El Rey Felipe VI ha pedido este domingo mantener vivo el Espíritu de Ermua, que fue decisivo para derrotar al terrorismo tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, porque nos recuerda cada día "el valor de la paz, la vida, la libertad y la democracia".
El Monarca ha pronunciado estas palabras durante el acto institucional de homenaje a Miguel Ángel Blanco organizado por el Ayuntamiento de Eremua, en el 25 aniversario de su asesinato por terroristas de ETA.
El acto ha contado también con las intervenciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el lehendakari Íñigo Urkullu; el alcalde de Ermua, el socialista Juan Carlos Abascal; y Mari Mar Blanco, hermana del edil asesinado y presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco.
En su discurso, Felipe VI ha realizado una emocionada crónica de las tres jornadas que cambiaron España, desde que miembros de la banda terrorista secuestraron a Miguel Ángel Blanco, el 10 de julio de 1997, hasta que, dos días después, abandonaron su cuerpo tras descerrajarle dos disparos mortales en la cabeza. El edil del PP fallecería pocas horas después, en el hospital, por las heridas recibidas.
Durante aquellas tres jornadas, ha recordado el Rey con emoción, "todos queríamos detener el reloj, siempre hubo esperanza. Ante la sinrazón de lo que estaba sucediendo, sólo podíamos acogernos a ella".
Una sociedad "cansada, exhausta, harta del terror y el miedo", ha relatado, se echó a la calle, primero en Ermua y luego en el resto de ciudades de España, para exigir a los terroristas la liberación de Miguel Ángel Blanco.
Se sucedieron las concentraciones en todo el país con "un mensaje inequívoco y unánime" frente a los terroristas. "Nadie quería volver a su casa, nadie podía hacerlo", ha dicho el monarca, "el sufrimiento de aquellos momentos era tal que se hizo colectivo. Las vigilias seguían iluminando la noche".
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La tarde del sábado 12 de julio, ha añadió, "fue la peor, la del nudo en la garganta y el escalofrío, cuando el reloj se paró y la amenaza se cumplió".
"No se había atendido nuestro clamor", ha dicho Felipe VI con la voz quebrada, "los asesinos no lo dudaron, no tuvieron ni compasión, ni piedad ni dignidad. Sólo crueldad, vileza y frialdad".
Los terroristas habían abandonado el cuerpo de Miguel Ángel Blanco, maniatado y herido de muerte, en un descampado del municipio de Lasarte-Oria, en Guipúzcoa. Al conocer la noticia, ha señalado Felipe VI, por toda España se extendió un profundo sentimiento de "dolor, rabia, impotencia, incredulidad".
"Esa madrugada", ha evocado el Rey en su discurso, "cientos de velas continuaban iluminando Ermua. Finalmente se confirmó lo más duro, imposible de asimilar, el frágil hilo de vida se había quebrado".
"Se hizo la oscuridad"
"Hasta el último momento quisimos creer que no podía ocurrir, los deseamos con todas nuestras fuerzas, y de nuevo se hizo la oscuridad", ha añadido. Los médicos certificaron la muerte de Miguel Ángel Blanco a las 5 de la madrugada del sábado, 13 de julio, en el Hospital Nuestra Señora de Aránzazu, al que había sido trasladado.
Pero de la conmoción que recorrió toda España, ha destacado, surgió el Espíritu de Ermua como una gran movilización cívica frente al terror: "Ermua ─su espíritu─, fue uno de los momentos más relevantes que marcaron para ETA el camino hacia su final".
"Ese punto de inflexión, triste y desolador", ha agregado el monarca, "nos ha traído hasta aquí. El espíritu de Ermua es la victoria de la conciencia colectiva de todo nuestro pueblo; es la victoria de la dignidad y de la moral frente al miedo y al terror".
Por ello ha considerado necesario mantener vivo el Espíritu de Ermua, el reconocimiento a las víctimas del terrorismo y el recuerdo de su sufrimiento.
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"No nos podemos permitir que haya generaciones que ignoren lo que pasó en esos dolorosos días de nuestra historia"; ha dicho el monarca, "que no sepan cómo y por qué unió nuestra conciencia colectiva; que desconozcan algo que también contribuyó a asentar nuestra convivencia o el masivo movimiento que hubo en España tras un asesinato que marcó tanto nuestra vida democrática".
Tras las intervenciones en el polideportivo Miguel Ángel Blanco, los asistentes se han desplazado hasta el monolito a las Víctimas situado en el Parque de San Pelayo para realizar una ofrenda floral en recuerdo al edil.
No obstante, después de que su tumba fuera profanada, los restos de Miguel Ángel Blanco fueron trasladados al cementerio de la población gallega de Faramontaos, donde hoy descansa junto a sus padres, fallecidos en 2020.
Entre las personalidades presentes en el acto se encuentran la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y los presidentes nacionales del PP, Alberto Núñez Feijóo, y de Ciudadanos, Inés Arrimadas. En cambio, no ha acudido el expresidente José María Aznar, que si participó el sábado en la clausura de la Escuela de Verano Miguel Ángel Blanco, organizada por el PP en Ermua.
En dicho acto, Feijóo anunció su voluntad de derogar la Ley de Memoria Democrática que el PSOE ha pactado con Bildu: "Ni es memoria ni es democrática, se trata de un episodio indigno de nuestra democracia", señaló.
En representación del Gobierno vasco, además del lehendakari, Iñigo Urkullu, han estado presentes en el homenaje de este domingo los dos vicelehendakaris, Josu Erkoreka e Idoia Mendia; la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal; el consejero de Planificación Territorial, Vivienda y Transportes, Iñaki Arriola, y el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado.
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Entre otros dirigentes del PSE-EE, han acudido a Ermua varios miembros de su Comisión Ejecutiva del PSE-EE, como su secretario general, Eneko Andueza, José Ignacio Asensio, Miguel Ángel Morales y Cristina González. También ha estado presente en el acto el lehendakari Patxi López.
En cambio, Sortu ha decidido no acudir a Ermua por considerar que será "un homenaje a la monarquía española y a las Fuerzas Armadas españolas". Tampoco ha esta presente ningún representante de Vox, al entender que se tata de un "falso homenaje a víctimas de ETA junto a los blanqueadores de ETA y junto a los socios gubernamentales de Bildu".