Málaga

Sin probaturas, ni lances de recibo. Así ha recibido el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, al nuevo curso político. Durante la junta directiva del PP de Málaga, el candidato a la Moncloa ha asentado los pilares fundamentales del camino que recorrerá hasta llegar a las próximas elecciones generales, fijadas para 2023. 

Así, no ha querido dejar pasar la oportunidad de centrar el foco de la atención en la cuestión energética, uno de los principales temas sobre los que se vertebrará el careo dialéctico que mantendrá con Pedro Sánchez en el Senado próximamente. 

De esta manera, ha catalogado como “uno de los mayores fracasos” el plan energético desarrollado por el Gobierno de la nación: “Ha limitado de forma irresponsable la capacidad de producción energética de España”, ha señalado. 

Como ejemplo, ha apuntado a la potenciación de centrales térmicas por parte de Alemania y Polonia, hidráulicas en Portugal o la apuesta por lo nuclear mientras que “aquí se han dado plazos” para la finalización de su actividad: “Hemos perdido competitividad”.

En este plano, ha incidido en el conflicto con Argelia: “El país que más gas vendía a España en condiciones óptimas ha pasado a hacerlo a Italia, cerrando acuerdos con Francia”, ha asegurado. La consecuencia, en palabras de Feijóo, es clara: “Lo que ha ocurrido internacionalmente ha afectado a la política energética de España”.

El presidente del Partido Popular también ha criticado el anuncio de Sánchez producido ayer, cuando aseguró que le "encantaría" viajar al país africano tras recibir el apoyo de Alemania en la interconexión gasística: “Debería haber ido antes de tener un problema, y no ahora para solucionar algo que él ha creado”. 

Feijóo ha insistido en que el aumento de los costes energéticos cuestionan la viabilidad de España, afectando a sectores como la producción de acero o cerámica: “La única solución que se le ocurre al Gobierno, en contra del reglamento de la UE, es obligar a los ciudadanos y comerciantes a apagar escaparates y a la broma sobre si ponernos o no la corbata. Es evidente que esto no tiene ningún sentido”. 

Misma calificación que ha usado para señalar las relaciones comerciales con Rusia respecto a la adquisición de gas: “Antes de la guerra de Ucrania, nosotros comprábamos a Argelia y Alemania a Rusia; ahora ocurre al revés. Es la política energética al revés”. 

Esta circunstancia, sumada al aumento de los costes por la subida del IPC, son algunas de las muestras que, según Feijóo, constatan que España está peor ahora que el 1 de julio: “Los problemas no se van de vacaciones. Si no los atajamos, subirán”, ha afirmado. 

Durante su discurso, Núñez Feijóo ha señalado el “momento de incertidumbre” en el que se encuentra el país, señalando al Gobierno por su “incapacidad” de hacer frente a la situación: “No está concebido para gestionar una crisis, sino para resistir en el ejecutivo. Eso no es gobernar; se necesita una tripulación y un capitán distinto para navegar en mar picado”. 

“En agosto nos han insultado mucho, diría que muchísimo. Las descalificaciones a mi persona las acepto porque son el deporte favorito de nacionalistas, socialistas y podemitas en Galicia. Y cuanto más lo hacían, más me votaban”, ha afirmado, al tiempo que ha añadido que, si “necesitan 22 ministros” para ello es porque “no tienen mucho que hacer”: “No acepto que lo hagan maquillando la realidad en la que viven los españoles”, ha abundado.

La inflación, el empleo, el riesgo de desaceleración económica o la probabilidad de afrontar un otoño e invierno “duros”. Esos son algunos de los retos a los que el líder Popular se ha referido durante su intervención: “Nos tildaron de catastrofistas”, ha incidido. “Siempre hacen lo mismo: desprecian todo lo que diga el PP, niegan la realidad y, cuando se convierte en verdad, llegan tarde a buscar soluciones que deberíamos tener preparadas desde hace meses”.

Ha pedido a Sánchez que dé ejemplo, y que no pida esfuerzo a la población al tiempo que tiene el gobierno “más caro de la democracia”. “Todas estas cosas quiero debatirlas en el Senado, y agradezco que venga a hablar. Primero dijo que no, luego que sí y ahora que solo un poco. Pero aunque sea solo un poco, tengo mucho interés en decirle lo que opino y cuáles son las propuestas. Durante ese tiempo, a lo mejor podemos hablar de España sin insultar a nadie”, ha destacado.  

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