Nacho Álvarez (Madrid, 1977) es secretario de Estado de Derechos Sociales. Pero, más aún, es el verdadero cerebro económico de Podemos y el negociador de los próximos Presupuestos Generales del Estado (PGE). Como lo fue de los dos anteriores, enviando papeles, tachando números y armándose de paciencia con María Jesús Montero.
Es un economista de pocas palabras, menos discursos y muchos números, y por eso sostiene que "los discursos como el del Debate de la Nación no pueden quedarse en papel mojado", como advertencia a Pedro Sánchez.
Si se le pregunta por el gasto en Defensa, responde con las inversiones en Sanidad; y si se le piden tres medidas imprescindibles para que haya acuerdo, se refugia en "fortalecer a las pequeñas y medianas empresas, proteger a las familias vulnerables y usar la transición energética para reindustrializar el país".
...hasta ahí, poca divergencia con el PSOE.
Pero los socialistas no han atendido la exigencia de Unidas Podemos de incluir un nuevo delito en el Código Penal para blindar los nuevos impuestos a la banca y las energéticas. Y Podemos considera "condición imprescindible" esta reforma del Código Penal para firmar la Proposición de Ley que el presidente confirmó que iría esta semana al Congreso.
"Hay que impedir de forma efectiva la posibilidad de repercutir los nuevos impuestos sobre los precios que pagan los consumidores", responde Álvarez, sin entrar al choque político. No es su papel, ni quiere enredarse en polémicas públicas que entorpezcan su objetivo principal: "El escenario es incierto para el año que viene y, precisamente por eso, hay que seguir protegiendo a las familias y a las empresas más vulnerables".
¿Protección o recortes?
Es decir, ¿más dinero, más deuda, más techo de gasto? "Lo que no puede ser", aclara, "es que el presidente diga una cosa en el Congreso, delante de todos, y la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, proclame lo contrario, que se ha acabado la fiesta y que vienen los recortes".
Calviño es la bestia negra de Podemos. Y muchos de sus dirigentes la atacan de frente, casi en lo personal: "Burócrata de la ortodoxia", "caballo de Troya de Bruselas", "ministra de derechas del Gobierno de coalición progresista"...
Álvarez, por su parte, prefiere "ir a los hechos" y, por eso, se queda en las palabras que ponen cara a los números: "Si el PSOE quiere Presupuestos del año que viene, en el que hay quien ya anticipa que habrá una recesión, hay dos patas que son claves: una, contener la inflación; y la otra, hay que olvidarse de la austeridad y apostar por la fortaleza fiscal para proteger a la gente".
"Si Sánchez se cree lo que anunció en el Debate, Calviño no puede decir que 'se acabó la fiesta' y vienen recortes"
El despacho de Álvarez está cerca del de su jefa, Ione Belarra, que lo es por partida doble: en Podemos y en el Ministerio. Desde allí atiende a EL ESPAÑOL, en una de las pocas ocasiones en que ha permitido una entrevista política en un medio escrito. Su trayectoria casi siempre se ha desarrollado a la sombra. Da más conferencias que mítines y hace más números que discursos.
Techo de gasto
Es secretario de Economía de Podemos, y redacta la parte económica de los programas electorales de la formación morada. Llegó a dimitir de su cargo durante la etapa convulsa del enfrentamiento entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, y finalmente se reintegró en el órgano ejecutivo de Podemos tras Vistalegre II. Lleva compaginando sus responsabilidades orgánicas con las del Ministerio desde enero de 2020, ya que Belarra lo ratificó en todos sus puestos.
Es decir, es quizás de los viejos del lugar en Podemos. En poco más de un mes, la ministra de Hacienda, dura y hábil en el intercambio de tomas y dacas, ya ha contactado con Álvarez para terminar de perfilar el techo de gasto, que irá este martes al Consejo de Ministros, si no hay sorpresas de última hora.
Podemos -es decir, él- reclama que no se baje y vuelva a ser récord, como los dos últimos años, ya que las reglas fiscales de la UE siguen suspendidas.
Después, tras un agosto en el que todo el Gobierno evaluará la evolución de las medidas lanzadas contra la inflación desbocada al 10,2%, llegará lo duro de la negociación.
Montero se sentará a discutir con Álvarez reforzada como vicesecretaria general del PSOE. Pero a este economista, un tipo de poquísimos gestos, eso no le mueve un músculo. Ya tiene claro su argumentario, las líneas rojas y lo que ha de pasar "sí o sí" para que Pedro Sánchez cierre una legislatura completa con cuentas públicas "en tiempo y forma".
Tope al gas... y más
Le preguntamos a Nacho Álvarez si ésas son las medidas clave, que no se acabe con el año el "giro a la izquierda" del presidente: los impuestos extraordinarios anunciados por Sánchez, a la gran banca y a las energéticas, que pretenden recaudar 7.000 millones en total, en dos años. No sabe cómo se han hecho esas cuentas y dice seguir a la espera de ver el texto elaborado en Hacienda, y por eso no quiere responder a la pregunta de si es realista la cifra.
"Lo que no puede ser es que pase lo que es tan habitual con Sánchez", espeta recordando a Iván Redondo y su teoría de "salvar la semana". Para el economista jefe de Podemos, "el presidente debe demostrar en los Presupuestos que se cree su discurso del Debate, que no va a ser flor de un día". Es decir, que las medidas de protección a la ciudadanía "sean permanentes".
Entonces, ¿lo del tren gratis? ¿Lo del refuerzo de las becas? ¿Los impuestos mismos? "Eso lo dejamos para la mesa de negociación. Serán esas medidas u otras, pero hay que paliar los efectos de la inflación en las capas populares, si no la podemos bajar".
Cree que habría opciones de hacerlo, reducir el IPC, y plantea que la experiencia de la "excepción ibérica", es decir, el tope al gas, puede ser un ejemplo de lo que se puede hacer en otros sectores. Y reniega de la receta del PP de bajar impuestos, "menos en este momento".
De hecho, cree que ya es la hora de que el PSOE cumpla con el pacto de coalición y aborde la "siempre postergada reforma fiscal".
¿Subir los impuestos, ahora que sube la inflación sin control? "La recaudación va muy bien, y se está usando para financiar las medidas que ya están en marcha", explica. Pero, añade, "las grandes empresas ya han recuperado sus beneficios previos a la Covid, mientras que los trabajadores y pensionistas están perdiendo poder adquisitivo... así que la cosa no es subir impuestos, sino a quién".
Cuando se le piden detalles, remite al documento que recoge el programa de gobierno de la coalición.
Y cuando uno insiste, introduce menos argumentos para hablar de "un tipo mayor en el IRPF a las grandes rentas" que para explicar el por qué es necesario que el tipo efectivo de Sociedades sea "realmente de un suelo del 15% para todas las grandes empresas", ya que la reforma que las "desfiscalizó con el Gobierno del PP no se ha revertido".
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos