Como si de una necrológica se tratase, el comunicado del Partido Popular por el anuncio del Gobierno de reformar el delito de sedición parecía llevar quince días guardado en un cajón de Génova. Concretamente desde el jueves 27 de octubre, cuando este asunto hizo saltar por los aires el pacto para renovar el Poder Judicial.
Según el equipo de Alberto Núñez Feijóo, "las leyes en España no pueden redactarse en la sede de ERC por la conveniencia política de Sánchez". En esa línea, argumentan los populares, "ni la Constitución ni el Estado de derecho pueden rendirse a las necesidades de ningún dirigente político, y menos a las de aquellos que se levantaron contra la nación".
En cuestión de minutos el PP reaccionó con toda su artillería a la confirmación de Pedro Sánchez en La Sexta de que PSOE y Podemos presentarían en horas una propuesta conjunta para redefinir la sedición en España, que pasará a ser "desórdenes públicos agravados".
En el PP se congratulan de su decisión de dejar en suspenso -ya definitivamente rotas- las negociaciones para renovar la cúpula de los jueces. Consideran que los hechos les han dado la razón, y que el pacto con ERC que ahora aflora, demuestra que mientras Sánchez negociaba con Feijóo el Poder Judicial, pactaba con los separatistas suprimir la sedición.
Las palabras de María Jesús Montero, ministra de Hacienda, reconociendo en el debate de Presupuestos ante ERC la intención de llevar a la Cámara Baja una reforma del Código Penal, desencadenaron la ruptura de las negociaciones.
Hasta entonces, el Gobierno había asegurado en privado al PP que no había intención de acometer la rebaja de la sedición, un escollo insalvable para los populares. Con este anuncio público de Sánchez, la formación sostiene que tomó la decisión correcta.
"Como partido político nos reafirmamos: habrá entendimiento entre las dos grandes fuerzas de España. Pero será con este PP y otro PSOE. Uno en el que no esté un Pedro Sánchez, que hoy ha humillado a una nación que merece un Gobierno más digno del que hoy padece", señalaba la formación en un comunicado.
"El presidente del Gobierno ha confirmado que el Código Penal de nuestro país es la moneda de cambio con el independentismo para facilitar su permanencia en el Palacio de la Moncloa un año más", añadía.
"Indigno del PSOE"
Después de que el presidente del Gobierno defendiera la idoneidad de "homologar" el delito de sedición a otros países europeos, Génova consideraba exactamente lo contrario. En opinión del PP ningún país del bloque comunitario "tocaría el delito de sedición de la mano de los sediciosos".
El PP acusa a Sánchez de renunciar a ser el "presidente de todos los españoles". "Porque España no comparte las prioridades políticas de un Gobierno rendido a políticos fugados o a dirigentes con sentencia firme por utilizar instituciones autonómicas contra España y contra su unidad territorial", remarca.
Génova tachó al jefe del Ejecutivo en su rápido comunicado de no ser "digno de la tradición democrática del PSOE". Por otro lado, emplazó a sus filas a "no callar ante este episodio", que califican como una "barbaridad política".
[Sánchez anuncia que presentará la rebaja del delito de sedición este viernes en el Congreso]
Apelando de una manera directa a otros dirigentes socialistas, los populares aseguran que "el silencio de sus mandos intermedios es una traición a los valores que un día decidieron representar".
Cuca Gamarra, número dos de la formación y portavoz en el Congreso dijo que Sánchez "paga puntualmente a sus socios las hipotecas que le permiten seguir en Moncloa a costa de la igualdad ante la ley. Ahora un Código Penal a la medida de los sediciosos para sacar los Presupuestos... ¡Alto precio para los españoles!", afirmó.