Las dos grandes fuerzas políticas del bipartidismo en España, PP y PSOE, han evitado pronunciarse sobre la confesión de Narcís Serra en EL ESPAÑOL. En la entrevista publicada el pasado domingo, el vicepresidente del Gobierno de Felipe González reconoció la connivencia del CESID con los devaneos del rey Juan Carlos I. Ambos partidos, sondeados por este periódico, han decidido guardar silencio al respecto.
Fuentes del Partido Socialista han asegurado no tener "ningún comentario que hacer" tras haber leído la polémica entrevista del que fue número dos del Gobierno entre 1991 y 1995, así como ministro de Defensa. Por su parte, el primer partido de la oposición ha hecho lo propio: "Nosotros ahí no entramos".
En rueda de prensa en Génova este lunes, el número tres del PP, Elías Bendodo, se ha limitado a asegurar que "desconocía la información". En esa línea, y tras la reunión del Consejo de Ministros celebrada en la Moncloa, miembros del Gobierno de Pedro Sánchez no han querido expresar su opinión respecto a los hechos relatados por Serra.
El que fue hombre fuerte de González en su recta final al frente del Ejecutivo reconoció que los servicios de inteligencia se dedicaban a alquilar chalés al monarca para que acudiera con sus amantes. "Para que, al menos, lo hiciera dentro de un control", explicaba el exdirigente catalán.
A su juicio, "el asunto grave" de Juan Carlos I fue "el económico", ya que "la opinión pública española suele ser muy flexible en relación a los devaneos que pueda tener un político". Serra justificó la actuación del Gobierno del que formaba parte en la necesidad de "apuntalar totalmente la figura del Rey", especialmente "tras el 23-F".
Reacción de Ciudadanos
Esta confesión de Narcís Serra, cuatro décadas después de la primera victoria del PSOE en las urnas, han generado un gran revuelo mediático. Las dos principales formaciones políticas, protagonistas en aquel momento con los mismos roles que desempeñan ahora, Gobierno y oposición, han desechado expresar su parecer.
Por el contrario, Ciudadanos ha optado por explayarse, considerando que las palabras de Serra suponen "la confesión de un hecho gravísimo, que refleja un indeseable e intolerable uso de las instituciones del Estado".
Según la formación naranja, "el PSOE no ha rendido cuentas por aquel escándalo que ahora confirma el exministro, y que el gobierno del PP contribuyó a tapar cuando accedió al poder".
La formación que dirige Inés Arrimadas lamenta que "el bipartidismo, aliado con el nacionalismo, ha hecho mucho daño a las instituciones con casos como ese".
A día de hoy, prosiguen fuentes del partido naranja, "sigue siendo así, y no hay más que ver la reciente decapitación de la directora del CNI por parte de Sánchez, para contentar a ERC, o el lamentable espectáculo en torno a la negociación sobre el CGPJ y el TC".
Según Ciudadanos, en España "urge una agenda reformista que garantice la limpieza, transparencia y buen funcionamiento de instituciones fundamentales del Estado".