El Partido Popular no sólo ha experimentado un cambio en las encuestas. También en lo que a las relaciones con otros partidos políticos se refiere. En su día, llegaron a sacar adelante normas clave con el PNV, el más influyente del Congreso. Ahora Génova presume de recomponer esta relación: "Estamos más cerca que nunca".
Desde el entorno de Alberto Núñez-Feijóo, líder popular, destacan la buena relación que mantiene con el actual lehendakari, Íñigo Urkullu. Recuerdan que ambos llegaron a pactar una fecha conjunta para las elecciones en sus territorios y admiten que hay sintonía tanto en el plano político como en el personal.
La moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy del poder, apoyada por los jetzales, dejó una herida abierta que no se había cerrado desde entonces. En el seno del PP todavía muchos cargos califican a los diputados de la formación vasca como "traidores". Pero esto ya forma parte del pasado, ahora toca suturar y cicatrizar.
Con la demoscopia dibujando una clara victoria del principal partido de la oposición en unas hipotéticas generales, los populares engrasan este fin de semana la maquinaria para resultar vencedores en el ciclo electoral. Lo hacen en Toledo, donde se celebra la XXV Interparlamentaria que congrega a un total de 500 dirigentes del partido.
En este contexto, los de Feijóo también andan haciendo números para que, llegado el momento, puedan formar un gobierno en solitario, su principal aspiración. El espejo en el que se miran es Andalucía, con la histórica y sorprendente mayoría absoluta de Juanma Moreno.
Sin embargo, el PP es consciente de que reproducir ese escenario en el Congreso es una quimera. Más realista ven una mayoría simple que, con el apoyo de fuerzas minoritarias, pueda frenar las aspiraciones de Vox de entrar en un Gobierno de coalición, como ocurrió en Castilla y León.
Reunión con Ortuzar
Con la formación de Santiago Abascal el PP sigue distanciándose y advierten algunos dirigentes: "No va a haber una relación especial". Más urgente, desde luego, ven restablecer todos los puentes con los nacionalistas vascos, con quienes ya ha habido acercamientos, según ha podido saber EL ESPAÑOL.
Feijóo y Andoni Ortuzar, presidente del PNV, han intercambiado recientemente contactos telefónicos para agendar una reunión que está pendiente de agendarse en los próximos días. Los populares ven factible, a catorce meses de que termine la legislatura, arrebatar a Pedro Sánchez uno de sus socios prioritarios.
"PP y PNV estamos más cerca que nunca", asegura rotundo un alto cargo del Partido Popular para describir la relación que buscan mantener. Génova justifica que el asociamiento del Gobierno, a partes iguales, con partidos dispares como PNV y Bildu le obliga, irremediablemente, a elegir entre una de las dos "parejas de baile".
De esta circunstancia el Partido Popular quiere sacar tajada, interpretando que la afinidad que exhiben el PSOE y Bildu debe alarmar al lehendakari Urkullu por el futuro de su partido político en el País Vasco.
[Andoni Ortuzar: "Sánchez no debe meterse con las empresas. Que recuerde lo que pasó en Cataluña"]
En Navarra, la socialista María Chivite ya rubricó un pacto con los abertzales para lograr la presidencia de la comunidad foral. Esto podría ocurrir en ciudades y pueblos vascos en las próximas municipales, lo que desbancaría al PNV de muchas plazas de calado para ellos.
"Pactar con todos"
Independientemente de esto, los populares interpretan que la "deriva" de Sánchez en cuestiones como "los ataques a los poderosos" aleja las posturas con el grupo que dirige Aitor Esteban en la Cámara Baja, más situado en el centro y partidario de no atentar contra el empresariado.
Así lo reflejó en una entrevista con EL ESPAÑOL el propio presidente Andoni Ortuzar, que advirtió a Sánchez del riesgo que conlleva "meterse con las empresas", recordándole "lo que pasó en Cataluña".
Durante su conversación con este periódico, por otro lado, el presidente del PNV rebajó las expectativas de un posible acuedo con Feijóo tras unas generales. "Lo veo díficil por la aritmética. Y porque el PP tendría que cambiar el discurso, ese sí que tendría que ser un cambio de 180 grados", dijo.
El partido conservador, aún así, no tira la toalla y traslada que coaligarse en este momento con el PNV no tiene como finalidad la hipotética investidura de Feijóo, sino complicar la existencia a Sánchez en su último año de legislatura: "Cuanto peor le vaya, mejor nos irá a nosotros", dicen abiertamente desde Génova.
El Partido Popular ha iniciado una ronda de contactos con la intención de que los seis diputados vascos dejen de apoyar al Ejecutivo y se pasen a la bancada de la oposición. A esta estrategia pretenden incorporar a otras fuerzas minoritarias de la Cámara, como el Partido Regionalista de Cantabria (PRC), o Teruel Existe.
La consigna que Feijóo ha comunicado a su equipo es la siguiente: "Pactar con todos para llegar a la Moncloa, menos con aquellos con los que no se puede", en referencia a formaciones que consideran radicales como ERC o Bildu.
En las próximas semanas el propio presidente popular irá descolgando el teléfono para acercar posturas con las citadas formaciones, algo que desde su entorno envuelven en la "normalidad" política. Se espera que haga lo propio también con Abascal aunque, desde luego, no de una forma prioritaria.
Los responsables del PP confiesan que los sondeos traen vientos de cola y que atraviesan un momento dulce con el que confían seguir creciendo. Saben que la carrera es de fondo y por ello esperan aventajar al rival socialista con golpes de efecto como tejer una alianza estratégica con un socio prioritario, el PNV.