El Partido Popular ha registrado este jueves en el Congreso de los Diputados sus enmiendas a la proposición de ley de PSOE y Podemos que gravará temporalmente los beneficios del sector energético y la banca. Los populares han recurrido a la normativa europea y a sus últimas propuestas para minorar la subida de las hipotecas.
Concretamente, para rechazar la creación del impuesto a las empresas energéticas, el principal partido de la oposición se ha basado en el Reglamento de la Unión Europea, reproduciendo cada uno de sus puntos. Es decir, los populares proponen que la nueva figura fiscal se ciña a los términos que plantea Bruselas.
Según explican fuentes del Grupo Parlamentario, "hacer algo diferente a lo que dice Europa tiene varios riesgos". Entre otros, añaden, que "el impuesto sea declarado contranorma. Por lo que habría que devolver el dinero recaudado, asumiendo este coste el conjunto de los españoles".
El equipo de Cuca Gamarra en la Cámara Baja recuerda que Feijóo ya se abrió a votar a favor de una iniciativa del Gobierno que fuera en línea con lo que puso sobre la mesa la Comisión Europea. "Una figura tributaria que grave los beneficios extraordinarios de las empresas, no la facturación".
El Gobierno, en palabras de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, aseguró que se adaptaría el gravamen tras conocerse la propuesta comunitaria. Sin embargo, el PP denuncia que no ha sido así: "No conocemos ninguna adaptación hasta la fecha".
Gravar un 33% de beneficios
Por eso ahora la formación conservadora insiste en gravar con un 33% los beneficios extraordinarios, calculados como aquellos que excedan un 20% los obtenidos en ejercicios anteriores. Igualmente, piden que el impuesto se limite a energías fósiles, con lo que quedarían fuera algunas empresas energéticas.
En cuanto a la recaudación, desde el equipo económico de Génova subrayan que gracias a la inflación el Estado contará con unos recursos extraordinarios. Por ello, alegan, el dinero que se genere a través de este impuesto "debe ir a las familias. Porque esto no va de recaudar, va de redistribuir", subrayan.
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En el ámbito financiero, el Partido Popular recuerda que el Banco Central Europeo ha dado recientemente un varapalo a Moncloa con un dictamen en el que no sólo cuestiona el gravamen, sino que augura que casará un daño a la solvencia bancaria y un frenazo al crédito.
Los populares consideran, en este caso, que las dos formaciones que sustentan el Gobierno deberían retirar del Congreso el gravamen a la banca tras el veredicto de la autoridad monetaria. A cambio, piden aprobar un paquete de ayudas enfocado a capear el efecto de la subida de los tipos de interés en las familias.
Propuesta del PP
Entre otras cuestiones, defienden relanzar el código de buenas prácticas, alargar la vida de las hipotecas por cuotas más bajas, deducción por compra de vivienda habitual para rentas de hasta 60.000 euros y la creación de un fondo dotado con aportaciones que procederían principalmente del sector bancario.
En los últimos días el equipo económico que dirige Juan Bravo en el Partido Popular ha puesto números sobre la mesa. Recientemente el propio vicesecretario detalló que la deducción hipotecaria "tendría carácter temporal —dos años—, alcanzaría a rentas de hasta 60.000 euros y supondría un ahorro máximo de 750 euros".
Por último, los populares han cargado duramente contra el Gobierno por los métodos del Ejecutivo para aprobar los gravámenes: a través de una proposición de ley con la firma de PSOE y Podemos, lo que evita la supervisión de órganos preceptivos.
De hecho, el portavoz adjunto del PP en el Congreso, Jaime de Olano, también se ha referido este jueves a la vía elegida por Moncloa para aprobar el impuesto a las grandes fortunas. Como adelantó EL ESPAÑOL, será a través de una enmienda (registrada en las últimas horas) a la proposición de ley de los citados gravámenes.
Esto, según el dirigente popular, es un "verdadero atropello al procedimiento legislativo y a las instituciones" por parte del Gobierno. Y es que de esta manera, denuncian en el PP, el resto de grupos no pueden enmendar el nuevo tributo, llamado Solidaridad.