Apenas unos meses después de que el principal partido de la oposición sufriera la mayor crisis institucional de su historia, que desembocó en la caída de Pablo Casado, las heridas no sólo han quedado cerradas. La unidad que exhibe ahora el Partido Popular, junto a otros factores, ya tiene su traslación más directa en la demoscopia: todos los sondeos (hasta el CIS) sitúan a Feijóo liderando el podio.
Con este panorama, el presidente de la formación despide este jueves el curso político con un balance que se anticipa al de Pedro Sánchez —el suyo se prevé el viernes— y en el que incidirá en los motivos que han propiciado esta situación de ventaja sobre su principal contrincante.
Desde Génova, ven imparable el cambio de ciclo y argumentan que el vuelco se debe a la "ruptura emocional entre el PSOE y la clase media", principal granero de votos.
Alberto Núñez Feijóo pronuncia un discurso en la plaza de la Marina —a las puertas del Senado, dado que ocupa un escaño en esta Cámara—, con el que va a escenificar su imagen más institucional. En línea con lo exhibido desde que asumiera su mandato en abril de este año, sin grandes estridencias ni alharacas.
Sin barones
De hecho, no se esperan caras del mundo empresarial o incluso grandes representantes del partido, máxime cuando tres barones regionales (Alfonso Fernández Mañueco, Alfonso Rueda y Juanma Moreno) se encuentran reunidos con Sánchez en la Moncloa.
El acto será, sobre todo, "un análisis en profundidad del contexto político actual", desvelan fuentes populares a EL ESPAÑOL. El líder de la oposición, por lo tanto, hará un recorrido por los principales hitos del curso desde que arrancara en septiembre hasta ahora.
Estos son, entre otros, la reciente aprobación de la Ley de Memoria Democrática en el Congreso, la crisis diplomática con Argelia y Marruecos o los propios pactos que el presidente del Gobierno ha consolidado con Esquerra o Bildu. Para muestra, los frutos de la reciente reunión de la Mesa de diálogo.
Aunque el dirigente popular, durante su arenga, también sacará a relucir otras cuestiones como la situación económica, con el IPC por encima del doble dígito; las divisiones en Moncloa o la última remodelación en la Ejecutiva de Ferraz.
Crítica al Gobierno
De esta forma, Feijóo mantiene su perfil crítico contra lo que califica como "el peor Gobierno en el peor momento posible". Desde el gabinete del gallego recuerdan, en referencia a las alianzas "indecorosas" del jefe del Gobierno, que en este curso Sánchez ha pactado la Ley de Memoria con Bildu y la reforma del CGPJ con ERC.
Sobre estos hechos cimentará sus reproches el presidente popular, que interpreta que el último giro de guion del PSOE, escorándose a la izquierda para neutralizar a Yolanda Díaz, termina de allanar el terreno al PP por el centro para ganar las próximas generales.
"Feijóo está en disposición de llegar a la presidencia del Gobierno en cuanto se convoquen elecciones", afirman con total rotundidad en Génova. Los populares interpretan que su rival ha entrado en una espiral de la que difícilmente podrá salir.
Por otro lado, el líder de la oposición —admiten desde su entorno— también va a recordar los recientes cambios en la dirección nacional del PSOE, poniendo el énfasis en que "Sánchez cada vez que pierde elecciones entrega las cabezas de sus colaboradores".
Un asunto relacionado con otro punto sobre el que Feijóo ha construido su oposición a Sánchez y en el que pondrá el acento, la latente división en el seno de la Moncloa, con unas relaciones rotas aun entre propios miembros del Consejo de Ministros.
División en Moncloa
"Bolaños y Robles no se soportan. El PSOE va cayendo, hay un Gobierno con competencia interna que hace que Sánchez se dedique más a marcar a Yolanda Díaz que a los problemas de los españoles", resumen a EL ESPAÑOL fuentes populares para enmarcar la crítica.
Así las cosas, los conservadores consideran que Ferraz ha renunciado al centro para contrarrestar, por la izquierda, el tirón electoral de la vicepresidenta segunda. Todo esto, según exponen, ha propiciado una "ruptura emocional de la clase media" —mayoritaria en España— "con el PSOE" que catapulta directamente a Feijóo al éxito.
De ahí el vuelco que las encuestas vienen confirmando cada vez con más rotundidad. Sin embargo, Feijóo tampoco quiere dar la imagen de que la partida está ganada. Más bien, al contrario.
Aunque los populares son conocedores de un crecimiento demoscópico que les "satisface", recuerdan miembros del partido que desde el desembarco de Feijóo no se ha vuelto a comentar una encuesta, por beneficiosa que sea, en las redes sociales oficiales del PP. Esto, al parecer, obedece a la premisa de "tener los pies en el suelo".
La era Casado
Hay que recordar que, si bien el Partido Popular vive un momento dulce, con los sondeos a favor y tras la histórica victoria de Juanma Moreno en las andaluzas, la situación era diametralmente opuesta hace relativamente poco.
Es más, la abrupta salida de la anterior dirección y el abandono de la política de Casado será un asunto que Feijóo también aborde en su balance. Aunque lo hará de puntillas.
Únicamente valorará que a día de hoy en el PP hay estabilidad "con unidad interna". Contraponiendo que quien ahora tiene un problema de marca es el PSOE, que acusa la inestabilidad del Gobierno.
Por último y sobre el tono que adopte el presidente popular, su entorno matiza que no habrá "una competición de insultos" a la hora de confrontar en lo ideológico. Pero sí una "disidencia educada".
Una estrategia en la que Feijóo ha centrado su apuesta desde que decidiera dar el salto a la política nacional y en la que confía para el recorrido que resta hasta llegar a la meta: las generales de 2023.
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