Alberto Núñez-Feijóo sabe que su pasaporte a la Moncloa son las próximas elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Con la meta fijada en esa fecha, el líder de la oposición ya prepara una gran "convención ideológica" en Valencia a inicios de 2023. El objetivo es centrar más el PP para atraer a votantes del PSOE.
Fuentes próximas al presidente del Partido Popular reconocen a EL ESPAÑOL que todavía no hay un acto "convocado, pautado, programado"; pero que sí se está trabajando en la idea de organizar un cónclave que congregue a miles de militantes y que suponga el arranque de la carrera para los primeros comicios del próximo año.
Génova esperará hasta tener concluido el calendario congresual en diciembre, con los nombramientos de candidatos ya cerrados, para volcarse con los preparativos de esa cita clave que, todo apunta, será en Valencia.
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Lo que sí hay confirmado es que en la ciudad del Turia tendrá lugar a final de año una intermunicipal que, precisamente, servirá de puesta de largo para todos los aspirantes del PP a ocupar las 52 alcaldías en las capitales de provincia en España.
Entremedias, la formación conservadora también se armará ideológicamente con trabajos de campo en distintas áreas temáticas. La idea es elaborar un programa electoral con el que concurrir a las urnas y con el que dar la batalla ideológica. Y es que el PP rechaza que estén obviando mostrar su opinión en distintos temas.
La centralidad de Feijóo
"¿Qué es ideología? Ideología no es sólo hablar del aborto. Ideología es defender una política económica u otra. Ideología es explicar nuestra postura en Sanidad, Educación, Familia o Vivienda. Ideología es rebatir las posiciones del Gobierno; el PP no escapa de la ideología", defienden fuentes del partido.
El objetivo, en cualquier caso, es reivindicar la gestión y la moderación como activo fundamental. Feijóo presume de que la centralidad es su característica más significativa y para el acto de arranque de precampaña la intención es situarse en el centro para poder captar el mayor número de votantes.
La formación conservadora observa cómo el viraje de Pedro Sánchez a la izquierda deja un amplio abanico de oportunidades. El presidente del Gobierno ha hecho de su bandera la proclama de "la clase media y trabajadora", un nicho que, sin embargo, el PP espera conquistar a fuerza de hechos más que de palabras.
"Si los ciudadanos observan que nuestras medidas, como deflactar el IRPF o bajar el IVA de la luz, las copian en gobiernos socialistas como el de Ximo Puig o el de Page; entonces no habrá lema que valga a la Moncloa", advierten en conversaciones con este periódico miembros de la formación.
Para el gran evento político del PP las apelaciones serán, por lo tanto, a derecha pero, especialmente, a izquierda, para logra la ansiada "mayoría suficiente" en cada territorio. Esto no es novedad, en las elecciones andaluzas Juanma Moreno ya se dirigió a votantes descontentos del PSOE por los pactos con ERC y Bildu.
Comunidad Valenciana
La incógnita de la gran convención es si será "programática o de candidatos". Aunque dirigentes del partido sí adelantan una convocatoria "multitudinaria". El lugar elegido no es baladí, ya que una de las principales aspiraciones del PP es recuperar el poder en la Comunidad Valenciana, donde antaño fueron la fuerza hegemónica indiscutible.
Entre las muchas metas que se ha propuesto el PP para las autonómicas y municipales de mayo, sin duda la Generalitat valenciana se sitúa a la cabeza, porque además ven viable la reconquista. La consigna en la cúpula popular es "Valencia prioridad máxima".
También miran con esperanza a otros territorios como Extremadura, donde la candidata María Guardiola está levantando expectativas con su particular proceso de escucha.
En cuanto a la presencia de los anteriores presidentes del partido, Casado, Rajoy y Aznar; lo cierto es que tampoco se ha tomado una decisión al respecto. Ciertamente, Feijóo busca reconciliar a su antecesor en el cargo con la formación y naturalizar la relación. Pero para ello, todavía tienen pendiente un encuentro próximamente.
Tras dar por zanjado uno de los capítulos más escandalosos del PP con la guerra entre Ayuso y Casado, el mensaje a exhibir será el de fortaleza y unidad. Pero más importante aún será insuflar para entonces a todo el partido un ánimo triunfalista, que contraste con el desasosiego que se ha instalado en el PSOE por la división entre Sánchez y sus barones.
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