Algo más de 35.000 inscritos por Internet y un salón de actos a medio llenar. Así fue la apertura del año electoral para Podemos, una exhibición de músculo en la Universidad Complutense de Madrid para presentar a los candidatos que se presentarán a las elecciones autonómicas. Eso sí, sin esperar a los anuncios de Izquierda Unida ni de las confluencias.
En medio de un proceso de transformación del espacio político, con una Yolanda Díaz cada vez más alejada de las riñas orgánicas, los morados terminan este fin de semana el proceso de primarias que empezó el 26 de octubre y presenta a sus ganadores durante su Universidad de Otoño, el foro de preparación interna antes de las elecciones.
El objetivo de Podemos es evitar que vuelva a repetirse lo sucedido en Andalucía, donde se quedaron fuera del pacto de coalición y con una candidata desconocida para la gente de a pie. El debate sobre el fin de la marca Unidas Podemos, además, sigue encima de la mesa y atiza sobre todo a una lista de candidatos con poco tirón electoral en un momento en el que cuentan con pocos amigos en el espacio.
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"Ni un minuto más a las mierdas internas. Ahora vamos a hacer política, política y política", inició el acto Jesús Santos, secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid. La situación es de incertidumbre, con los morados luchando por imponerse como líderes de la izquierda más allá del PSOE, pero con una marca cada vez más desgastada en favor de la vicepresidenta, Yolanda Díaz, y su proyecto Sumar.
Aun así, en el partido sacan pecho de los números de participación en las primarias (35.110 personas), bajo comparado con otros años, pero positivo, teniendo en cuenta que faltan seis meses para las elecciones, cuando las bases no están todavía tan movilizadas.
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Lo importante era demostrar unidad –interna– durante esta Universidad de Otoño. Por el foro se pasaron, además de varios candidatos, algunas de las caras más reconocibles del partido, como el portavoz Pablo Echenique o la secretaria de Organización, Lilith Verstrynge. Hasta hizo una breve aparición al inicio la ministra Ione Belarra, que se encuentra de baja por maternidad. Pero nadie de Izquierda Unida ni de las confluencias.
Verstrynge, principal encargada de engrasar la maquinaria interna para mayo, fue la primera en reconocer a los candidatos les espera "un año muy duro", aunque luego rectificó para añadir que también será "muy bonito y muy ilusionante"."Los tiempos nuevos necesitan ideas nuevas, y las ideas no vienen si no tenemos organización", ha lanzado, un guiño evidente a las voces internas que hablan de polémicas y riñas dentro del espacio.
"En Podemos, ser candidato significa que va a empeorar tu vida personal", complementó Echenique. En el partido dan por hecho que los ganadores de sus primarias van a liderar las distintas candidaturas autonómicas y que, en todo caso, los de Izquierda Unida irán detrás en la lista. "Dicen que hemos fracasado para no decir que hemos conseguido más que ninguna fuerza de izquierdas en este país en 80 años", lanzó. Otro guiño a sus socios.
Ahora, el plan que desvelan desde la Secretaría de Organización –Verstrynge– es potenciar el papel de sus candidatos, que en caso de que haya coaliciones serán los encargados de negociar las fórmulas. En paralelo, el partido ha puesto en marcha un campus virtual para cargos y militantes con distintos seminarios y talleres que se irán habilitando de forma progresiva para sacar músculo y organizarse de cara a las elecciones.
El partido de Belarra es consciente del panorama complejo al que se enfrentará este 2023. La elevada inflación y la crisis interna que mantienen con IU y Yolanda Díaz dificulta el final de legislatura, donde empiezan a desvestirse algunas de las tibias costuras que escenificaban con el PSOE. En el Congreso de los Diputados, aún a día de hoy, siguen librando sus propias batallas.
Los candidatos
La única sorpresa de las elecciones la ha dado el Principado de Asturias. El sector crítico de Covadonga Tomé dio la campanada y se impuso a la lista oficial, amadrinada por Ione Belarra. Esta reconquista ha llegado después de que Madrid la apartara del poder hace 11 meses en unas primarias salpicadas de tensiones y sanciones. En La Rioja, a su vez, la candidata oficial no logró los avales suficientes y dejó vía libre a Raúl Pérez, que no forma parte del aparato pero tampoco es especialmente crítico.
En el resto de las comunidades autónomas no ha habido sorpresas. En Aragón queda proclamada la líder autonómica Maru Díaz; en la Comunidad Valenciana el vicepresidente del Ejecutivo regional, Héctor Illueca; en Canarias la consejera autonómica Noemí Santana; en Madrid la coportavoz estatal Alejandra Jacinto.
Por su parte, Extremadura repite con la coordinadora autonómica Irene de Miguel, Baleares se proclama a la diputada nacional Antònia Jover; en Murcia la diputada autonómica María Marín; en Navarra la líder Begoña Alfaro y Cantabria oficializa como candidata a la responsable de Sociedad Civil del Gobierno regional, Mónica Rodero.