Desde el estallido del llamado caso Pegasus todo se le ha torcido al Gobierno. Ya venía desequilibrado de la imparable inflación y de repente, Esquerra dejó de ser un socio fiel en el Congreso y puso en peligro la misma estabilidad de la legislatura. "Se ha perdido toda la confianza", afirmaban fuentes republicanas en el congreso y el entorno del president Pere Aragonès.
Pero lo cierto es que "nunca se perdió el contacto, y se siguió trabajando para recuperar los puentes". Tanto es así que desde entonces, en abril, hasta ahora, un cambio muy significativo ha "facilitado las cosas": Hacienda ha cumplido la primera gran exigencia de ERC de cara a los Presupuestos de 2023: se ha triplicado el margen de déficit de las autonomías.
En aquel mes de abril, el Gobierno de España mandó su Plan de Estabilidad a Bruselas. Es una especie de esbozo de las cuentas públicas del año siguiente, en la que cada Ejecutivo de los Veintisiete dibuja un esqueleto de cuentas públicas para que la Comisión Europea haga sus comentarios y recomendaciones... e incluso bosqueje sus previsiones de política macroeconómica.
En aquel documento, el Ministerio de Hacienda asignó un margen de déficit a las Comunidades Autónomas del 0,1% para el año 2023. Para la Administración General del Estado, se asignó un 3,4%; para los Ayuntamientos, un superávit del 0,2%; y para la Seguridad Social un déficit del 0,6%.
"Ellos nos pidieron que cambiáramos ese margen", revela una fuente del Gobierno en conversación con este diario, "y eso es lo que hemos hecho". Efectivamente, el techo de gasto que se aprobó este martes en el Consejo de Ministros cambiaba las cifras y le asignaba un déficit del 0,3% a las Comunidades Autónomas.
"Propuestas concretas"
"Nos pidieron más margen, y la diferencia la asumirá el Gobierno, que hará un esfuerzo aún mayor para paliar la inflación y las consecuencias de la guerra".
Con este movimiento se suavizó la postura de Esquerra, precisamente, en la víspera de la reunión de la Mesa de diálogo, negociación y pacto. Este miércoles, en la sede del Ministerio de Presidencia, se reúnen las delegaciones del Gobierno de España y del Govern de Cataluña.
Según lo acordado por Félix Bolaños y Laura Vilagrà, primero, y por Pedro Sánchez y Pere Aragonès, después, aún debería reunirse otra vez la Mesa a la vuelta del verano. Así quedó cerrado en la "metodología" que cerraron el ministro y la consejera el pasado 8 de julio.
Es de esperar que Moncloa "haga alguna propuesta concreta sobre desjudicialización", explican fuentes del Govern.
La posibilidad de que, entre esas ideas, aparezca el abordaje de una reforma del Código Penal para rebajar las penas del delito de sedición, como viene reclamando el mismo Oriol Junqueras, líder de Esquerra condenado e indultado por el procés, fue enfriada por Moncloa este martes "por falta de mayorías". Pero desde ERC se insiste en que "los votos están" y que sólo falta "voluntad política".
De un lado, Félix Bolaños, Yolanda Díaz, Miquel Iceta e Isabel Rodríguez. Del otro, aún no se ha confirmado qué representantes participarán, además de Laura Vilagrà, consejera de Presidencia. Pero lo que sí se sabe es que todos serán de ERC, y no acudirá ninguno de los consejeros de Junts per Catalunya, el socio minoritario de la Generalitat.
Todo relacionado
Y así se confirma que, aunque ambos Ejecutivos insistan en que "cada asunto lleva su curso" y un déficit mayor no es un logro para la Mesa, "lo cierto es que esto ha facilitado las cosas y se está recuperando el ambiente de confianza", tal como reconocía un ministro a este periódico.
El Gobierno ha elevado esas dos décimas la llamada "tasa de referencia" de las CCAA, según un comunicado de Hacienda, "para permitirles más capacidad de gasto en los servicios públicos". La reducción del gasto es adjudicada por la Administración Central, "que asume el mayor coste de la crisis derivada de la invasión de Ucrania".
Moncloa disfruta por tercer año consecutivo de "un techo de gasto récord", como presumió la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, gracias a la suspensión de las reglas fiscales de la Unión Europea. En todo caso, dijo, esto supone que "no existen objetivos de estabilidad", pero recordó a todas las administraciones que "lo que no desaparece es la responsabilidad".
La previsión del Gobierno es que el déficit del conjunto de las Administraciones Públicas se sitúe en 2023 en el 3,9% del PIB, frente al 5% de 2022. Pero sobre todo, la previsión de Moncloa es que de esta reunión de la Mesa salgan "acuerdos tangibles y concretos" que facilite el diálogo entre las dos partes, acerquen el acuerdo para los Presupuestos Generales de 2023... y permitan a Pedro Sánchez "llegar hasta el final de la legislatura".
"Somos optimistas con los Presupuestos", afirman fuentes del Gobierno, "y más tras este primer paso dado, a petición de ERC", que significa un gesto de entendimiento.
Fuentes de la Generalitat, consultadas por este periódico, decían seguir a la espera de qué acuerdos se puedan alcanzar en la Mesa, para hacer un diagnóstico de "si se ha recuperado o no la confianza". Y recuerdan que en dos años largos, ésta es sólo la tercera reunión de estas características y que "el objetivo es abordar el conflicto político, y ponerle soluciones, no reunirse por la foto y nada más".
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