Sánchez se abre ahora a "algún retoque técnico" a la Ley del 'sí es sí' tras las rebajas de condenas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha abierto este martes y por primera vez a modificar la llamada Ley del 'sí es sí' tras conocerse las rebajas de penas a condenados por delitos sexuales. El presidente ha dicho que si necesita "algún retoque técnico", se hará. 

Desde que entró en vigor la norma impulsada por el Ministerio de Igualdad, hace 60 días, se han conocido ya 52 rebajas a condenados por delitos sexuales, tal y como ya ha publicado este diario. Entre todos ellos, 12 presos han podido salir de prisión.

La primera en hablar de la necesidad de revisar la norma fue la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en el último debate entre Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Senado. Sin embargo, desde Moncloa la contradijeron, defendieron a Irene Montero, y aseguraron que había que esperar a que el Tribunal Supremo unificara la doctrina. 

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Sánchez ha hablado de la ley en un encuentro informal con periodistas durante la celebración del 44 aniversario de la Constitución, que ha tenido lugar en el Congreso de los Diputados. 

Aunque el presidente no ha dudado en loar el espíritu de la norma, se ha abierto por primera vez a la idea de que quizás sea necesario revisarla a la vista de los hechos. Sin embargo, ha vuelto a insistir en que hay que esperar a que el Tribunal Supremo diga algo al respecto.

Hasta el momento, el Supremo sólo se ha pronunciado respecto al caso del Arandina, estableciendo que las condenas habrían sido mayores si no fuera por la ley, pero hasta ahora sólo se conoce el fallo y no la sentencia al completo. 

Su postura contradice directamente la mantenida por la rama morada del Ejecutivo, la encarnada por Unidas Podemos, que no acepta críticas a la norma y considera que el problema está en "una justicia machista". 

A pesar de que Sánchez se ha mostrado dispuesto a revisarla, ha advertido que la modificación no entraría dentro de las reformas del Código Penal que está abordando el Ejecutivo. Es decir, que no entraría en la derogación del delito de sedición y tampoco en la posible rebaja del delito de malversación.