La Ley Trans corre peligro. Aunque parecía que el debate estaba cerrado dentro y fuera del Gobierno, en Unidas Podemos temen que el PSOE se esté guardando un as bajo la manga: retrasarla indefinidamente e, incluso, presentar enmiendas. Esto iría, recuerdan fuentes de la formación morada, en contra del acuerdo de coalición.
El pacto que firmaron PSOE y Unidas Podemos en diciembre de 2019 recogía la Ley Trans como una ley independiente, un texto que debería ver la luz antes de 2023. Lo que no entraba en los planes es que la cuestión de la autodeterminación de género fuera a abrir un debate tan intenso en las filas socialistas.
Alejandra Jacinto, portavoz de Unidas Podemos y candidata a la Comunidad de Madrid, ha denunciado este lunes que los de Pedro Sánchez están "forzando el retraso" de la ley, que entró en trámite de enmiendas en el Congreso de los Diputados el 21 de septiembre. Desde entonces, la Mesa de la Cámara —presidida por los socialistas— lo ha ampliado hasta en cuatro ocasiones. Este martes lo decide por quinta vez.
"Estamos preocupadas porque el PSOE fuerce el retraso y no pueda estar lista a final de año", ha señalado Jacinto sobre la actitud de sus socios. La formación teme, incluso, que el Grupo Socialista pueda introducir una enmienda propia para suprimir la autodeterminación de género, un asunto que ha generado una gran batalla interna en la bancada.
Reabrir el debate sobre la autodeterminación supondría volver al mismo problema que la retrasó el año pasado en el Consejo de Ministros. Este epígrafe, que es el que más molesta a algunas familias del feminismo socialista, es la auténtica clave de la ley y lo que permitiría a las personas trans reconocer legalmente su identidad de género sin pruebas psicológicas ni médicas. Al menos, así lo defiende la parte morada del Ejecutivo.
Los socialistas apuestan por una vía en la que las personas trans tengan que aportar pruebas de que lo son de manera estable. Finalmente, Unidas Podemos ganó aquella batalla y logró un preacuerdo que, ahora, se discute en el PSOE.
Un camino muy largo
A pesar de que pasó su primer examen la semana pasada, a la Ley Trans le queda por delante una compleja tramitación parlamentaria. Entremedias, la coalición tendrá que sentarse y discutir sobre el día de la marmota. Especialmente sensible es el debate sobre la autodeterminación, que enfrenta al colectivo LGTBI con las feministas clásicas del PSOE, capitaneadas por Carmen Calvo.
El Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero decidió tramitar esta norma por el procedimiento de urgencia para agilizar los plazos, pero la falta de acuerdo entre Unidas Podemos y PSOE —y entre las propias familias socialistas— ya amenaza con relegarla al cajón nada más pisar el Congreso.
La norma pasará directamente por la Comisión de Igualdad, que preside Calvo, y nadie duda que recibirá modificaciones en las próximas semanas, seguramente vía enmiendas parciales. Lo que eso quiere decir es que, si alguien quiere eliminar la autodeterminación, será su momento.
Entretanto, las diferentes familias socialistas mantendrán un debate interno para "mejorar" el texto a gusto de todos. Hasta que eso no ocurra mantendrán la estrategia actual: prorrogar la presentación de enmiendas y ganar tiempo para hacer las paces.
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