Los tres últimos secretarios generales del Partido Popular: María Dolores de Cospedal, Teodoro García Egea y Cuca Gamarra, acudieron este miércoles en Madrid a la puesta de largo de la novela de vampiros de Esteban González Pons. Un reencuentro que transcurrió entre lo humano y lo divino, la comedia y la realidad; y en el que resucitó el PP de Mariano Rajoy, encargado de presentar la obra.
"El mejor Rajoy", matizó el actual vicesecretario de Institucional de la formación, que destacó la vigencia de lo escrito en su última obra: El escaño de Satanás, Espasa. "Miren al Congreso real esta mañana. Vampiros, tumbas, lenguas cortadas, partidos radicales. ¿Qué ocurre en la novela que no ocurra en la realidad?", dijo González Pons.
Con el eco del duro ataque proferido por Irene Montero al PP en el Hemiciclo, "promueve la cultura de la violación", el expresidente del Gobierno y el "escritor antes que político", consiguieron congregar a medio centenar de viejas glorias populares junto a los actuales dirigentes de la formación conservadora.
Las viejas glorias del PP
Allí estuvieron los expresidentes del Congreso, Luisa Fernanda Rudi y Jesús Posadas; la exvicepresidenta, Celia Villalobos; los exministros Íñigo Méndez de Vigo, José Manuel Soria, Ana Mato, Fátima Báñez, Miguel Arias Cañete e Isabel García Tejerina; el exvicepresidente del Gobierno, Javier Arenas; la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; y otros nombres como Rafael Hernando, Borja Sémper o Carlos Iturgaiz, entre otros.
También hicieron acto de presencia el actual presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo y varios miembros de su ejecutiva: Miguel Tellado, Juan Bravo y Carmen Navarro. Además de un nutrido grupo de diputados populares y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida.
Rajoy elogió el libro de González Pons. "Es un libro valiente y que dice verdades como puños". Y durante su intervención, tiró de humor y provocó en varias ocasiones las carcajadas de los allí presentes. "Es una obra de ficción. Parece cierto o similar a la realidad. O no", pronunció en uso del lenguaje más rajoyista.
Entre los pasajes del libro, el expresidente quiso destacar uno en particular para sentenciar: "No nos culpemos por haber ostentado un cargo público. Cuando un país deja de tomar en serio a los políticos, ocurre lo que está a punto de suceder en España, que los que no creen en la política ocupan el poder".
También leyó otro capítulo controvertido. "He contemplado mucha más crueldad en la política que en el infierno y yo soy una de esas personas que ha ido a los dos sitios. Los políticos, además, son vanidosos en extremo. Desean ser famosos, reconocidos, idolatrados. La política produce frustraciones sexuales".
Aunque, acto seguido, celebró: "Menos mal que un poco más adelante podemos leer, 'Si me preguntasen si me volvería a meter en política diría sí, sí y mil veces sí'".
Con este resumen, Rajoy subrayó que la fábula de González Pons es "valiente" y "merece la pena". A su juicio, dice "verdades como puños" y "describe muy bien situaciones que conoció y similares". "Y hace comentarios que muchos compartimos y no publicitamos", añadió.
El también eurodiputado popular, por su parte, agradeció las palabras del expresidente, al que describió como una "buena persona". "Cuando uno afronta un reto tan delicado como este, conviene que busque a una buena persona que sea el mejor abogado defensor posible. El presidente Rajoy está aquí por ambas cosas, es buena persona y es el mejor", destacó.
Por último, una compañía teatral interpretó un fragmento del libro. "Una fábula sobre la actualidad, un esperpento que nos permite reír y morir de miedo a la vez, una metáfora que trata de España. Y un retrato al natural de nuestros políticos; de los buenos, pero también de los mordidos por el mal. Porque, sabedlo, en el parlamento español, Satanás tiene su propio escaño", reza la sinopsis.
A la salida de la presentación, los tradicionales corrillos que se forman entre políticos para comentar la jugada, se centraron en las incógnitas arrojadas por la novela. "¿Quién será Monchito? ¿Y Marga?", comentaban las viejas glorias del PP con las actuales promesas.