Page y Barbón plantean las autonómicas como unas primarias para fijar quién gestiona el postsanchismo
Corrientes más centradas o radicales del PSOE toman posiciones en torno a estos barones. "Estamos en fase de degradación", sentencia un exministro.
10 octubre, 2022 01:57Los presidentes autonómicos del PSOE no sólo se juegan revalidar sus cargos en las urnas el próximo mes de mayo, algo que muchos de ellos ven peligrar, sino el peso que puedan ejercer en los equilibrios que (todos atisban) deberán hacer a finales del 2023, tras las elecciones generales. Emiliano García Page, en Castilla-La Mancha, y Adrián Barbón, en Asturias, según los sondeos internos del partido, son dos de los que más pueden confiar en la reelección y están ejerciendo su influencia.
Según fuentes de la dirección del PSOE y otras consultadas en los territorios, en torno a Page y Barbón ya se están conglomerando corrientes que "toman posiciones para prevenir la debacle".
Algunos de los líderes anticipan que "la ola de derechas" es ya inevitable: "No hay en el horizonte nada en manos del Gobierno para revertirla, y la estrategia de Moncloa asumiendo las políticas de Podemos y su discurso de enfrentamiento directo al PP no está resultando", explican.
Y aunque el mismo PSOE está dividido en este aspecto —es decir, que una parte del partido sí sigue confiando en que "dará tiempo para que los ciudadanos entiendan nuestro mensaje"—, tanto unos como otros ya toman posiciones. "No es que Page o Barbón emerjan como posibles líderes del PSOE, queda mucho para eso", apuntan las fuentes, "pero sí son los que están aglutinando ya dos visiones enfrentadas".
¿Visiones de qué? "Del postsanchismo", explica un diputado. "El partido está descabezado, la militancia desmotivada... nadie cree que podamos remontar y eso se convierte en una espiral que se autoconfirma. El efecto multiplicador negativo es brutal".
Barones en movimiento
De este modo, el color del mapa, región a región, tras la visita a las urnas en las municipales y autonómicas, indicará qué modelo de Partido Socialista sale más fuerte: si el más escorado al centro del "verso suelto" de Toledo o el "rojo minero" del, hasta ahora, fiel sanchista asturiano.
El pasado fin de semana, en una reunión del Comité Autonómico de la Federación Socialista de Asturias, Barbón planteó dos desafíos a Ferraz y Moncloa. Primero, confirmó a Adriana Lastra como "la cabeza de lista del PSOE en las próximas generales" por su circunscripción, algo que no está en su mano realidad, pues debe de ser dilucidado en primarias.
Lastra fue vicesecretaria general hasta el pasado mes de julio, cuando dimitió oficialmente por las complicaciones de un "embarazo de riesgo".
En realidad, su enfrentamiento con el secretario general —que ya había perdido la confianza en ella, meses después de retirarla de la portavocía en el Congreso— ya había terminado en una agria discusión a gritos en la misma tarde en la que terminó el Debate sobre el estado de la Nación. Fuentes de la Ejecutiva se limitaron a calificar de "extemporáneo" el anuncio de Barbón.
Pero el barón asturiano también arremetió durísima y directamente contra Sánchez. Lo hizo de manera críptica, sin citarlo, pero "nadie entendió otra cosa", explica una persona muy cercana al presidente, cuando el barón asturiano dijo: "En política puedes cambiar de opinión o posición, pero no puedes mentir. La mentira hace que pierdas lo más importante que tiene un político, la credibilidad, porque un político sin credibilidad es alguien en el que no se puede confiar".
Por su lado, Page no sólo entró esta semana en la carrera de las bajadas de impuestos, sino que ya desde la primavera no dejó dudas de su empeño en desmarcarse de Sánchez.
En su entorno aseguran estar sorprendidos de que "se le dé tanta audiencia y foco" a las críticas del manchego contra las alianzas del PSOE nacional con los independentistas: "Nosotros somos coherentes con lo que hemos dicho siempre", apunta un colaborador de Page, "otra cosa es que, a la vista de las encuestas, ahora se nos quiera atribuir determinadas intenciones".
Respecto a los sondeos, de hecho, el exalcalde de Toledo puede presumir de que "hasta los datos que maneja el PP, en estudios hechos para ellos y pagados por ellos, dan la mayoría absoluta al PSOE de esta región", recuerda esta fuente. Aunque es cierto que la apuesta mediática del barón manchego ha cambiado en las últimas semanas, y ahora se deja caer más en los periódicos y radios de ámbito nacional.
"Page es un tipo listo", admite un colaborador estrecho de Sánchez, "y es astuto midiendo sus tiempos o sus palabras".
El pasado miércoles, entrevistado en el programa de Carlos Alsina en Onda Cero, dejó caer que prefiere que el presidente no participe en su campaña. Page dijo que le pedirá al líder que le "ayude" a ganar... ¿Eso significa que le invitará a algún acto?, se le preguntó. "No, no, no... quiero que me ayude, pero eso puede significar muchas cosas".
Opciones en adelante
La convulsión interna en el PSOE, a medida que se acerca el periodo electoral, va tomando forma en función de la toma de conciencia de que "donde el partido se la juega es en las autonómicas". Porque, en función del resultado de éstas, se afrontarán las generales "con el objetivo de que el resultado permita hacer oposición" a los socialistas o, simplemente, "con la esperanza de evitar un desastre absoluto".
Y esa toma de conciencia es tan general que, antes de formarse como opciones reales, ya hay dos grupos que se van aglomerando en torno a dos barones cuyas visiones del futuro PSOE son divergentes. Por un lado, los que miran a Barbón y por el otro, los que creen que la visión de Page debe ser la que pilote la transición del postsanchismo.
La semana pasada, este periódico informó de los movimientos en el entorno de Sánchez para organizar un superdomingo electoral que aúne las generales con las regionales y locales de mayo. A pesar de que el PSOE teme perder Aragón, Extremadura y Baleares, el objetivo sería evitar un desastre a nivel nacional, ya que la imagen y la intención de voto al presidente hoy son peores que las de sus barones.
"No nos interesa, no es bueno y no va a pasar", explican fuentes de los gobiernos —más y menos sanchistas— de los diferentes territorios. "Las elecciones serán cuando toquen", zanjó el secretario de Organización, Santos Cerdán, en rueda de prensa.
Ofensiva contra Feijóo
"Pero en ese caso, sólo nos quedan dos opciones", apunta otro dirigente del PSOE, "porque la derrota está garantizada... o en la crisis de Gobierno que hará Sánchez rompemos con Podemos y los socios parlamentarios o caeremos por debajo de los 100 escaños".
Y esa es la previsión de ambos bandos, que "el partido se volverá a abrir en canal", porque el mensaje de confrontar con Alberto Núñez Feijóo "no está calando", porque la estrategia comunicativa del PP está siendo "más efectiva" y porque, a día de hoy, la imagen de Sánchez "lastra a la marca".
Ésos son los motivos a los que atribuyen las fuentes consultadas que ya se estén dando estos movimientos en las baronías: no sólo para tener "más mano" para colocar a los suyos, cuando se pierdan municipios, diputaciones y alguna autonomía, sino para "determinar quién gestiona la salida" tras el sanchismo. Y es que "estamos en fase de degradación política", sentencia un exministro.