El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se muestra exultante. Una semana después del cara a cara que mantuvo con el líder de la oposición, Alberto Núñez-Feijóo, en el Senado, ha anunciado ante sus diputados y senadores que "habrá más debates" siguiendo ese formato, sobre todo "visto el resultado".
Desde el Congreso de los Diputados, donde ha encabezado la interparlamentaria del grupo socialista, el jefe del Ejecutivo ha celebrado el éxito de la sesión celebrada la semana pasada, escenificando lo que vienen apuntando desde entonces en su equipo: "Consiguió desmontar a Feijóo".
Este lunes, en el encuentro que ha mantenido con su parroquia, Sánchez ha vuelto a desplegar todo el argumentario para dar la vuelta a las encuestas, con el discurso más progresista.
O lo que es lo mismo, confrontando dos modelos: PSOE y PP. Uno, que defiende "a la clase media trabajadora" con políticas como la subida del SMI, la revalorización de las pensiones o la reforma laboral; el otro,enfocado en "los intereses de una minoría".
"Clase media"
El también líder del PSOE ha concluido su intervención enviando a los suyos "a las calles, a las tiendas, a los negocios, donde nacen las medidas aprobadas en esta legislatura". Todo ello tras defender insistentemente que "todos los avances tienen nombres y apellidos, la clase media trabajadora".
Con el curso político ya encarrilado y el ciclo electoral cada vez más cerca, Sánchez se ha propuesto explicar que su proyecto "representa a la socialdemocracia, que defiende los derechos laborales de los desempleados". Que su único afán en política es servir "a los intereses de la mayoría del país".
De ahí que se haya puesto el objetivo de "luchar con decisión para llevar el proyecto de progreso a todas las plazas y pueblos del país, con la mayor ambición y con la mayor de las confianzas de que es el único proyecto de Gobierno que no defiende a unos intereses minoritarios, por muy legítimos que sean".
Esto, ha dicho Sánchez, es lo que harán valer "en los meses que quedan de legislatura". El presidente ha encomendado su victoria a un claro giro a la izquierda que ahora imprime a todo su grupo, para que remen en una misma dirección hasta que llegue la primera cita con las urnas, en mayo.
"Los poderes"
Sobre la agenda legislativa, el presidente ha mencionado cuestiones de calado como los presupuestos generales del Estado, recordando que su intención es que las terceras cuentas públicas del Gobierno de coalición reciban luz verde muy pronto, en línea con la "normalidad presupuestaria" de la que ha presumido este lunes.
En cuanto a la situación económica y social actual, también ha habido referencias a las consecuencias derivadas de la guerra de Ucrania. Sánchez ha vuelto a reconocer que existe "incertidumbre" en el Ejecutivo ante cuestiones como el repunte de la inflación.
Por otro lado, ha pedido "sensibilidad y empatía social para proteger a la mayoría frente a los poderes". Ha sido ahí cuando ha recordado algunas de sus actuaciones en esta crisis: defender la "reforma profunda" del mercado eléctrico, aprobar un impuesto a las energéticas, un tope al gas o rebajas fiscales para abaratar la factura de la luz.
El jefe del Gobierno ha asegurado que "la madre del cordero" es la pregunta de "¿cómo se reparten las cargas de esta crisis?", dejando bien claro que para el PSOE la receta va de la mano de las medidas más sociales, aprobando "impuestos especiales a las grandes eléctricas y a las grandes entidades financieras".
Impuesto a la banca
Al contrario, se ha cuestionado, "¿qué vota el Partido Popular?". Cabe destacar que este martes aterriza en el Congreso la proposición de Ley de PSOE y Podemos para aprobar el impuesto a la banca y las compañías energéticas, ya que se votará su toma en consideración.
Anticipando un rechazo del Partido Popular a esta norma, Pedro Sánchez ha cargado duramente contra la formación conservadora. A lo largo de su discurso ha ido enumerando hitos del Gobierno de Rajoy para demostrar que "con las medidas neoliberales" la recuperación de la anterior crisis financiera se produjo en "una década" y con "factura social".
Estableciendo una clara diferencia, ahora, tras superar la pandemia del coronavirus y con una guerra en Europa, asegura que hay "más personas que nunca trabajado en España". Y todo, gracias a una agenda de "blindar por ley las pensiones, subir el SMI de manera sostenida o reducir la temporalidad en sólo ocho meses con la reforma laboral".
Sánchez ha advertido de que el Partido Popular representa "un legado de cenizas, paro, desigualdad y desmantelamiento del Estado del bienestar". A su líder, Feijóo, le ha acusado de querer "derogar todas las conquistas logradas en España".
En ese asepcto, ha lamentado que los populares "siempre votan en contra de todo y bloquean la renovación de los órganos judiciales". Esto, ha justificado el presidente, se produce porque el PP "trata de bloquear en la justicia los avances legislativos".