La Ley de Vivienda, uno de los principales focos de tensión entre PSOE y Unidas Podemos, está sin resolver en un momento en que la negociación de los Presupuestos entra en su recta final. En este contexto, el último enfrentamiento protagonizado por los socios ha tenido nombres y apellidos, Patxi López y Rafa Mayoral, a cuenta de la última enmienda socialista para desalojar a los okupas en menos de 48 horas. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tiene claro su lado.
"Estoy con Rafa Mayoral [...] La okupación de la que habla Patxi López no es un problema, el problema es no poder pagar la hipoteca", ha señalado la ministra de Trabajo durante una entrevista en Televisión Española. Díaz, que lidera el espacio de Unidas Podemos, ha alertado a la parte socialista del Gobierno del peligro que supone "meterse en los marcos de la derecha y de la extrema derecha" y les "favorecen".
La vicepresidenta se refiere a la última propuesta de sus socios, que plantea cambiar la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim) para agilizar las desocupaciones en caso de allanamientos y ocupación ilegal de viviendas. El portavoz socialista, Patxi López, anunció este miércoles que se trata de una cuestión que les estaba planteando "mucha gente, ayuntamientos, alcaldes, instituciones y gente afectada que nos expresaban su preocupación".
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Sobre esto le contestó minutos después el diputado de Unidas Podemos Rafael Mayoral, que ha cargado contundentemente contra una propuesta que, dice, "está fuera de lugar".
"No tiene sentido que en este momento, cuando estamos negociando la Ley de Vivienda, salgan con esto", ha increpado. "Está un poco descentrado. Que entienda [el PSOE] que no están gobernando con [Jaime] Mayor Oreja —exdiputado del PP cuyo voto le hizo lehendakari—".
En el texto de la enmienda, el PSOE justifica este cambio legislativo aludiendo al derecho europeo, pero Yolanda Díaz asume que "comprar el discurso de la derecha" en materia de vivienda no ayudará al espacio de la izquierda, mucho menos después de la victoria de la ultraderecha en las recientes elecciones italianas.
"Estamos en una profunda crisis de la socialdemocracia europea, de las llamadas izquierdas, y esto no se arregla con las alianzas electorales: se arregla con un proyecto alternativo que no sea meterte en los marcos del adversario", ha lanzado la vicepresidenta, que recientemente está trabajando en su propio espacio político -Sumar- de cara a las elecciones generales de 2023.
Crisis con los Presupuestos
La relación entre los socios del Gobierno ha llegado a un punto de fricción crítico a falta de horas para mandar el borrador de los Presupuestos Generales del Estado 2023. En plena negociación para desatascar un primer esqueleto del texto, las dos patas de la coalición cojean por varios flecos legislativos, muchos de ellos clave para cada electorado.
Hasta ahora, el punto que supone más problemas es el de la Ley de Vivienda, una de las líneas rojas de Unidas Podemos que no llegó a trámite durante las anteriores cuentas. La petición más conflictiva es también la más clara: limitar el precio del alquiler. Otros de los principales escollos son el aumento de los permisos de maternidad y paternidad o las "discrepancias fiscales", en palabras de la vicepresidenta.
"Soy partidaria de las rentas del capital tributen más y que haya productos alimenticios con IVA bajo", ha recordado Díaz. El PSOE, en este sentido, anunció la semana pasada un impuesto a las grandes fortunas que cogió con la guardia baja a Unidas Podemos, que había reclamado la tasa históricamente.
No obstante, estos días la narrativa de la pata socialista se ha desbaratado por completo. Según fuentes de Hacienda, la coalición no plantea deflactar el IRPF, como sí ha aprobado la Comunitat Valenciana de Ximo Puig y pide el PP; pero sí se abre a bajadas selectivas.
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El tira y afloja fiscal que mantienen los socios, aseguran fuentes cercanas a la negociación, no ha empezado a desbloquearse "hasta hace unas horas", cuando los socialistas se han "abierto" a subir el IRPF a las rentas de capital y plantear bajadas a las rentas bajas.
Quedan apenas unas horas de negociación, pero Díaz manda calma: da por hecho que las cuentas saldrán adelante. "Se ha avanzado, hemos avanzado, pero faltan cosas. Por supuesto que va a haber Presupuestos. Pero queda mucho por hablar".