El Gobierno va a aprobar este jueves sus terceros Presupuestos Generales del Estado. Lo hará "en tiempo y forma", como gusta decir a Pedro Sánchez, pero además con una holgada mayoría. Y eso que ERC, otrora socio indispensable del Ejecutivo, ha querido ocultar hasta el final cuál será el sentido de su voto.
A lo largo de esta semana, el Gobierno ha ido sumando con cuentagotas apoyos para aprobar sus cuentas para el año 2023 y llega a la votación de este jueves con 175 votos a favor confirmados, seguramente 160 en contra y una abstención. Los independentistas catalanes cuentan con 13 escaños, pero no son imprescindibles porque basta con una mayoría simple.
Ya sólo los apoyos confirmados suman más de los que Pedro Sánchez tuvo en su investidura de 2020 (167 a favor). Y si ERC finalmente se decanta por el sí, que es lo previsible, repetirá los 188 que consiguió tanto en los Presupuestos de 2022 y 2021. Además, se trata de las últimas cuentas que se aprobarán antes de que acabe la legislatura, con las próximas elecciones generales programadas para diciembre del año que viene.
[Órdago a ERC: el Gobierno sólo aprobará la reforma de la sedición si no se rebaja la malversación]
Esta situación inyecta una dosis de ánimo al Ejecutivo, que podrá presumir de capacidad para conseguir consensos y garantizar la estabilidad. Además, la intención de Moncloa es que no haya enmiendas en el Senado. De ser así, conseguirán que los Presupuestos no sean devueltos al Congreso y vean la luz verde a principios de diciembre.
La votación de este jueves es un balón de oxígeno para el Gobierno tras concatenar dos semanas complicadas tras el anuncio de la reforma del delito de sedición, la posibilidad de incluir en las enmiendas una reforma también de la malversación y la polémica por la reducción de penas a condenados por delitos sexuales al albur de la Ley del 'sólo sí es sí'.
Muchas concesiones
Con la calculadora en la mano, a favor de los Presupuestos votarán los 120 diputados del PSOE, 33 de Unidas Podemos, 6 del PNV, 5 de EH Bildu, 4 del PDeCAT, 2 de Coalición Canaria, 3 de Más País, 1 del PRC y la ex de Podemos Meri Pita. 175 en total.
En cambio, por el no se decantarán prácticamente el resto de los diputados del Congreso, previsiblemente 160, aunque los 4 de Junts y 2 de la CUP podrían abstenerse. Quien sí ha confirmado la abstención ha sido el diputado del BNG. Hay que tener en cuenta, además, que el escaño del exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez sigue vacante.
Pero para conseguir ese apoyo mayoritario, el Gobierno ha tenido que hacer numerosas concesiones, algunas muy polémicas, como la otorgada a EH Bildu para que se retire a la Guardia Civil de Tráfico de Navarra.
El PNV, a pesar de que recientemente se ha sentido traicionado por el Gobierno porque ha sido excluido -en favor de EH Bildu- del pacto para que el País Vasco gestione el futuro impuesto a la banca, al final ha mostrado su apoyo a las cuentas porque, según dijo su portavoz en el Congreso, el Ejecutivo ha aceptado el 70% de las enmiendas que había presentado.
Uno de los últimos en mostrar su apoyo fue el PDeCAT, que acabó anunciándolo tras conseguir que el transporte público por carretera que gestiona el Estado sea gratis. Se trata de una medida que puede afectar a unos 15 millones de españoles.
¿Y Esquerra Republicana?
En cuanto a Esquerra Republicana, los independentistas están guardando para el último minuto el sentido de su voto. Su intención, en todo momento, aseguran, es seguir priorizando las negociaciones que tienen con el Gobierno. Por eso no presentaron enmiendas a la totalidad del Presupuesto, pero aún no firman el sí.
El objetivo de ERC es que se cumplan lo que llaman "compromisos para resolver el conflicto político" en Cataluña y que se concreten las reformas del Código Penal que se llevarán a cabo. Al margen de la reforma del delito de sedición, que ya cuentan con ella, está la reforma del delito de malversación.
Sin embargo, el Gobierno ha dejado clara su postura. Según adelantó EL ESPAÑOL, no habrá problema en sacar adelante la reforma de sedición -a fin de cuentas, la presentaron PSOE y Unidas Podemos-, pero el delito de malversación tendrá que ir por separado y más adelante, quizás en enero.
El hecho de que ERC ya no es estrictamente necesario para aprobar los Presupuestos refuerza la postura del Gobierno, pero eso no implica que haya concesiones en el futuro para sacar adelante otras normas en lo que queda de legislatura.