El PSOE apuró hasta el último instante para decidir si finalmente presentaba enmiendas a la Ley Trans de Unidas Podemos o, en cambio, presentaba una tercera prórroga. A última hora de este martes acabó decantándose por esta última con el argumento de evitar cualquier tipo de inseguridad jurídica.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el PSOE todavía está trabajando en su listado de enmiendas parciales, pero tiene algunas cosas claras. Para empezar, espera revisar el artículo que indica que los menores de 12 a 14 años puedan cambiar de género siempre y cuando el menor tenga la autorización de un juez que examine su madurez, uno de los más importantes para el socio minoritario.
Uno de los puntos sobre los que los socialistas están dudando enmendar es el epígrafe de las condiciones en que las personas trans podrán participar en competiciones deportivas simplemente atendiendo a su sexo registral. Esta idea nace a raíz de los cambios en las distintas federaciones y los pronunciamientos del Comité Olímpico Internacional, aunque no es firme aún.
También dudan si presentar otra enmienda sobre la reversibilidad. Actualmente, el texto de Unidas Podemos explica que se puede revertir el cambio de género una vez pasados seis meses desde la inscripción en el Registro Civil, y el PSOE podría intentar modificar este punto.
Sobre lo que no hay ninguna duda es que el Partido Socialista sí que enmendará la equiparación de la violencia de género con otras violencias, por ejemplo la intrafamiliar, lo que supone un guiño al ala feminista del partido, que habría visto en ello un paso atrás para las mujeres víctimas de violencia machista.
A Unidas Podemos la nueva ampliación de plazo no le ha sentado nada bien y recuerdan que la actitud que está adoptando el PSOE va en contra del acuerdo de coalición que ambos partidos firmaron en 2019.
Redactadas a última hora
El PSOE ha preparado estas enmiendas a contrarreloj. La intención inicial era presentarlas entre ayer y hoy miércoles, antes de que acabara el plazo en la Cámara Baja, para así evitar un debate interno como el que estalló la semana pasada cuando se pactó en la Mesa del Congreso una nueva prórroga.
Aquel movimiento provocó la inmediata dimisión de la socialista Carla Antonelli, la primera parlamentaria trans, porque entendió que su partido podía intentar cuestionar la libre autodeterminación de género. Además, enfrentó al sector feminista del PSOE, capitaneado por la ex vicepresidenta Carmen Calvo, con el sector LGTB del partido. A ello se sumó la presión de Unidas Podemos, que quiere ver la ley tramitada antes de que acabe este año.
Sin embargo, la premura tampoco se ha impuesto esta semana. El partido terminó de redactar las enmiendas este mismo martes y no ha dado tiempo a que se revise la parte técnica y así tratar de evitar que el Tribunal Constitucional eche para atrás la norma tras los recursos que la oposición ya ha anunciado que interpondrá.
Por ello, los socialsitas han optado por pedir una nueva prórroga, pero se comprometen a que sea la última. El próximo lunes acudirán con las enmiendas definitivas al Registro del Congreso y ahí se darán a conocer los detalles. De momento, prefieren llevarlo con la máxima discreción posible para evitar debates y presiones como los de la semana pasada.
Son conscientes de que la decisión de enmendar el artículo de la Ley que aborda la autorización judicial para que los menores de 12 a 14 años transicionen va a molestar a Unidas Podemos, ya que, de alguna forma, cuestiona la propia autodeterminación de género, fundamental para los morados y los colectivos LGTB.
Podemos aprieta el calendario
Así las cosas, a Unidas Podemos no le queda otra que resignarse. Fuentes del Ministerio de Igualdad ven con "preocupación" que sus socios vuelvan a prorrogar la Ley Trans, de la que dicen "no puede sufrir más retrasos". Esta será la cuarta ampliación desde que se superaron las enmiendas a la totalidad y la sexta en total, a pesar de que la ley estaba conducida por la vía de urgencia.
Ante esta situación, Irene Montero propondrá al PSOE acortar los plazos con un nuevo calendario de tramitación: "Finalizar el periodo de enmiendas el día 2 de noviembre y de la ponencia el 18 de noviembre", aseguran fuentes del Ministerio. El objetivo, aclaran, es "que la ley esté aprobada antes de que finalice el año y sin recortes en derechos respecto al texto ya pactado en el Gobierno".
A lo largo del martes, diferentes voces del espacio de Unidas Podemos ya anticiparon que sería "inaceptable" que se volviera a demorar el proceso de tramitación. El propio portavoz parlamentario, Pablo Echenique, aseguró que "cada día que pasa sin arreglarlo, los trans sufren".
Lo cierto es que, a efectos del bloqueo, no pueden hacer nada más que presionar públicamente. El PSOE, sumado al PP, tiene votos más que suficientes en la Mesa del Congreso para congelar la ley, como se lleva haciendo con la Ley de Vivienda desde hace más de un año y medio.
"La comunidad LGTBI ve en riesgo la aprobación de una ley que reconoce sus derechos. Las personas trans y LGTBI deben saber que no les vamos a soltar la mano y que vamos a caminar juntas hasta que sus derechos sean ley", subrayan desde el ministerio que dirige de Irene Montero.
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