"Entregada en cuerpo y alma a Andalucía". Esa fue la frase utilizada por Macarena Olona y su entorno para acallar cualquier rumor de que la entonces candidata de Vox a la Junta de Andalucía podía regresar a Madrid si los planes no iban según lo previsto.
Al poco tiempo de confirmarse su nombramiento por parte de la dirección nacional del partido en Madrid, surgieron problemáticas que hicieron temer por el futuro de la alicantina en la política andaluza. Entre otras, un polémico y sonoro empadronamiento en la localidad granadina de Salobreña.
Pero, por activa y por pasiva, Olona terminó convenciendo al personal de que su viaje a Sevilla no tenía ticket de vuelta. Ahora, y tras quedar relegada a la oposición con un papel irrelevante, ha anunciado no sólo que deja la portavocía del grupo en la cámara autonómica, sino que abandona la política de forma definitiva.
La ya exdirigente política ha esgrimido "prescripción médica incompatible con la exposición mediática". Una situación personal que cobra sentido cuando se acude a la hemeroteca de la reciente campaña para las andaluzas. Aunque ahora parezca lejana en el tiempo.
Durante las semanas previas a la cita con las urnas, Olona fue protagonista por un comportamiento desconcertante para muchos. Especialmente para los miembros de su partido, que no entendían algunas decisiones extrañas. Por ejemplo, cancelar un desayuno informativo de peso apenas días antes por "cuestiones de agenda".
Campaña sin actos
Un argumento al que también recurrieron desde su equipo para eludir otros encuentros, como entrevistas en medios de comunicación. Aunque lo más llamativo fue la decisión, en un momento dado, de despejar toda la agenda de la aspirante tras el primer debate televisivo. Sin ningún acto. E incluso viajando a Madrid de forma inesperada y reiterada.
Tras recibir numerosas críticas, en el equipo de campaña de Vox decidieron improvisar una agenda de visitas puntuales. Aunque en ocasiones sin convocar a la prensa para protagonizar los llamados canutazos, en los que los políticos suelen exponer sus propuestas.
Ahora, la afectada en cuestión ha arrojado luz sobre los citados episodios. En su carta de despedida ha reconocido que consiguió acabar la campaña andaluza gracias al "esfuerzo de todo el partido" que se adaptó a sus "necesidades", protegiendo su "intimidad".
Macarena Olona, tras reunirse con Santiago Abascal, ha anunciado que deja la política por "razones médicas ajenas" a su voluntad. Sin desvelar el tipo de dolencia que padece, ha reconocido que debe afrontar "un importante reto personal que, por prescripción médica, es incompatible con la exposición mediática que Andalucía merece".
Posibles fricciones
Su salida reverbera la teoría de que en los últimos meses se había enfriado la relación entre uno de los mayores activos de Vox y la dirección del partido. Lo que, añadido a un problema de salud, habría llevado a Olona a dejar la política. Aunque hay voces discordantes sobre este aspecto.
Cierto es que la apuesta para unas elecciones trascendentales, en sí, fue arriesgada. Y opuesta a la exitosa fórmula de Castilla y León, donde el candidato fue un desconocido que ahora ocupa la vicepresidencia de la región.
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Tan altas eran las expectativa fijadas por el presidente de Vox, Santiago Abascal, que llegó a afirmar que a Macarena Olona se le estaba poniendo "cara de presidenta" antes de nombrarla candidata. Aunque en el seno de la formación sabían que eso era inalcanzable.
Aunque sí veían a su candidata ocupando un sillón en el Consejo de Gobierno como número dos de Juanma Moreno. Marcando la agenda de la comunidad más poblada de España y, sobre todo, construyendo el discurso de que Vox es un partido que está preparado para gobernar. Mensaje clave para consolidar el proyecto político.
Voces discordantes
Durante los días previos a las andaluzas, desde la formación en Andalucía no niegan a EL ESPAÑOL que Abacascal y Olona tuvieran "rifirrafes", sobre todo por el contenido de la campaña. Pero descartan que haya habido una crisis o guerra interna como especulan, precisamente, otras fuentes del partido de menor autoridad.
Estas últimas personas admiten que "las presiones desde Madrid" empezaron, sobre todo, "tras los malos resultados electorales". Cabe destacar que entre los miembros de Vox en la región, según cuentan, hubo una porra sobre si "Macarena Olona se comía los polvorones en Andalucía", especulando sobre su futuro.
También relatan a este periódico esas mismas fuentes que ella se empezó a "sentir incómoda" cuando le cortaron comunicación con Bambú, sede de Vox en la capital madrileña, y "le pusieron un filtro".
Llegados a este punto, las citadas voces interpretan su marcha como "lo mejor que ha podido pasar". Consideran que su paso por la política autonómica "no ha servido para nada" y que el partido ha quedado roto a "nivel interno y externo".
Por otro lado, creen que gente valiosa o "de prestigio" que podría dar un paso al frente, ahora se lo va a replantear. Aunque hay quienes únicamene ponen el foco en el vacío que deja Olona "a diez meses de las municipales".
Tema esotérico
En su momento, este periódico relató el malestar que habían trasladado los máximos dirigentes de Vox a su candidata por excederse de confianza, no pisar la calle, no seguir el argumentario y no respetar a Abascal en la campaña. Ahora, personas cercanas al presidente nacional del partido, también en conversaciones con EL ESPAÑOL, admiten que la marcha de Olona es un tema "esotérico".
Indican que un detonante que ha podido llevar a la exportavoz andaluza a tomar una decisión tan drástica -sin obviar la salud- habría sido el nombramiento fallido de Coco Robatto, persona de su máxima confianza, como senador por designación autonómica.
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Finalmente, por una cuestión de paridad del Parlamento, ha sido la cordobesa Pepa Millán quien ha ocupado esa responsabilidad. Aunque también hay quienes niegan que este tema haya provocado conflicto.
Lo que sí está claro es que a prácticamente todos los dirigentes del partido, salvo Santiago Abascal, ha pillado por sorpresa la decisión. Desde que comunicara, vía Twitter, su renuncia, no han dejado de sucederse muestras de agradecimiento y cariño.
Desenlace inesperado
Nadie esperaba este desenlace. Sobre todo cuando Olona ya contaba con una vivienda en alquiler en la capital andaluza y había matriculado a su hijo en un colegio sevillano para el próximo curso escolar. Una declaración de intenciones con sus planes a futuro.
Para muchos de su partido, sus comportamientos en campaña han cobrado sentido tras la explicación que ha ofrecido la también Abogada del Estado con las explicaciones que ha dado: "La campaña fue rara y ahora se están atando cabos", dicen sus colegas, que reconocen, por ejemplo, la visible delgadez que exhibía en las últimas semanas.
Aunque las puertas del partido, tal y como ha expresado Abascal, se han quedado abiertas para que Olona vuelva cuando quiera, ella lo ha descartado. Lo primero, claro está, es superar este trance. Y después, el tiempo dirá si se reincorpora —como ha anunciado— al cuerpo de Abogados del Estado, o sigue en Vox.