Las tensas relaciones políticas y diplomáticas entre España y los países del norte de África están provocando un bloqueo en las operaciones de retorno de los inmigrantes llegados a nuestras costas en situación irregular y sin papeles. En lo que va de año 2022, las devoluciones a sus países de origen no pasan del 5% de media.
Tomando como referencia los datos oficiales publicados hasta el 31 de agosto -último informe del Ministerio del Interior-, eso significa que de los 19.007 inmigrantes llegados a España por vía marítima y terrestre en 2022, sólo se habrían retornado a unas 900 personas. "Todo lo que entra se queda, los países emisores se niegan a aceptar a sus nacionales de vuelta", denuncian fuentes policiales.
Así lo explican, con datos en la mano, agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil desplegados en las regiones afectadas, además de las ONG que trabajan con las personas migrantes.
"Están bloqueadas prácticamente todas las devoluciones con países subsaharianos, como Senegal, Costa de Marfil o la República de Guinea", afirman, "y con Marruecos y Argelia, que son los principales emisores, alrededor del 60%, cada vez cuesta más que acepten el retorno de sus nacionales".
Sin embargo, fuentes oficiales del Ministerio de Fernando Grande-Marlaska insisten en lo contrario. Alegan que "la colaboración con Marruecos", país en el que se centran los esfuerzos y, sobre todo, la comunicación, "no ha dejado de ser buena, incluso en los peores momentos de la crisis diplomática", desatada tras el asalto a Ceuta de más de 10.000 personas, en mayo de 2021.
Es más, en el caso de Argelia, añaden que este Gobierno no causa una preocupación especial, ya que "nunca ha utilizado la cuestión migratoria para presionar políticamente". Y que la colaboración en origen, con los países de emisión y tránsito, "evita el 40% de las salidas". Lo que significa, destacan, "no sólo un 40% menos de llegadas, sino un 40% menos de vidas puestas en riesgo".
Aun así, lo cierto es que los informes oficiales que manejan las fuentes policiales, resultan "alarmantes" si se comparan con los de años anteriores. Por ejemplo, recuerdan que cuando gobernaba otro presidente socialista, con José Luis Rodríguez Zapatero en Moncloa, se llegó a un 40% de retornos.
"Efecto llamada"
Las fuentes rechazan atribuir este bloqueo a una decisión política explícita, sino a una priorización de recursos -lo que coincidiría con las alegaciones de Interior-, y a la consiguiente "falta de inversión" en la partida de retornos: "No sólo hay que pagar los traslados, hay que pagar a los países de origen para que acepten las operaciones de devolución", recuerdan.
Lo que han detectado los agentes en el terreno es un paulatino descenso en las repatriaciones con Argelia, sobre todo, a partir de la suspensión unilateral del Tratado de Amistad y la retirada del embajador, como consecuencia del viraje del Gobierno de Pedro Sánchez en su posición sobre el Sáhara Occidental.
Otras fuentes policiales cercanas a Interior responden que "en los últimos meses, se han aumentado los canales de retorno, especialmente con Marruecos, Senegal y Mauritania". Pero no ofrecen datos que lo corroboren. De hecho, personal sobre el terreno asegura a este periódico que en las últimas semanas de agosto "siguieron llegando migrantes y no hubo una sola operación de devolución".
En los últimos meses, el Partido Popular se ha interesado por el estancamiento de las devoluciones. Según fuentes de la formación de Alberto Núñez Feijóo, "la inmigración irregular siempre va a existir, pero esta política es clave para desalentar a los aspirantes... si ven que su vecino, que hizo el viaje, es regresado".
En opinión de los populares, el estancamiento "es un auténtico efecto llamada para más inmigración". Y acusan al Ejecutivo de Pedro Sánchez de ser el causante de esta situación "por su errática e inexplicable política exterior en el Magreb".
Datos oficiales elocuentes
El PP ha presentado, en los últimos meses, varios requerimientos de información, numerosas peticiones de comparecencia del ministro ante el Congreso, y preguntas por escrito para poder corroborar estas denuncias. Según las fuentes consultadas en el partido conservador, sólo han recibido una respuesta, en referencia a retornos de migrantes llegados a las costas de las Islas Baleares.
La contestación, a la que ha tenido acceso este periódico, demostraría (curiosamente), tanto las denuncias de las fuentes policiales, como las alegaciones de Interior.
Así, es cierto que en el último año se refleja una considerable bajada de las llegadas: de los 2.167 migrantes arribados en patera en 2021, se ha pasado (en este caso, a 30 de junio) a las 494 personas. La tendencia indica un descenso superior al 50%.
Pero lo cierto es que si en 2019 las devoluciones desde la Comunidad Autónoma de Baleares alcanzaron el 41,9% (190 personas de las 453 desembarcadas de una patera), desde entonces el descenso en los retornos es radical: un 10,2% en el año 2020 (es decir, 146 migrantes de los 1.426 interceptados); un 0,5% en 2021 (sólo 11 de 2.167); y un 1,01% en lo que va de año 2022 (únicamente cinco retornados de 494 llegados).
"Un fenómeno complejo"
"Los retornos forman parte de la política migratoria", explican las fuentes oficiales de Interior. "A aquellas personas que llegan a España de forma irregular, y que no son acreedoras de protección internacional, se les inicia un mecanismo de expulsión que puede finalizar con el retorno a su país de origen".
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Desde la llegada de Marlaska a Interior en 2018, explica uno de sus portavoces, "se aplica la misma política migratoria, que creemos que es la más efectiva". Está sustentada en dos pilares, explica: el primero, "la colaboración con los países de origen y tránsito"; y el segundo, "la lucha contra las mafias que trafican con personas".
Este colaborador del ministro recuerda que los flujos migratorios son "un fenómeno muy complejo y es muy peligroso tratar de reducirlo todo a factores demasiado sencillos en la ecuación". Las redes de trata y tráfico de personas son "un negocio multimillonario que, a nivel mundial, es comparable al narcotráfico".
Ese enfoque se ha desarrollado con numerosas visitas del ministro a estos países y un despliegue creciente de agentes de la Policía y la Guardia Civil. Allí, los funcionarios policiales participan en patrullas conjuntas e implementan programas de formación. pero también colaboran en el despliegue y utilización de material de última tecnología para detectar a las mafias y flujos migratorios en un entorno "extremadamente difícil".
"Efecto salida"
Más allá de las tensiones políticas, fuentes de agencias de cooperación sobre el terreno confirman a este diario que éste es el bautizado como efecto salida.
Estos fenómenos "son también razones añadidas para rechazar los retornos, porque los países emisores prefieren apostar por las posibles remesas que envíen los irregulares desde Europa antes que recibirlos y no poderlos alimentar, por falta de oportunidades laborales y asistenciales".
"Esta política nos llevó a reducir a la mitad las entradas irregulares de 2018 a 2019", defienden en Interior, más allá del bloqueo en los retornos. "La seguiremos aplicando, porque este año estamos en un diferencial de un 10% menos de llegadas respecto a 2021, es un éxito".
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