A Moncloa y al PSOE les preocupa la repercusión política y electoral que puedan tener las reformas legales anunciadas este viernes a través de enmiendas que afectan al Código Penal, la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional y la Ley Orgánica del Consejo General del Poder Judicial.
Preocupa que pueda tener rechazo entre los electores y que, además, haya una parte del PSOE que no la comparta. Ya ha habido estos días un conato de debate interno entre los candidatos que han de concurrir a las elecciones autonómicas y municipales del mes de mayo, que ven con inquietud la posibilidad de que les penalice en las urnas.
Sobre todo, les intranquiliza que se rebaje las penas por delitos de malversación y que eso suponga la revisión de condenas por corrupción, como ha ocurrido con la llamada ley del sólo es sí.
[El PSOE encubre su rebaja de la malversación con más penas a quienes se enriquezcan]
Por eso, la dirección socialista y Moncloa se han movilizado en los últimos días como nunca habían hecho para calmar a los barones regionales y no abrir grietas en el partido.
El jueves y el viernes, la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, llamó uno a uno a los dirigentes regionales socialistas para explicarles en qué consistían las reformas.
Según han explicado varios de ellos a este periódico, la también ministra de Hacienda incidió sobre todo en la modificación del delito de malversación, para explicarles que se limitaría a los implicados en el procés y garantizarles que en ningún caso facilitaría la exculpación o revisión de condena para convictos por este delito.
Por ejemplo, esos barones dan margen de maniobra a Moncloa y entienden que no afectará a José Antonio Griñán o a los acusados por la operación Kitchen, la trama que usó dinero público para intentar encubrir la corrupción del PP.
Texto pactado
"El cambio de la malversación hay que ver cómo queda. Un nuevo delito que permita perseguir la corrupción de los políticos también hay que ver cómo queda. Lo importante será tener elementos reales para perseguir a los corruptos; eso evitará, en lo posible, las críticas", asegura uno de ellos.
Otro afirma que debe entenderse la difícil situación de Pedro Sánchez con los pactos y, por eso, merece un margen de maniobra, aunque añade que lo que ocurrió con la ley del sólo es sí les hace ser especialmente prudentes.
Y un tercero asegura que evitará las críticas públicas al cambio de reglas en el Tribunal Constitucional y en la malversación, pero muestra su preocupación por el hecho de que este sea el único gobierno que reduce penas para algún delito de corrupción.
La propuesta presentada por ERC diferencia entre malversación con lucro y malversación sin lucro, bajando las penas para estos últimos hechos.
Fuentes de ERC y del PSOE explican que ese texto ha sido pactado para que pueda ser aprobado dentro de la proposición de ley que elimina el delito de sedición. Fuentes de Moncloa dan a entender que aún puede haber negociación sobre esa enmienda en el Congreso y, de hecho, es lo que entendieron algunos de los barones socialistas consultados.
A todos los dirigentes regionales se les explicó también la propuesta del PSOE para elevar penas por enriquecimiento ilícito, señuelo que los socialistas han incluido en sus enmiendas.
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