Yolanda Díaz se ha topado con el repudio del PSOE y el no de todo el comercio a su idea de regular los precios de algunos alimentos. Los socialistas han reducido su propuesta a una "guerra de marketing".
El mismo día que la patronal que aglutina a firmas como Mercadona, Lidl y Día ha considerado que "no es útil" esta idea, fuentes de Ferraz han descartado taxativamente alguna iniciativa legislativa en la dirección marcada por la vicepresidenta segunda.
Y eso que, en un primer momento, Carrefour se puso del lado de la ministra de Trabajo y anunció su propia cesta básica, que tendrá un precio de 30 euros hasta el 8 de enero de 2023.
Lo supermercados, sin embargo, han desechando hacer lo propio y prefieren plantear otras opciones para abaratar sus productos, como reducir del 21 al 10% el IVA de los alimentos, así, defienden, se logra una cesta de la compra "asequible".
"Guerra de marketing"
De igual modo, la Confederación Española de Comercio también ha denunciado que "de salir adelante, esta iniciativa atentaría directamente contra el comercio de proximidad al ejercer un efecto llamada sobre las personas consumidoras para comprar en las grandes cadenas", en detrimento de pequeños negocios.
Las fuentes socialistas y de Moncloa consultadas no dudan en asegurar, ya en privado, que todo obedece a una "guerra de marketing". Eso después de que ministros como el de Agricultura y Alimentación, Luis Planas, se mostraran especialmente críticos al considerar que Díaz se extralimitaba en sus competencias.
Ahora el Gobierno cree que si hay cadenas que terminan ofertando algo similar será, sobre todo, porque les conviene desde un punto de vista comercial y no porque se les imponga por ley. En el PSOE, según ha podido saber este periódico, descartan de plano que se vaya a plasmar en un proyecto legislativo.
Sin embargo, Yolanda Díaz ha seguido adelante hasta este lunes con la ofensiva para reducir en las familias las consecuencias del repunte del IPC, convocando en el Ministerio de Trabajo al titular de Consumo, Alberto Garzón, y a las grandes cadenas de distribución, que han terminado dándole la espalda.
[Los grandes supermercados rechazan la cesta de la compra de Yolanda Díaz]
Los socialistas argumentan que Díaz y Garzón "lanzaron la propuesta sin tener muy claro lo que querían y sin ser conscientes de las consecuencias que podía tener". Después, prosiguen fuentes de Ferraz, "fueron modulando y dejando claro que no se trataba de una intervención de precios".
"Efectista"
En el Gobierno, desde el entorno de Pedro Sánchez, se muestran convencidos de que este enésimo encontronazo en la coalición responde a la intención "efectista" de sus socios en el debate de la inflación, en un momento en que se hallan inmersos en la construcción de la plataforma política con la que, previsiblemente, concurrirá la ministra de Trabajo a las elecciones generales.
Desde el primer momento, el choque con el ministro de Agricultura fue frontal. Ahora sus colegas socialistas defienden esta postura: "Cada uno se dirige a su parroquia". El PSOE cree que Luis Planas tiene que "dejar claro" que "él manda sobre los precios de los agricultores", para tranquilizar a sectores como el campo.
En el plano político la idea ha encontrado también reproches desde algunos socios del Gobierno. Sin ir más lejos, el presidente vasco, Íñigo Urkullu, ha expresado su oposición, ya que "la propuesta necesita una reflexión integral".
Llegados a este punto, lo destacado es que la postura de la vicepresidenta confronta con Podemos. Las advertencias de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia llevaron a Díaz a rechazar que se establezca un precio máximo. Los morados, sin embargo, piden ambición para intervenir el mercado de los alimentos.
Rebaja el tono
Recientemente el responsable de Presidencia, Félix Bolaños, ha rebajado el tono asegurando que, por el momento, "no hay ninguna definición concreta" para implantar una cesta de la compra con productos básicos que ayude a hacer frente a la inflación. Aunque ha asegurado que el Gobierno "lo está trabajando".
Lo cierto es que, según han trasladado fuentes gubernamentales de solvencia, Moncloa no prevé que este asunto pueda tener más recorrido que el de un acuerdo con algunos supermercados que se sumen a la iniciativa puesta sobre la mesa por la vicepresidenta segunda.
El Gobierno deja caer que todo obedece al afán de Yolanda Díaz por anotarse un logro en su currículum y, sobre todo, marcar "perfil propio", diferenciándose así del resto de sus colegas del gabinete para afianzar su "proceso de escucha" con la plataforma Sumar.
Como ya publicó EL ESPAÑOL, los ministros del PSOE acusan a la número tres del Ejecutivo de usar el Ministerio de Trabajo para impulsar su candidatura. En cualquier caso, rechazan que en esta ocasión su propuesta termine germinando en una ley que pase por el Consejo de Ministros.