La sensación de absoluto cisma interno que recorre las filas del PSOE a causa de la tramitación de la Ley Trans llevó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a dar la orden de crear un equipo con pesos pesados del partido y del Ejecutivo para buscar una salida contrarreloj. El objetivo era consensuar las enmiendas a la norma, que se hicieron públicas ayer, con las que esperaba aunar las posturas de los dos sectores enfrentados del partido. Pero no ha sucedido así.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, en la negociación debía desempeñar un papel relevante la exvicepresidenta del Gobierno y líder del sector feminista del partido, Carmen Calvo, para intentar llevar la situación a buen puerto. Junto a ella, también han participado en las conversaciones el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, la titular de Justicia, Pilar Llop, y la secretaria de Igualdad de la formación, Andrea Fernández.
Sin embargo, el papel que ha jugado Calvo ha quedado finalmente desdibujado y no ha llegado el acuerdo definitivo. Las enmiendas que los socialistas presentarán el próximo lunes no llegan tan lejos como a ella y al sector feminista que lidera les hubiera gustado. Pero sí han conseguido que el partido asuma algunas de sus tesis. "El tema de los menores y la autodeterminación eran líneas rojas y esas, más o menos, se han respetado", reconocen fuentes cercanas.
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Aunque la semana pasada el PSOE anunció que "no se tocará" la autodeterminación de género, las enmiendas hechas públicas finalmente sí que ponen coto a esta cuestión en el caso de los menores. El Proyecto de Ley Trans que partió del Consejo de Ministros, impulsado por la ministra Irene Montero, establece que los menores con edades de entre los 14 y 16 años podrán solicitar el cambio de sexo en el Registro Civil asistidos en el procedimiento por sus representantes legales.
Además, indica que si no hay acuerdo entre los tutores y los menores, se "procederá al nombramiento de un defensor judicial". En sus enmiendas, el PSOE borra por completo estos preceptos y establece que, en todos los casos, los menores de 16 años deberán solicitar la autorización judicial para cambiar el sexo en el registro, lo que supone una forma de limitar la autodeterminación.
Otro de los puntos clave sobre los que el partido ha registrado una enmienda es el de la reversibilidad. El Proyecto de Ley establecía que una persona que se haya cambiado de sexo en el Registro Civil podrá rectificar su decisión, tantas veces como desee, cada seis meses. El PSOE opta ahora por solicitar el cambio registral "obteniendo aprobación judicial", buscando que no se generen idas y venidas arbitrarias.
Tanto en este último punto como en el de los menores, ha sido fundamental el papel que ha desempeñado la ministra de Justicia, Pilar Llop. Aunque formalmente no pertenece al partido, es una autoridad como jurista y feminista y de su Ministerio, además, depende el Registro Civil, clave en la norma.
Su trabajo ha ido encaminado a encajar todas las piezas y a encontrar la seguridad jurídica para que la Ley Trans. El objetivo es que, cuando se apruebe, no sea tumbada por el Tribunal Constitucional ante los recursos ya anunciados desde la oposición por el Partido Popular y Vox.
Junto a Llop y Calvo, Bolaños ha entrado en la ecuación como lo hace en cada negociación que es importante para el Gobierno. Andrea Fernández lo ha hecho como la responsable de Igualdad de la formación. Ella también es feminista ortodoxa, a fin de cuentas heredó una secretaría que antes pertenecía a Calvo, pero se ha labrado una reputación de tender puentes con el sector LGTB.
Descontento de las feministas
Tras anunciar el PSOE a última hora del martes que iba a prorrogar de nuevo el plazo para presentar enmiendas a la norma en el Congreso de los Diputados, se generó mucha expectación sobre su contenido. El partido ha estado buscando equilibrios hasta el final, consciente de que no iba a conseguir contentar del todo ni a las feministas clásicas de su formación, ni a los colectivos LGTBI, ni a su socio de Gobierno, Unidas Podemos.
Según trasladan fuentes del feminismo clásico del PSOE, la enmienda que evita equiparar violencia de género con otro tipo de violencias, como la intrafamiliar, sí que contenta a su sector, aunque todavía plantea algunas objeciones.
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"Es sorprendente que las mujeres en situación de prostitución no tienen los derechos sociolaborales de la Ley Orgánica 10/2022, pero una de las enmiendas propuestas por el partido sí da esos derechos a las mujeres trans en situación de prostitución", aseguran. "El resultado es que vamos a ayudar a salir de la prostitución a las mujeres trans, dejando de lado al resto, salvo que acrediten ser víctimas de trata o de explotación", añaden.
"También dudamos sobre qué los jueces van a decidir si puedes revertir el cambio de sexo a los seis meses. Además, no encontramos ninguna enmienda al régimen sancionador [respecto a conductas transfóbicas] ni a la inversión de la carga de la prueba [que indica que la parte demandada tendrá que justificar su inocencia]", añaden desde el sector feminista del PSOE.
El próximo lunes, tal y como se había comprometido la dirección del partido, los socialistas registrarán las enmiendas en el Congreso de los Diputados. A partir de ahí, serán debatidas en la Comisión de Igualdad de la Cámara Baja, presidida por la propia Carmen Calvo. Las feministas clásicas ven esta Comisión como el próximo campo de batalla. "Vamos a seguir peleando, eso seguro", reconocen.
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