En el Gobierno no ha sentado nada bien el nuevo auto de procesamiento dictado por el juez Pablo Llarena, que ha desmontado algunos de los argumentos del Ejecutivo para suprimir la sedición. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha dicho que "la justicia tiene que administrar justicia y los políticos tenemos que legislar".
La titular de Hacienda, durante la rueda de prensa tras la Ejecutiva Federal de este viernes, ha evitado valorar directamente el auto de procesamiento, pero se ha mostrado cristalina en sus términos.
"No vamos a entrar en los contenidos de la orden, que cada uno ejerza su responsabilidad. Nosotros no entramos en los pronunciamientos judiciales y pedimos que no se entre en la legitimidad que tiene la política para desarrollar su legislación", ha añadido Montero.
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El auto de Llarena, dictado contra los cinco prófugos del procés, ha supuesto todo un varapalo para el argumentario del Gobierno. Ha dicho, en contra de lo que ha defendido el Ejecutivo, que no hacía falta armonizar, que la sedición no criminalizaba la protesta política y que España no tenía demasiadas diferencias en el marco europeo con su tipificación.
El dictado del magistrado del Tribunal Supremo provocó que, ayer por la noche, el expresidente catalán fugado en Bélgica, Carles Puigdemont, cambiase las expectativas sobre su regreso a España. Si bien en un inicio su regreso parecía inminente, así lo había trasladado su abogado Gonzalo Boye, al final enfrió la postura porque sigue imputado por malversación agravada.
Para el PSOE es una suerte de victoria que ha quitado la razón al PP, aunque Montero no ha especificado que eso signifique que le haya dado la razón a su partido. "El PP defendía que la modificación permitiría que Carles Puigdemont volviera con una alfombra roja", ha dicho. "Lo que pone de manifiesto es que tiene que responder ante la justicia. La reforma del Código Penal obliga a que Puigdemont se enfrente a sus delitos", ha añadido.
Plebiscito a Feijóo
La ministra de Hacienda ha comparecido tras una Ejecutiva Federal del PSOE que, a la par que para iniciar el curso político, también ha servido para dibujar las líneas maestras que el partido llevará de cara a este 2023 plagado de elecciones. Ha sido llamativo que, además de Pedro Sánchez, han acudido todos los ministros designados por el PSOE, también los independientes.
Montero ha querido plantear las elecciones municipales y autonómicas como un plebiscito contra Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición, invitándole a dejar el PP si el resultado no es tan bueno como esperaban. De hecho, en el partido aseguran que trabajan con esta posibilidad.
"Ha sido el propio PP el que ha dicho que estas elecciones serán un plebiscito", ha asegurado. "Si es un plebiscito, entonces actuará en consecuencia si no consigue los resultados deseados", ha insistido.
Ha llegado a decir que Feijóo tiene "el cronómetro puesto en marcha" por parte de su partido y que, ha asegurado, ese es el motivo por el cual quiere acelerar las elecciones generales y convocarlas antes de diciembre. "La prisa parece que responde a que no vaya a ser que le pase lo mismo que a Pablo Casado", ha apuntalado.