Faltan apenas dos semanas para que Ciudadanos conozca cómo se dirimirá su última oportunidad electoral. Al cierre del plazo para la presentación de las candidaturas a liderar el partido, no existe el acuerdo.
La formación continúa abierta en canal. De momento, Edmundo Bal es el único que se ha postulado. Inés Arrimadas ha anunciado que sólo lo hará si su hasta ahora mano derecha no retira su papeleta, pero prefiere un tercer candidato de consenso que les permita apartarse a los dos.
Esa nueva figura, a tenor de esta encuesta, debería ser la de Begoña Villacís, cuyo liderazgo entre los votantes del partido es mayor que el de Arrimadas o Bal. Sin embargo, la vicealcaldesa ya ha declarado en público y en privado que no dará ese paso.
Los datos recabados por el último sondeo de SocioMétrica reflejan esta división interna, que también se ha trasladado a los votantes. Es una división que va mucho más allá del liderazgo, que tiene incluso que ver con la existencia de las propias siglas.
Un 54,6% de quienes apoyaron a Albert Rivera en las elecciones generales de noviembre de 2019 apuesta hoy por mantener las siglas y concurrir en solitario al próximo ciclo electoral. Un 39,6% prefiere aceptar la mano tendida de Alberto Núñez Feiijóo e integrarse en el Partido Popular.
Existen precedentes de algo parecido en la izquierda: el Partido de Acción Democrática de Fernández Ordóñez, que acabó integrado en el PSOE. Y la Izquierda Socialista de Pablo Castellano, que vivía dentro del socialismo de Felipe González, pero con identidad propia. Bien es cierto que ambas opciones acabaron totalmente disueltas en la marca matriz.
Si ponemos el foco en los partidarios del PP, puede concluirse que una hipotética entrada de la organización naranja en Génova no produciría rechazo: un 83,2% lo desea y sólo un 9,3% lo rechaza.
A día de hoy, el debate en Ciudadanos está siendo poco estratégico y muy visceral. Quienes convivían en la dirección de la organización y en el grupo parlamentario han dejado de hacerlo. La amistad entre Arrimadas y Bal se ha quebrado.
Distintos dirigentes y agrupaciones regionales han reclamado a Bal que se aparte, pero éste responde que no ha escuchado el nombre de ese "tercer candidato de consenso" que pueda liderar el partido y que, de no ser por su candidatura, Arrimadas continuaría bunquerizada.
Mientras tanto, las encuestas que se van publicando, entre ellas la última de SocioMétrica para EL ESPAÑOL, continúan dando entre 0 y 1 escaños en las próximas generales. Begoña Villacís sería la única líder regional que sobreviviría y tendría una opción de tocar poder en las municipales.
A grandes rasgos, podría decirse que Bal está más cerca del Gobierno y que Arrimadas tiene una visión más parecida a la de Feijóo. Pero la jerezana siempre ha apostado por mantener la identidad de Ciudadanos y no quiere negociar una integración en el PP. Pablo Casado, en los días de la opa hostil, llegó a ofrecerle la portavocía en el Congreso, pero ésta la rechazó.
Bal, en su reciente entrevista con este diario, apostaba por un Ciudadanos que "no se avergüence" de sus pactos con Moncloa: "Hemos mejorado algunas leyes, deberíamos sacar pecho de ello". Sostiene que, cuando negociaban los Presupuestos con Sánchez, el partido estaba en un 9% de intención de voto. Hoy ronda el 2%.
El liderazgo
Tal y como se ha mencionado, Begoña Villacís es la líder preferida por los votantes de Ciudadanos. Un 34,3% la quiere como candidata frente al 24,5% que elige a Edmundo Bal y el 24,6% que sigue apostando por Inés Arrimadas.
Si se pregunta a los españoles en general, es Bal el líder favorito (27,2%), por encima de Villacís (23,2%) y de Arrimadas (16,3%). Este último dato confirma la hipótesis que manejan los tres implicados: coinciden en que la hoy presidenta no debe ser candidata a las generales, pero difieren en la sucesión. Bal quiere ser él mismo y las otras dos le piden que apoyen entre todos a un "líder de consenso".
Villacís, por ejemplo, ya ha dejado claro que ella no apoyará a Bal y trabaja de la mano de Arrimadas para coser el partido y elegir ese nuevo líder. No obstante, las elecciones que se han ido celebrando han mermado a Ciudadanos y ese banquillo donde escoger resulta cada vez más exiguo. De hecho, algunos de los nombres manejados, como el de Adrián Vázquez (líder en Europa) no son conocidos más allá de la vida interna de la organización.
La disputa que acabó con la ruptura Arrimadas-Bal tuvo que ver con la ley del sólo sí es sí. La presidenta del partido, en un principio, estaba en contra de la ley de Irene Montero, pero se dejó convencer con Bal. El abogado del Estado, cuando llegó la hora de asumir la responsabilidad, se sintió a los pies de los caballos después de que el equipo de la presidenta –así lo dice él– filtrara esa situación en lugar de "asumir su responsabilidad".
Por contra, los de Arrimadas consideran que Bal ha emprendido una huida hacia delante sin apoyos que, sin visos de prosperar en las primarias, sí puede "hacer mucho daño" a la vida que le quede a Ciudadanos.
Ficha técnica
Se han realizado 3.042 entrevistas en toda España, extraídas en panel propio de SocioMétrica mediante cuotas prefijadas y cruzadas de sexo, edad y provincia, con plataforma online Gandia Integra, entre los días 6 al 10 de diciembre de 2022.
La muestra resultante se ha ponderado por sexo, edad, situación laboral, nivel de estudios, y recuerdo de voto en las elecciones del 10-N para hacerla coincidir con el universo de españoles con derecho a voto. La convergencia del equilibraje es del 97% (error <3%) según algoritmo Barbwin de la empresa TESI. SocioMétrica es socio de Insights + Analytics España, rama empresas, asociación de Data Science que integra a Aneimo y Aedemo.
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