El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, denuncia que la economía española depende cada vez más del gas ruso, debido a la "lamentable" política exterior y energética del Gobierno de Pedro Sánchez.
Mientras el presidente del Gobierno se ha convertido en uno de los líderes europeos más beligerantes frente a Vladímir Putin, al que culpa de la elevada inflación y del deterioro económico, Rusia ha pasado a ser el segundo proveedor de gas a España: ya suministra el 24,4% del gas natural que consume nuestro país.
Feijóo suele reiterar que, ante el inicio de la guerra de Ucrania, España partía de una "posición mejor" respecto a otros países europeos: no dependía energéticamente de Rusia porque "teníamos otros proveedores periféricos de gas a bajo precio", como Argelia.
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Pero "todo esto se ha perdido por la política exterior lamentable" del Gobierno, añade. El pasado mes de junio, Argelia redujo en más de un 50% el gas que vende a España, tras suspender el acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación entre ambos países por la crisis diplomática del Sáhara. Ahora, apostilla Feijóo, "Argelia considera a Sánchez persona non grata", mientras firma nuevos acuerdos comerciales con Francia e Italia.
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Feijóo acaba de anunciar que el PP ya ha comenzado a diseñar su plan energético alternativo al del Gobierno, que incluye medidas para reducir el consumo en las Administraciones públicas, y sólo recomendaciones para el sector privado, de acuerdo con las directrices de la Unión Europea.
El líder del PP, no obstante, considera que, aún más importante que reducir el consumo es aumentar la producción de energía en España, aprovechando todos los recursos disponibles para reducir su precio y garantizar el suministro a los hogares y la industria. Porque si las empresas paran porque no pueden hacer frente a la factura eléctrica, "no hay trabajo, y entonces entramos en la peor espiral posible".
"Centrarse sólo en el ahorro es comprar el marco chantajista de Rusia, que basa en la escasez su estrategia" para debilitar a las economías españolas, recalcó en una rueda de prensa este lunes.
Sánchez rechazó el gasoducto
Al respecto, el líder del PP recuerda todos los errores que, a su juicio, ha cometido el Gobierno de Pedro Sánchez en materia energética desde 2018.
Según enumeró en esta comparecencia, el Gobierno ha promovido el cierre de todas las centrales térmicas (mientras Alemania y Polonia construyen nuevas plantas), ha penalizado la energía hidráulica con nuevas cargas fiscales, ha confirmado el calendario de cierre de las centrales nucleares (mientras Francia se plantea ahora construir 14 nuevos reactores y Japón recupera esta fuente de energía) y ha renunciado al aprovechamiento de residuos forestales, agrícolas y ganaderos en forma de biogás.
El presidente del PP apuntó, además, que la construcción del gasoducto entre España y Francia ya estaba prevista en la planificación de inversiones de la Comisión Europea antes de 2018, pero el Gobierno de Sánchez rechazó el proyecto: sólo ha comenzado a reclamarlo ahora, tras la crisis diplomática con Argelia.
Fuentes del PP advierten de que existe el riesgo de que algunas compañías eléctricas comiencen a congelar sus inversiones en España debido a una política energética del Gobierno errónea, basada exclusivamente en planteamientos ideológicos.
Al respecto, explican que, para el suministro de las centrales nucleares, ahora es preciso comprar uranio con tres años de antelación. Como ya no es posible comprarlo a Rusia, hay que recurrir a otros mercados alternativos como Canadá, Australia y determinadas naciones de África.
Si el Gobierno mantiene el calendario para cerrar las centrales nucleares en 2027, las compañías que las gestionan pueden paralizar pronto la compra de uranio.
Subvencionar el gas a Francia
En cuanto a la energía hidráulica, Feijóo señala que existen sistemas que permiten llenar una y otra vez los pantanos con el mismo agua que se vierte para seguir generando energía en vez de vaciarlos.
El PP mantiene además la petición para que el Gobierno rebaje al 5% el IVA del gas, al igual que se ha hecho con el de la electricidad.
Feijóo cuestiona la "excepción ibérica" arrancada a la Unión Europea por el Ejecutivo, con la que "regalamos millones de euros en ahorro energético a nuestros vecinos franceses: los consumidores españoles ya hemos subvencionado 400 millones de euros a los consumidores franceses, y luego nos lo cobran en la factura energética de cada mes".
"Nunca me oirán decir que reducir ministerios, secretarios de Estado, asesores y controlar de forma decente los viajes en Falcon resuelva todos los problemas", añadió el líder del PP ante las críticas del Gobierno. "Pero sí creo que el Gobierno más caro de la historia democrática tiene muy poca autoridad para pedir a los ciudadanos que se aprieten el cinturón".
Por ello, el plan energético del PP incluye medidas para reducir el consumo energético en las Administraciones públicas. A su juicio, existe mucho margen para conseguirlo en instalaciones gestionadas por los ayuntamientos (colegios, hospitales y alumbrado en las calles, donde sea posible, ha señalado), comunidades autónomas y la Administración central.
En cambio, el Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido imponer las medidas de ahorro energético al sector privado, bajo la amenaza de grandes multas. Feijóo considera un disparate que el Ejecutivo obligue a apagar los escaparates a las 10 de la noche a comercios que siguen abiertos a esa hora en comunidades como Madrid, que tienen libertad de horarios.