El expresidente estadounidense Donald Trump ha participado este domingo de manera telemática en el evento Viva22 que el partido Vox está llevando a cabo en el recinto IFEMA de Madrid. Su aparición, que se ha producido a través de un vídeo previamente grabado, ha sido toda una sorpresa anunciada esta mañana.
Trump es la cara más visible de una retahíla de líderes internacionales de la derecha y la ultraderecha que están participando este domingo en el acto del partido de Santiago Abascal.
Además del expresidente estadounidense, también ha participado la futura primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, asidua ya a actos de Vox. También han aparecido el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el de Polonia, Mateusz Morawiecki.
"Quiero empezar dando las gracias a Santiago Abascal por el increíble trabajo que realiza. Todos estamos viviendo una situación singular. Tenemos que asegurarnos de que defendemos nuestras fronteras e impulsamos una buena agenda conservadora", ha dicho Trump a través de su vídeo.
"España es un gran país y queremos que lo siga siendo, así que enhorabuena a Vox por todos esos extraordinarios mensajes que está defendiendo en España y en todo el mundo", ha añadido. El mensaje ha sido muy escueto, pero ha servido para dar un golpe de efecto.
Meloni, por su parte, ha sido mucho más política y ha entrado directamente a hablar de la situación europea frente a la guerra en Ucrania y a la vulnerabilidad energéntica a la que se enfrenta el continente.
"Queremos una Europa capaz de gestionar su destino y retomar sus cadenas de suministro. Nos han contado que con el globalismo todo saldrá bien, pero las autocracias han ganado terreno mientras nos hemos descontrolado. Tenemos que ser dueños de nuestro destino", ha dicho la italiana.
"Necesitamos estar preparados o estaremos a merced de los acontecimientos. Necesitamos una Europa más valiente. No es una herejía, es sentido común", ha añadido.
El húngaro Viktor Orbán ha empezado diciendo que el acto que organiza Vox es una buena costumbre, porque estar bajo banderas españolas es bueno "para el corazón y el alma" y ha dicho que ellos lo hacen también.
Su mensaje ha ido contra uno de los principales objetivos de sus políticas: los inmigrantes en situación irregular: "Debemos defender frente a burócratas de Bruselas nuestras costumbres y nuestra soberanía y no permitir que millones de inmigrantes ilegales invadan los estados de la Unión Europea. Tenemos que velar por nuestra cultura y nuestra forma de vida", ha asegurado.
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Para finalizar su mensaje, también escueto, ha insinuado que Vox seguirá los pasos de Meloni: "El tren de Roma ha llegado ya a Bruselas y el tren de España, liderado por mi amigo Santiago Abascal, saldrá muy pronto".
El polaco Morawiecki ha sido el único de los mandatarios que ha acudido en persona. En un tono de broma, ha dicho que si no fuera polaco le habría gustado ser español y que su mujer es fan de Julio Iglesias.
Ya en clave política, Morawiecki ha culpado a los gobierno de la Unión Europea de haberse fiado de Rusia y les ha responsabilizado de la situación actual respecto a la inflación y demás elementos de crisis. "Tenemos como reto a Rusia, pero también el de crear valores democráticos en una civilización cristiana. Debemos tener una herencia de las civilizaciones que nos han hecho prosperar", ha asegurado.
"¿Alguna vez han visto a China o Rusia pidiendo perdón? Entonces por qué nos piden que pidamos perdón todo el tiempo por nuestros valores. Ni Italia, ni España, ni los húngaros deben pedir perdón. Tenemos que estar orgullosos de lo que somos", ha añadido.