Bruselas

Lejos de buscar una tregua que rebaje la tensión, Pedro Sánchez sube el volumen de sus ataques contra el Partido Popular y contra los "magistrados conservadores" del Tribunal Constitucional (TC) tras la gran bronca vivida este jueves en el Congreso.

En una encendida intervención que llevaba preparada de antemano, el presidente del Gobierno ha aprovechado la rueda de prensa tras el Consejo Europeo para acusar a PP y Vox de querer "amordazar" al Parlamento por su intento de paralizar la reforma del TC.

A su juicio, se trata de un "complot burdo" de la derecha política y la derecha judicial, "jaleado" por la derecha mediática. Una alusión sin nombrarlo al presidente del Constitucional, Pedro González-Trevijano, que fue el que convocó el pleno para revisar la reforma del Gobierno.

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"Nuestra democracia va a prevalecer frente a cualquier intento de atropello, sean los magistrados conservadores, sea la derecha mediática o sea la derecha política que ha intentado hacer esta operación incalificable. Que presente un recurso el PP y, de manera inmediata por primera vez en 40 años, el Tribunal Constitucional con carácter de urgencia convoque un pleno y avoque a pleno ese recurso... Está todo dicho", ha clamado.

El presidente del Gobierno también ha pasado a la ofensiva contra los barones críticos de su propio partido, en particular el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. Sánchez ha dicho que no comparte los reproches de Page por ceder ante ERC en la reforma de la sedición y la malversación. Es más, sostiene que gracias a medidas como esta "el procés acabó" y la situación en Cataluña "está mucho mejor" que hace cuatro años.

"Aquí estamos ante un intento de atropellar nuestra democracia por parte de la derecha. No sólo de la derecha política, sino también de la derecha judicial jaleada por la derecha mediática y creo que eso es inaceptable", ha dicho Sánchez en una comparecencia monopolizada por la actualidad nacional pese a encontrarse en Bruselas.

"Hoy la derecha, y también la ultraderecha, lo que han tratado de hacer es amordazar nada más y nada menos que al Parlamento de España. Para mantener el bloqueo de una institución tan importante para el correcto funcionamiento de nuestra democracia como es el Tribunal Constitucional", sostiene el presidente del Gobierno.

Pedro Sánchez, durante la rueda de prensa de este jueves en Bruselas UE

"Ya lo han hecho durante los últimos 4 años con el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ahora pretenden hacerlo también con el Tribunal Constitucional. Han sido capaces de secuestrar la Constitución durante estos últimos cuatro años. Han intentado bloquear el Parlamento y una votación en el día de hoy, algo que no había ocurrido en los 40 años de democracia", asegura Sánchez.

"No sabemos qué es lo que van a hacer, qué es lo siguiente que harán. Pero lo que sí estamos seguros es de que, sea lo que sea, los españoles deben tener la tranquilidad de que la democracia y la Constitución prevalecerán. Hoy, el Parlamento ha podido ejercer su tarea con plena normalidad, a pesar de este complot que hemos visto tan burdo de la derecha y la ultraderecha", ha insistido.

Sánchez ha eludido cualquier responsabilidad en la escalada de tensión por impulsar las reformas del TC, sedición y malversación con carácter de urgencia. "Esta tramitación parlamentaria se ajusta a los procedimientos del reglamento del Congreso de los Diputados. Por tanto, no puede haber ningún tipo de excusa para utilizar esta tramitación parlamentaria para otro tipo de argumentos", ha alegado.

Por todo ello, el presidente del Gobierno descarta que el Tribunal Constitucional vaya a paralizar la reforma durante su paso por el Senado. "Lo que se espera del Tribunal Constitucional es que impere el sentido común y que impere la Constitución", ha indicado.

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En cuanto a Page, el presidente del Gobierno dice que respeta su crítica pero no la comparte. "No la comparto porque la última década, si echamos la moviola para atrás, ha sido una pérdida de tiempo en Cataluña y en España", alega Sánchez. Sin embargo, las medidas que ha adoptado su Gobierno han permitido "superar una etapa negra" que tuvo su punto culminante en el referéndum de independencia de 2017.

No habrá referéndum

Su estrategia de desinflamación ha tenido como resultado romper la unidad del independentismo, acabar con la vía unilateral y garantizar el cumplimiento de la Constitución por parte de los independentistas, asegura Sánchez. "Hoy la ley y la Constitución se cumple en todos los territorios. Y precisamente es quien dice defender la Constitución el que la incumple, el Partido Popular", ha apuntado.

El presidente del Gobierno insiste en que "en Cataluña no va a haber ninguna consulta de autodeterminación" como la que reclaman de nuevo sus socios de ERC. "No sólo porque no quepa en la Constitución, que ya con eso sería suficiente. Sino que además tenemos que contribuir con soluciones que superen la fractura", ha subrayado.

Sánchez admite que las medidas que está adoptando respecto a los independentistas catalanes son "arriesgadas". "Pero no hacer nada no es una solución. Porque no hacer nada nos llevó al año 2017, a la ruptura de la legalidad democrática en Cataluña", ha zanjado.