El Gobierno no va a aceptar una reforma de la ley para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Así de contundentes se han mostrado fuentes del Ejecutivo este miércoles, que tienden la mano al Partido Popular para sentarse las veces que haga falta, pero sin abordar antes el cambio de la norma.
La postura de enrocamiento del Ejecutivo se produce justo antes de la visita del comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, que se reunirá con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y con el vicesecretario general Institucional del Partido Popular, Esteban González Pons. El objetivo de su visita es desbloquear una situación enquistada, ya que el CGPJ lleva en funciones desde hace 1.395 días.
Durante las conversaciones, el Partido Popular ha pedido cambiar la ley como condición previa a la renovación. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo se muestran tajantes al respecto. "No se pueden poner líneas rojas a la hora de cumplir la ley", aseguran.
Las mismas fuentes acusan al PP de no tener interés en desbloquear la situación, ya que en la última reunión aseguraron que no se iban a sentar más hasta que se abordara un cambio de la norma. Emplazan a los populares a negociar la renovación primero y luego se abordarán el resto de asuntos, aunque están en contra de cambiar el sistema de elección para que sean los jueces los que elijan.
Reynders, que acude en calidad de mediador de la Unión Europea, se reunirá también con la ministra de Justicia, Pilar Llop, con el presidente del Tribunal Constitucional, Pedro González-Trevijano, y con el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortíz.
Pero una de las reuniones sobre las que hay más expectación, además de la de Bolaños y Pons, es la que mantendrá con Carlos Lesmes. El todavía presidente del CGPJ amenaza con dimitir si la situación no se desbloquea.