Yolanda Díaz, contra las "grandes empresas y los súper ricos"... "Esto no va de siglas, va de querernos"

Reivindicar la política, sin políticos ni siglas, y ocultando cualquier rastro de Podemos. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha desvelado este viernes el secreto de su proyecto Sumar, en un talk show presentado por la monologuista Nerea Pérez de las Heras ante cerca de 5.000 personas (según los organizadores).

Yolanda Díaz ha presentado en el Matadero de Madrid su "movimiento ciudadano" con el que se propone recorrer España durante los próximos meses para "diseñar el país de la próxima década" y firmar "un nuevo contrato democrático social".

"Yo sólo soy una pieza más", ha dicho con modestia, "el protagonismo es de todas vosotras, y si vosotros queréis yo me sumo. Aquí cabe todo el mundo con dos condiciones", ha añadido: "que vayamos al pensamiento del nuevo país con generosidad y con enormes dosis de ternura".

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Durante su intervención, ha cargado contra las compañías eléctricas, las grandes corporaciones y los súper ricos. Y ha prometido "ensanchar la democracia, para que llegue a los impuestos, a la economía y a Europa".

"Esto no va de siglas", ha insistido, "sumar no va de esto. Va de inteligencias colectivas, de pensar un país mejor. Necesitamos pacienci9a, inteligencia, cariño, pensarnos bien, querernos".

Adiós a las "distopías"

"Estamos hartas de distopías, no queremos distopías, queremos ser felices", ha dicho la ministra de Trabajo, recurriendo al tono de charla motivacional. Ha reivindicado con nostalgia los tiempos de la pandemia, en los que éramos "un país mejor" porque salíamos a aplaudir a los sanitarios desde el balcón a las 8 de la tarde.

Y ha reconocido que siente "miedo" al pensar qué habría pasado si le hubiera tocado a la derecha gestionar la pandemia. En realidad lo hizo, desde el gobierno de buena parte de las comunidades autónomas, responsables de gestionar la sanidad. 

"No es comprensible que un autónomo pague más impuestos que una gran corporación tecnológica", ha dicho la ministra de Trabajo, "no es justo que las grandes eléctricas se forren a costa de 5 millones de pobres energéticos".

"No es justo que el 80% del Impuesto de la Renta esté soportado por los trabajadores", ha continuado en clave social, "las grandes corporaciones que facturan más de 1.000 millones tributan al 3%. Eso no es un país justo. La democracia tiene que llegar a las empresas, a los impuestos".

Apenas ningún rostro visible de Unidas Podemos ha estado presente en el acto, después de que las ministras Ione Belarra e Irene Montero explicaran que Yolanda Díaz les ha pedido expresamente que no asistieran a la presentación de Sumar.

Tampoco han acudido tres de las apuestas personales de Yolanda Díaz: la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ni Mónica García (Más País), ni la exvicepresidenta de la Generalitat valenciana Mónica Oltra (quien dimitió del cargo hace dos semanas, tras ser imputada por encubrir presuntamente los abusos sexuales de su exmarido a una menor). 

Sólo han burlado la invisibilización de Unidas Podemos Juan Carlos Monedero (sentado en primera fila), Txema Guijarro y el secretario de Estado de Agenda 2030 y secretario general del PCE, Enrique Santiago. De hecho, los principales líderes del partido morado (desde Pablo Iglesias a Echenique y Monedero) han guardado durante toda la jornada un absoluto silencio sobre este acto. 

En cambio, sí han estado presentes, entre el público, el exconcejal de Ahora Madrid Carlos Sánchez Mato y varios cargos de Compromís (Isaura Navarro), los independentistas baleares de Més (Marian Capello) y Verdes-Equo (Paula Espinosa).

Juan Carlos Monedero, sentado en primera fila entre el publico.

Como ya hiciera con la plataforma Por Andalucía, Yolanda Díaz intenta sumar a su proyecto a Más País, el partido de Íñigo Errejón, que ha estado representado por la diputada andaluza Esperanza Gómez.

El escenario elegido por la ministra de Trabajo no podía ser más emblemático, el antiguo Matadero de Legazpi, convertido por Manuela Carmena en un centro cultural. El ambiente era el de la fiesta multicultural del PCE de la Casa de Campo, en la era post Carmena, con la expectación ante el alumbramiento del nuevo espacio político a la izquierda de la izquierda del PSOE.