El Partido Popular insiste en que la moción de censura para echar a Pedro Sánchez tendrá lugar en la próxima cita con las urnas. Los de Feijóo defienden que este mecanismo parlamentario, planteado nuevamente en las últimas horas por Vox y Ciudadanos, "no servirá para echar al presidente del Gobierno, sino para reforzarle".
Desde Génova los dirigentes del PP únicamente se abren a dar un paso al frente, como insisten en pedir Santiago Abascal e Inés Arrimadas, si "alguien del PSOE se moviera". Aunque, de la misma manera, fuentes de la dirección del partido admiten que "no es el caso".
Este viernes, Feijóo eludió entrar al envite en un acto que protagonizó a última hora de la tarde en Galicia. Y lo hizo con una estrategia medida por su equipo. Había que poner el foco nada más que en la deriva "autoritaria" del Gobierno con el desmontaje de las leyes de la democracia, y no en "lo que dice" Vox.
Es la línea marcada: ignorar las presiones del flanco derecho para centrarse en derribar el izquierdo. De ahí que el líder de la oposición dijera ayer: "Compartir hoy las siglas con Sánchez debe ser muy doloroso para cualquier socialista que tenga un mínimo aprecio a su país. Ojalá tuviesen la valentía de arrebatarle la mayoría parlamentaria que no es, hoy por hoy, acorde con la mayoría social de España".
Tras confirmarse que el Gobierno, además de derogar la sedición, va a permitir una modificación para rebajar las penas por malversación y va a cambiar las reglas del juego para designar a los magistrados del Tribunal Constitucional, el PP anunció que prepara una batería de recursos de inconstitucionalidad. También que elevará sendas cuestiones a instancias europeas.
La moción de Vox y CS
Desde luego, los populares desechan hacer seguidismo de la oposición que promueve Vox. Ya lo dejó claro Feijóo hace semanas: "No estamos aquí para insultar a Sánchez, ni para combatir el radicalismo con más radicalismo. No estamos para dar a España histrionismo ni estridencias. Hemos venido a ganar".
Este viernes, Abascal anunció la intención de su partido para presentar una segunda moción de censura contra el presidente Sánchez por su "asalto al Poder Judicial". A través de un vídeo, dijo: "Ha llegado el momento. Iniciaremos conversaciones para proponer a un candidato neutral, con experiencia de gobierno que no milite en partido político alguno y que se comprometa a convocar elecciones inmediatas". "Es el deber de toda la oposición presentarla", remarcó.
Por su parte, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, acusó a Sánchez de ser un "aprendiz de dictador" y dar un "autogolpe" a la democracia por la eliminación de la sedición y los cambios en la malversación. Además, emplazó a Feijóo a "hacer algo más que tuitear".
Pese a las presiones recibidas, en la cúpula del PP ni se plantean regalar a Sánchez la imagen de una moción de censura en la que él resulte victorioso y que, por lo tanto, sirva para reforzarle. Comparten el diagnóstico de las otras dos fuerzas de la oposición, pero no la receta.