El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente de China, Xi Jinping, y sus respectivas delegaciones se han reunido este martes en los márgenes del G20 que se celebra en Bali, Indonesia. El primero de los asuntos que han abordado en el encuentro, de 40 minutos, ha sido la guerra en Ucrania. Sánchez "ha apelado a su interlocutor para que utilice su influencia como potencia estabilizadora para que Vladímir Putin ponga fin al conflicto", ha informado la portavoz del ejecutivo, Isabel Rodríguez.
Sánchez también ha preparado el terreno de cara a la presidencia de turno de la Unión Europea (UE) que ostentará España en el segundo semestre de 2023 y "ha trasladado -a Xi- su voluntad de que se dé un impulso a las relaciones de los Veintisiete con China". El español "ha insistido" a su homólogo sobre los beneficios de la "reciprocidad" ya en este caso de nuestro país con China y de la "cooperación en el ámbito cultural y de turismo".
Por su parte, Xi ha expresado a Sánchez su deseo de que las empresas chinas reciban un trato "justo, transparente y no discriminatorio" en nuestro país, del mismo modo que dará la bienvenida a todas las compañías españolas que quieran ingresar en su mercado.
Sánchez y Xi han apurado el tiempo al final de la jornada de trabajo, antes de acudir a la cena de gala de la cumbre, en la que se ha visto a Sánchez acompañado de su mujer, Begoña Gómez, directora de la cátedra extraordinaria en Transformación Social Competitiva de la Universidad Complutense de Madrid.
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Durante esa jornada de trabajo, en su turno de intervención, Sánchez se ha dirigido al resto de líderes del G20, incluido el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, para solicitar la retirada "inmediata" rusa de los territorios ocupados en Ucrania. El Kremlin, ha defendido el presidente español, libra "una brutal e injustificada guerra de agresión".
Segundo encuentro
Se trata del segundo encuentro entre Sánchez y Xi. El primero fue hace exactamente cuatro años, en noviembre de 2018, en una visita de Estado del líder comunista. Aunque impulsada por el Gobierno de Mariano Rajoy, fue Sánchez el presidente que recibió a su hoy interlocutor en Bali y quien decidió dar máxima trascendencia a la ocasión, elevando las relaciones entre ambos países como "estratégicas" en un contexto de creciente peso de las inversiones chinas en nuestro país.
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En ausencia de Putin, Xi ha acaparado toda la atención en Bali, por encima incluso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, con quien mantuvo este lunes una fructífera reunión que sirvió para calmar la creciente tensión desde la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. Washington considera a Pekín "el desafío geopolítico más importante" en cuanto a que es "el único competidor que quiere remodelar el orden internacional", con poder "económico, diplomático, militar y tecnológico" para lograr ser "primera potencia".
Xi ostenta todo el poder tras el reciente XX Congreso del Partido Comunista de China. Su Gobierno percibe a Estados Unidos, al menos antes de esta 'tregua' de Bali, como "la gran amenaza para el orden mundial". Tras este congreso y en el contexto de una guerra que está separando y redefiniendo bloques, nadie quiere estar lejos de Biden o Xi. En apenas cinco meses, Sánchez ha logrado reunirse con los dos.