Macarena Olona anunció que abandonaba la política por "razones médicas ajenas" a su "voluntad" el viernes pasado, hace justo una semana. Desde entonces nada ha trascendido sobre su estado de salud.
El hermetismo en torno a este asunto no ha evitado que en sectores de Vox se atribuya su salida a "motivos políticos", además de a los expresados oficialmente, tal y como ha podido conocer EL ESPAÑOL en fuentes de la formación.
En concreto hablan de un "pulso político entre ella y los jefes", y el poco interés de la alicantina "por quedarse en Andalucía" en las condiciones que tenía.
Personas cercanas al presidente de Vox dicen que la verdad del caso sólo la conocen "Santiago Abascal, la propia Olona y Kiko Méndez-Monasterio", ideólogo del partido, pero no niegan las disputas internas. "La verdad del caso está en esa esfera y no acaba de salir de ahí", señalan.
Las fuentes consultadas recuerdan que Olona había quedado en una situación muy frágil, y no sólo por la irrelevancia de Vox en el Parlamento andaluz tras la mayoría absoluta del PP de Juanma Moreno. Sino también por las condiciones económicas, muy inferiores a las del Congreso, y porque tenía que adaptarse a una ciudad desconocida para ella.
Además se "sentía sola" entre los miembros del grupo parlamentario, pues apenas conocía a sus nuevos compañeros. Esa falta de cercanía explica que la exportavoz parlamentaria comunicase a sus colegas la decisión de abandonar la política a través de un mensaje en un grupo de WhatsApp.
Desplazada como líder
Que la sintonía de Olona con la dirección nacional de Vox se había perdido lo demuestra, sobre todo, el hecho de que fuera desplazada como interlocutora en las negociaciones para formar la Mesa del Parlamento andaluz.
En un primer momento fue ella quien lideró las conversaciones, pero Abascal impuso finalmente para este menester a otro diputado, persona de su máxima confianza, Rodrigo Alonso, el presidente del sindicato Solidaridad.
Ahora Vox queda descabezado en Andalucía. Quien suena con más fuerza para liderar el partido en la región es el sevillano Javier Cortés, portavoz adjunto en el Parlamento y una de las primeras personas en apostar por el proyecto en 2015.
El caso Olona ha sacudido a toda la organización. En regiones como la Comunidad Valenciana o el País Vasco dicen que hay que tomar nota de lo ocurrido en Andalucía y evitar recurrir a "una estrella" ajena a la política doméstica como cabeza de lista.
Andalucía, que fue el origen del despegue de Vox, ya que en esa comunidad dio el salto a las instituciones de manera sorpresiva en las autonómicas de 2018, ha supuesto también su primera gran crisis.
[La "afectuosa abstención" de Vox y las manos libres de Moreno abren una nueva etapa en Andalucía]
Pese al crecimiento en número de votos y escaños (Vox ha pasado de 12 a 14 diputados en Andalucía), el desenlace ha llevado a interpretar la estrategia seguida como un fracaso. Cabe recordar que la semana en que se inició la campaña electoral andaluza, los sondeos le pronosticaban no menos de 20 representantes.
Con el nombramiento de Macarena Olona, la dirección del partido llegó a jugar con la posibilidad, incluso, de superar al PP. La realidad ha sido muy distinta: Vox se quedó fuera de la Junta y Olona, que ha sido uno de sus principales activos, ha abandonado el partido.
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos