El presidente del Gobierno ha arremetido con saña contra el reciente informe del Banco Central Europeo (BCE) que criticaba el nuevo impuesto a la banca que quiere implantar su Gobierno. De hecho, Pedro Sánchez ha culpado personalmente a Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, de la redacción del dictamen.
El mandatario español ha recordado con ironía que "le conocemos bien en la política española". Y posteriormente, lo ha definido como "el ministro de Economía del Partido Popular que fue el responsable del rescate bancario, y que dijo que no costaría un euro a los españoles y antes era directivo de Lehman Brothers".
En una comparecencia de prensa conjunta con António Costa, primer ministro de Portugal, el jefe del Ejecutivo español ha asegurado que, más allá del duro y detallado dictamen del supervisor bancario europeo, seguirá "adelante con la hoja de ruta del Gobierno en este tributo".
Según Sánchez, "a la luz de los beneficios que están disfrutando los bancos en esta crisis, está justificado que arrimen el hombro un poquito con lo que están sufriendo los españoles".
El presidente se ha llegado a mofar de las últimas declaraciones de De Guindos, que ha dicho que forma parte de su trabajo "colaborar" con los gobiernos nacionales: "Agradezco sus ganas de ayudar", ha dicho el presidente en Viana do Castelo (Portugal), "y tomamos nota, estudiaremos el informe, pero seguimos con la hoja de ruta de PSOE y Unidas Podemos. Crearemos este importante impuesto".
El dictamen del BCE advierte sobre los efectos negativos que el tributo, tal cual está diseñado, podría tener sobre el sector bancario, como daños en la rentabilidad, la competencia, la solvencia y la concesión de crédito. También alerta sobre los riesgos de no trasladar el coste del impuesto a los clientes. E, incluso, sugiere cambios en la redacción para clarificar algunos aspectos.
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A este respecto, Sánchez ha sido preguntado directamente sobre cómo pretende el Gobierno evitar su Gobierno que los bancos trasladen los sobrecostes del tributo a los clientes: "Tanto PSOE como Unidas Podemos, las dos formaciones que sostenemos este Gobierno, hemos dejado claro en la redacción de la norma que no se puede trasladar el impuesto a los ciudadanos". No dio detalles.
La comparecencia conjunta con Costa ha girado en torno a los temas más importantes de la 33ª Cumbre Hispano-Portuguesa, celebrada este viernes entre Braga y Viana do Castelo. Poco antes, ministros de ambos Gobiernos habían firmado hasta 11 acuerdos centrados en la innovación científica y tecnológica, sobre todo en el campo de la industria, la investigación y la energía.
Cumbre Sánchez-Meloni
En ese punto, las intervenciones de ambos mandatarios se han detenido profusamente en los detalles del acuerdo del pasado 20 de octubre, alcanzado en Bruselas, con el presidente de la República Francesa, Emmanuel Macron, para el proyecto BarMar.
El nuevo corredor de energías verdes que debe conectar la Península Ibérica con el resto de Europa vivirá un momento clave el próximo 9 de diciembre, en una reunión a cuatro, en la que participará también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en Alicante.
La cita antecederá a la reunión anual del Med-9, la cumbre de los países del sur de Europa, bañados por el Mediterráneo, que hubo de suspenderse hace algo más de un mes, cuando Sánchez dio positivo por coronavirus a su regreso de la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York.
Sánchez ha revelado que en Alicante se reunirá por primera vez de manera bilateral con Giorgia Meloni, flamante presidenta del Consejo de Ministros de Italia. "Tuve la oportunidad de hablar con ella por teléfono hace dos días", ha desvelado el jefe del Ejecutivo español, "y me sorprendió que habla un español perfecto".
El enfrentamiento ideológico de la mandataria transalpina con los dos líderes socialdemócratas es evidente. Ambos lo han constatado en la rueda de prensa y Costa ha llegado a asegurar que "como persona y como líder político trabajo para que la extrema derecha no contamine a la derecha democrática, aunque no debo pelearme con ninguno de mis colegas elegidos democráticamente".
Por su parte, Sánchez ha explicado que en esa reunión bilateral insistirá a la líder neofascista en que "cuando España e Italia trabajan juntas pasan cosas buenas" y en que "las relaciones bilaterales deben estar por encima de quiénes ocupan los cargos".