Yolanda Díaz ha presentado este viernes a los coordinadores de Sumar, la plataforma electoral con la que la vicepresidenta espera presentarse a las elecciones generales de final de 2023 al margen de las siglas de Podemos. La lista de 35 personas, 19 de mujeres y 16 hombres, será el núcleo de lo que Díaz ha llamado su "proyecto de país par los próximos diez años".
Aunque la hoja de ruta de Sumar todavía no se ha hecho pública, Díaz lleva semanas moviéndose. La vicepresidenta se encuentra inmersa en una gira de encuentros, debates y mesas redondas por toda España para "escuchar a la sociedad civil", sintetizar sus propuestas y formar la base del gran proyecto. De esta ruta, que ella misma ha llamado proceso de escucha, han salido sus 35 nombres. Dejará, por tanto, para 2023 las conversaciones con los partidos, que será la parte más espinosa del proceso.
Cada coordinador estará encargado de un área en concreto y de organizar a los equipos de trabajo de Sumar -Economía, Justicia, Calidad democrática, etc-, un elenco de nombres nacionales e internacionales muy reconocidos en sus ámbitos, pero con poco peso político. Se trata de profesionales como el médico Rafael Cofiño, el economista Jaume Pallerols, el exvicepresidente del CGPJ Fernando Salinas y el escritor Bernardo Atxaga. La lista completa está disponible al final de este artículo.
También destacan otros como el politólogo Ignacio Sánchez-Cuenca, el sociólogo César Rendueles, Yayo Herrero y el sindicalista Agustín Moreno, que actualmente ocupa un escaño en la Asamblea de Madrid por Unidas Podemos. Galicia también tendrá su cuota en el equipo con Marta Lois, portavoz de Compostela Aberta en el Ayuntamiento de Santiago. Ella fue, además la que registró la asociación de Sumar en el mes de junio y será la cara visible del movimiento en la comunidad autónoma.
Durante su discurso, la también ministra de Trabajo ha dado también la definición de cómo será la ideología de su plataforma, que espera unir a las izquierdas bajo una sola enseña -la suya- y acabar con el fratricidio en la que lleva envuelta desde hace años. "Un movimiento ciudadano, europeo, progresista y verde", ha resumido.
No será fácil hacer un frente común, mucho menos bajo un solo nombre. El papel de sus socios políticos es, hoy por hoy, la gran incógnita que rodea el nacimiento de Sumar. Mientras que Izquierda Unida, el PCE o Catalunya en Comú ya han dicho que respaldarán a la ministra, Podemos se niega y Más País calla.
Las heridas generadas en la izquierda tras las elecciones andaluzas todavía no han cicatrizado del todo, lo cual amenaza la estabilidad de la plataforma. La última división entre los ministros de la coalición acerca del impuesto a las grandes fortunas tampoco ha sentado bien.
Un proyecto de país
Díaz diferencia claramente un programa electoral de lo que ella está pergeñando. Para Sumar, el objetivo es realizar "proyecto de país" para los próximos 10 años, esto es, una hoja de ruta de cómo quieren que sea España dentro de una década y el rumbo para conseguirlo.
"No hay que restringir la imaginación al tamaño de una urna o de una lista electoral: esto va de mirar hacia delante con un tiempo que es más lento", ha indicado Díaz durante el acto. "El proyecto de país no se acomoda a los tiempos electorales porque tiene que resolver la emergencia climática, de salud mental, de las personas jóvenes o resolver los problemas de desempleo. Esto no va de correr, va de pensar", ha añadido.
En España, dice la vicepresidenta, ha habido sólo cuatro de estos proyectos: el de la Transición de Adolfo Suárez, la modernización de Felipe González, la liberalización de José María Aznar y el nuevo Estado de Bienestar de José Luis Rodríguez Zapatero. El Gobierno de Pedro Sánchez, del que ella es vicepresidenta, no fue mencionado en el grupo.
El acto, como ya viene siendo habitual durante esta primera gira de Sumar, no tuvo un formato de mitin político sino de conversación. Intervinieron la propia Díaz, Sánchez-Cuenca y Salinas -brevemente dirigidos por Marta Lois-, que dieron unas leves pinceladas sobre qué significa ese "nuevo país".
La vicepresidenta segunda, en concreto, fue muy insistente en que el proyecto es a "diez años" vista y no se agota con las siguientes elecciones generales.
Por el momento, nada está claro más que los nombres. La plataforma Sumar no tendrá una estructura de partido, no se centrará en un programa unitario -por el momento- y no se acomodará a los tiempos electorales de la política furtiva: "Esto no va ni de urnas ni de listas".