber si será el PP el que vote a favor de investigar o será Unidas Podemos el que apoye la exigencia de explicaciones al presidente impulsada por los de Alberto Núñez Feijóo.
¿Qué ocurrió?
Marlaska lleva más de un año sin comparecer en la Comisión de Interior del Congreso, como ya informó este diario. Y fuentes gubernamentales socialistas indican a EL ESPAÑOL que "no hay que saltarse pasos, primero debe hablar el ministro responsable y, después, ver si hace falta que comparezca el presidente". Según este miembro del Ejecutivo, "el PP tiene mucha prisa por achacarle todo a Sánchez".
...pero no es sólo el Partido Popular.
La Comisión Europea consideró primero "muy grave la muerte de personas en las fronteras de Europa" y, una semana después, ya con la información completa, pidió "una investigación" sobre lo ocurrido. El Parlamento Europeo también fue eco de resonancia de la "inaceptable" gestión del asalto.
Algo parecido le pasó al presidente del Gobierno, pero sólo en que su primera reacción -"un asunto bien resuelto"- hubo de ser corregida. El presidente no ha impulsado ninguna investigación y ni siquiera ha puesto en duda la actuación de la Gendarmería marroquí en Nador, junto a la valla de Melilla: "Hay que ponerse en la piel de los agentes de Marruecos, ellos también sufren la violencia del asalto, y lo hacen para defender las fronteras de España".
[Videoblog - "Bien resuelto": dos palabras que van a perseguir a Sánchez]
Hace una semana, también el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se mostró "consternado por la violencia en la frontera entre Nador y Melilla". Según defendió, "el uso de la fuerza excesiva es inaceptable, y los derechos humanos y la dignidad de las personas que se desplazan deben ser prioritarios para los países".
Unas declaraciones que casaban perfectamente con las que hizo el portavoz de la ONU. Stéphane Dujarric aseguró que los dos países responsables de la verja hicieron un uso "excesivo" de la fuerza y pidió que se abriese una investigación.
Nadie del Gobierno español ha dicho que le parezca mal que al día siguiente ya se estuvieran cavando fosas en el cementerio de Nador. Ni que los datos no cuadren.
Tampoco se ha elevado queja alguna por que los fallecidos fueran enterrados sin haberles practicado la autopsia. Ni por que ya haya comenzado el juicio a los supuestos líderes de la mafia que llevó a los subsaharianos a la frontera, apenas una semana después de los hechos, de manera sumaria y sin posibilidad de recabar pruebas.
Desde el Ejecutivo no se ha mostrado preocupación a cuenta de que decenas de los detenidos hayan sido trasladados en autobuses a cientos de kilómetros. Ni se han comentado sus palabras que, a pesar de todo, han logrado hacer llegar a medios españoles: "Veníamos de Sudán, lo hicimos por nuestra cuenta, nadie nos trajo, no hay tráfico de seres humanos en este caso".
"Que no pase nadie"
El presidente español, de hecho, llegó a decir que los agentes de Rabat actuaron "en colaboración con los españoles". A la vista de la tragedia, con una treintena de muertos, asociaciones de guardias civiles y sindicatos policiales mostraron su disgusto. Y fuentes consultadas recuerdan que "hubo 53 agentes españoles heridos", lamentando la poca sensibilidad del Gobierno con ellos.
Precisamente, las mismas fuentes citadas señalan que "hubo orden de que en los días de la Cumbre de la OTAN no pasara nadie". Y añaden que la indicación se trasladó a las autoridades marroquíes, que se habrían extralimitado trágicamente. Y que ahí podría estar la explicación de la respuesta tan fría del presidente, Pedro Sánchez.
Desde el viraje inesperado, el pasado marzo, de la política exterior española respecto al Sáhara, Unidas Podemos se ha mostrado frontalmente en desacuerdo con cada paso que ha dado Moncloa relacionado con este asunto.
Impulsaron la votación en el Congreso para reprobar la decisión -el mismo día en el que Sánchez era recibido por Mohamed VI en Rabat- y ahora firman un documento que señala directamente de "pasividad y/o colaboración de los agentes de policía nacional española ante la incursión" de los marroquíes en territorio nacional español, "contraviniendo la legislación internacional".