A última hora del lunes, Fernando Grande-Marlaska cedió a la presión, acorralado por todos los grupos parlamentarios. Desde Vox hasta Bildu, pasando por el Mixto y Unidas Podemos, todos le daban la razón al Partido Popular, y exigían al ministro del Interior que remitiera "todos los vídeos" del 24 de junio en el paso del barrio Chino de Melilla, en cuya avalancha y represión policial murieron entre 20 y 40 migrantes subsaharianos.
Estas imágenes "desmienten la versión" del ministro, según votaron todos los portavoces, menos el del PSOE, al acordar la comparecencia del ministro, el próximo 30 de noviembre, ante el pleno. El pasado 21 de septiembre, Marlaska defendió que se dio una "actuación proporcionada" en la frontera. Y que los hechos trágicos "tuvieron lugar en territorio soberano de otro país".
La indignación en la Cámara Baja era palpable este lunes por la tarde, cuando el presidente de la comisión de Interior del Congreso, José Luis Ábalos, confirmó que los vídeos se podrían ver "el viernes en la sede del Ministerio". Según los portavoces consultados por este periódico, ésta era una maniobra "torticera" del PSOE para retirar a los diputados del foco mediático, y hurtarles su "labor de control al Gobierno".
Es más, fuentes del PSOE confirmaban a este diario que el visionado de los vídeos no era un sometimiento al control del Legislativo sobre el Ejecutivo, sino "una invitación del Ministerio para demostrar su voluntad de transparencia".
Y que lo aprobado la semana pasada en la junta de portavoces se limitaba a la comparecencia del ministro en pleno el próximo miércoles 30 de noviembre. Es decir, cinco meses después de los hechos, y dos meses largos después de asegurar en otra comparecencia ante la Cámara Baja que "no hubo muertos en el lado español" ni los gendarmes marroquíes "operaron fuera de su territorio soberano".
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Todas esas afirmaciones de Marlaska quedaron "desmentidas" por los vídeos emitidos por la BBC hace unas semanas y por los que pudieron visionar los diputados de la comisión de Interior del Congreso en una reciente visita a Melilla. Ahí, también todos los grupos, desde Vox a Bildu, pasando por el PP y Unidas Podemos, acusaron al ministro de haber "mentido" al Congreso.
Las pruebas del PP
Pero lo cierto es que la decisión de que Marlaska comparezca el 30 de noviembre ante el pleno nace de una petición de los populares, registrada una semana antes, y de la que ya informó este periódico el pasado 13 de noviembre.
El PSOE, la semana pasada, se vio obligado a aceptar esta comparecencia, porque hasta los socios minoritarios y morados del Gobierno la exigían. Pero el texto registrado por el PP reclamaba "que la comparecencia se acompañe del visualizado de todas las cámaras de seguridad del perímetro de la frontera de Melilla con Marruecos durante las horas que se han producido los fatídicos hechos" [consulte el documento en PDF].
Por eso, "era falso que Marlaska nos estuviera ofreciendo transparencia", remarcan a este diario fuentes del PP. "Reclamamos lo que se había votado y ya teníamos un recurso preparado si nos imponían una cacicada". Los populares han registrado un recurso, al que ha tenido acceso este periódico, para exigir que se visualicen "a puerta abierta y con un responsable político presente".
Ahora, la pelea está en quién acompañará a los diputados en la sala que, a puerta cerrada, servirá de cine en el Congreso para ver las imágenes. Fuentes del PP exigen que haya un responsable político, para someter al Gobierno a un control del Legislativo. Mientras, el Ministerio asegura que lo "adecuado" es que sea un representante de la comandancia de la Guardia Civil "que explique los hechos".
En el seno de la formación popular tienen la sensación de que el Gobierno de Pedro Sánchez está jugando a arrinconar al PP "de la mano de Bildu" y "contra la Guardia Civil". Pero, de momento, si ésa es la intención, lo único que ha logrado el Ejecutivo es que todos los grupos, incluidos los representantes de una parte del Gobierno, señalen a Marlaska.
Si el PP logra que en esto también ceda Interior, lo que es seguro es que el responsable político del Gobierno que acompañe a los diputados en el visionado de las imágenes no será el ministro. Marlaska se ausentará este viernes, fecha elegida por su Ministerio para el visionado de los vídeos, camino de un Consejo extraordinario de ministros del Interior de la UE... convocado por la presidencia checa, precisamente, para intentar avanzar en el pacto europeo de migración y asilo.