Una imagen revela que Felipe VI sí se levantó al saber que estaba ante la espada de Bolívar
Podemos basó su campaña contra el Rey en un fragmento de 75 segundos de la toma de posesión de Gustavo Petro como presidente de Colombia.
10 agosto, 2022 00:28Los dirigentes de Podemos difundieron en las redes sociales un vídeo de 75 segundos, correspondiente al acto de toma de posesión de Gustavo Petro, para acusar al Rey Felipe VI de ofender al pueblo colombiano, por permanecer sentado ante la espada de Simón Bolívar.
Sin embargo, la secuencia completa del acto demuestra que, aunque permaneció sentado en un primer momento, el monarca español sí se puso en pie, como el resto de mandatarios internacionales, al conocer que el objeto portado en una urna por cuatro miembros de la Guardia Presidencial era la espada del Libertador.
Toda la campaña desatada por Podemos desde el Gobierno contra el monarca, durante las últimas 48 horas, está basada en una acusación falsa.
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Los principales ministros y dirigentes de Podemos han exigido una disculpa pública de Felipe VI y han reclamado al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que aclare si el Gobierno respalda la ofensa del monarca al pueblo de Colombia.
Entre los invitados al acto se encontraba el fundador de Podemos Juan Carlos Monedero, que fue quien inició esta ofensiva, basándose en una imagen fragmentada de la ceremonia. Monedero ha elevado el tono de la crítica este martes, al acusar al Rey de vulnerar la Constitución.
El acto celebrado en Bogotá estaba precedido por la polémica, pues el presidente saliente, Iván Duque, se había negado autorizar que la reliquia abandonara la Casa de Nariño, sede de la presidencia nacional, para ser exhibida en la ceremonia.
Por ello, fue ya iniciado el acto institucional cuando Gustavo Petro, tras tomar posesión del cargo de presidente, ordenó traer la espada. La ceremonia permaneció suspendida durante varios minutos, hasta que hicieron entrada en la plaza cuatro miembros uniformados de la Guardia Presidencial, portando la espada de Bolívar.
En un primer momento, Felipe VI permaneció sentado, mientras la mayoría de mandatarios internacionales presentes en la tribuna se ponían en pie, porque la exhibición de la reliquia no formaba parte del protocolo que había sido comunicado a la Casa del Rey.
La urna con la espada de Simón Bolívar, custodiada por dos soldados, fue colocada junto a la tribuna desde la que Gustavo Petro pronunciaba su discurso como presidente electo de Colombia.
Una vez concluida su alocución, la Guardia Presidencial volvió a desfilar portando la urna. Y en ese momento, Felipe VI se puso en pie como muestra de respeto, al igual que el resto de mandatarios internacionales, ante la espada de Bolívar. Algo que desmonta la campaña puesta en marcha por los ministros y dirigentes de Podemos.
El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha calificado este martes de "intrascendente" lo ocurrido y se ha mostrado convencido de que las relaciones del nuevo Gobierno de Colombia con España van a ser inmejorables.
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El ministro de Cultura, Miquel Iceta, ha sido más gráfico: "Yo si me pasa una espada por delante no sé si me levantaría o no. Si me han avisado desde protoclo, pues sí", ha dicho a preguntas de los periodistas.
Como ha informado EL ESPAÑOL, ningún político colombiano ha mostrado su malestar por el supuesto agravio de Felipe VI a la espada de Bolívar que denuncia Podemos. Sólo algunos medios digitales de aquel país se ha hecho eco de la polémica, para reflejar los ataques de Podemos y sus socios independentistas (Bildu, ERC y Junts) al monarca.
Algunos medios argentinos han destacado que el presidente de su país, Alberto Fernández, tampoco se levantó ante la espada de Bolívar porque se quedó dormido durante la larga ceremonia, que duró cerca de tres horas.
Ni siquiera se sabe si la espada exhibida en la toma de posesión de Petro es realmente la que utilizó el Libertador. La espada fue robada en 1974 por el movimiento guerrillero M-19 (del que ha sido miembro el propio Gustavo Petro), que la mantuvo oculta durante 17 años y la entregó al Gobierno de Colombia en 1991, tras abandonar su actividad terrorista.