El PSOE achaca a la ley de Irene Montero el efecto bumerán a favor de los violadores
María Jesús Montero abre la puerta a revisar la norma, mientras Unidas Podemos sostiene que los jueces están interpretando mal la Ley del 'sí es sí'.
16 noviembre, 2022 02:36En cuanto este martes se confirmó que la llamada Ley del sólo sí es sí abre la puerta a rebajar las penas a condenados por delitos sexuales, el Ministerio de Igualdad liderado por Irene Montero ha reaccionado cargando contra los jueces. Los dirigentes del partido morado han cerrado filas en torno a la ministra: no culpan del desastre a su ley estrella, sino a la aplicación que "la justicia machista" ha hecho de ella.
Sin embargo, desde el PSOE han sido tajantes al respecto. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, no señaló a los jueces, sino que apuntó directamente hacia el texto de la norma.
"Creo que después de alguna sentencia que se ha dictado al amparo de la ley, hay que estudiar esta cuestión. Hay que estudiar las sentencias con detenimiento porque, evidentemente, no era el objetivo de la ley que se pudiera rebajar las penas con motivo de abusos a menores, sino todo lo contrario", aseguró la ministra en los pasillos del Senado.
De este modo, la titular de Hacienda aboga por analizar primero las sentencias y luego estudiar "el texto legal" de la ley. El ala socialista del Gobierno cuestiona así la labor del Ministerio de Igualdad gestionado por Unidas Podemos, como responsables del efecto bumerán que ha tenido la norma, aprobada por las Cortes hace apenas dos meses y medio.
La delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, ha cargado también contra la justicia y ha asegurado que los pocos casos conocidos no ameritan bajadas de condenadas.
"Los códigos penales se equiparan completos. Es evidente que hay un error y que no se ha leído el articulado completo", ha criticado Rosell en rueda de prensa. Sobre la bajada de las condenas, la magistrada asegura que los jueces hicieron una lectura superficial de la ley, puesto que lo que hace la nueva norma es "poner el consentimiento en el centro por lo que, si hay engaño, no puede haber consentimiento".
El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) ya advirtió en esta misma línea, apuntan fuentes del ministerio. "Los estereotipos pueden hacer que los jueces interpreten erróneamente las leyes o las apliquen en forma defectuosa", explican citando al organismo.
Tremendo. Un tribunal decide rebajar la pena por agresión sexual a menor, que sigue siendo de 5-10 años. (Art. 181.2 CP). Para rebajar, obvia el abuso de superioridad del padrastro (181.4)
— Mª Victoria Rosell Aguilar (@VickyRosell) November 15, 2022
Ya lo dijo el comité CEDAW: la justicia machista crea impunidad.
El problema no es la ley. https://t.co/71KFDLPwdg
Ley contra jueces
Las actuaciones judiciales a las que se refería María Jesús Montero son las resoluciones dictadas por las secciones 15 y 17 de la Audiencia Provincial de Madrid, aunque ha habido más. En uno de estos casos, se ha rebajado a seis años de condena para un abusador sexual que había sido condenado a ocho.
Se trataba de un hombre que había realizado tocamientos a la hija de su pareja y que había penetrado por la boca a la menor. Como fue condenado a la pena mínima y la misma ha sido rebajada, su condena ha descendido al pedir su abogado la revisión. En Igualdad no dan crédito.
El argumento que esgrimen en el ministerio es que "ni la mejor ley puede evitar la interpretación voluntarista de un tribunal". El juez encargado de la rebaja, en este caso, redujo la pena de cárcel por interpretar que no había relación de superioridad —ya que no había parentesco directo— ni violencia en los hechos.
También se ha absuelto a un exprofesor de inglés de tres condenas por intimar con alumnos suyos, de edades comprendidas entre los 16 y los 18 años. El docente les ofrecía pequeñas cantidades de dinero a cambio de tocamientos o de que le dejasen practicar felaciones y hacer fotografías.
La Audiencia Provincial de Madrid, en su revisión de la sentencia, se acogió así al supuesto en el que no existió ni violencia, ni intimidación, ni superioridad, ni vulnerabilidad. La ley sólo admite los tipos más bajos —los que se han aplicado estos días— cuando no se dan esas circunstancias, que es lo mismo que interpretan los jueces.
Antes de la Ley del sólo sí es sí, esa conducta era constitutiva de delito porque había una relación de confianza o autoridad del profesor a la víctima. Pero la norma impulsada por Irene Montero estableció que, a partir de los 16 años, no hay delito si hay consentimiento del menor.