Los organizadores de la manifestación que se celebrará este sábado en Madrid contra Pedro Sánchez se encontraron con una sorpresa cuando acudieron a la Delegación del Gobierno para registrar la marcha en la Plaza de Colón.
Primero, se les comunicó que debían esperar, como marca la normativa, a que faltaran treinta días para la cita. Llegado ese momento, volvieron a cursar la petición... y les dijeron que Colón ya estaba ocupado.
Inma Castilla de Cortázar, vicepresidenta del Foro Libertad-Alternativa, que tuvo la idea de hacer esa gran manifestación en la plaza de Colón, lo cuenta a este periódico: "De pronto, nos dijeron que a las 00:01 había llegado otra petición, que se nos habían adelantado y que se había concedido ya el permiso a esa persona".
Por eso, la manifestación, con el título "Por España, la Democracia y la Constitución", va a celebrarse finalmente en Cibeles, y no en Colón.
Castilla de Cortázar y sus colaboradores averiguaron que la entidad que se les había adelantado es Fuerza España, que no tiene página web y cuya cuenta de Twitter nació hace apenas dos meses. "Creemos que el Gobierno los está utilizando como hombre de paja", remata.
Dicho de otra manera: los organizadores de la manifestación están convencidos de que el Gobierno ha regalado Colón a Fuerza España para "mezclar a los extremistas con los que no lo son" y así "deslegitimar la manifestación": "Quieren generar ruido y confusión".
El propio Pedro Sánchez comparó ayer la protesta independentista en Barcelona con la de Cibeles por la unidad de España. "Creo que entre lo que ha sucedido hoy jueves y lo que va a suceder en Madrid el sábado es donde se encuentra la amplia mayoría de este país, tanto en Cataluña como en España, que es en la defensa de una España unida en su diversidad y eso es lo que reconoce a mi juicio la Constitución de 1978", dijo.
[Pedro Sánchez compara la protesta 'indepe' en Barcelona con la de Cibeles por la unidad de España]
Castilla de Cortázar, doctora en Medicina, reconoce que tanto su asociación, que preside Alejo Vidal-Quadras, como las demás entidades convocantes –se han unido decenas, la mayoría conocidas por su oposición al nacionalismo en Cataluña y País Vasco– no mostrarán ni los mensajes ni el tono de "esos supuestos ultras que intentan hacer ruido en Colón".
Pero Fuerza España ha empezado a generar confusión con algunos mensajes. Por ejemplo: presumen de que dirigentes como Cayetana Álvarez de Toledo o Begoña Villacís "van a ir a Colón", cuando hace ya tiempo que dejaron claro su apoyo a la marcha de Cibeles.
"Ni extremistas ni ultras"
Sin apenas recorrido, las proclamas de la plataforma Fuerza España parecen albergar una clara intención de "distorsionar" o por lo menos de mezclar y confundir las dos manifestaciones.
Castilla de Cortázar revela a EL ESPAÑOL que su fundación y el resto de las convocantes están haciendo "mucha pedagogía" para advertir a sus simpatizantes de que no todos los vídeos que circulan han sido diseñados por los convocantes: "Nuestro tono no es extremista ni ultra. Somos liberales, gente de la sociedad civil que quiere defender la Constitución en un momento tan delicado como este".
Inma Castilla de Cortázar fue presidenta del Foro de Ermua. Trabaja de la mano, en esta ocasión, con asociaciones como Unión 78 (dirigida por Rosa Díez), Convivencia Cívica Catalana, España Cívica o Libres e Iguales (la asociación de Cayetana Álvarez de Toledo). Participarán también escritores como Fernando Savater o Andrés Trapiello y expolíticos de distintas tendencias como Paco Vázquez, Jaime Mayor Oreja, Juan Carlos Girauta o María San Gil.
Los convocantes han financiado la marcha de su propio bolsillo. Costará entre 50.000 y 60.000 euros. Para cubrir este presupuesto y organizar acciones futuras, se venderán paraguas con la bandera de España y se pasarán huchas entre los presentes. También se facilitará un número de bizum y otro de cuenta bancaria.
El objetivo de los convocantes es representar a "esa mayoría social" que quiere decirle "basta ya" a Sánchez después de haber abolido la sedición, haber rebajado la malversación y haber puesto en práctica una ley como la del sólo sí es sí. "Rechazamos que el Gobierno se sostenga y sea tutelado por el secesionismo, el populismo totalitario y los herederos del frente político de ETA", reza uno de sus eslóganes.
Tal y como explican los organizadores a este diario, "se invitó a los partidos políticos que defienden el orden constitucional". Incluyen en esta etiqueta, además de a algunas formaciones regionalistas, a PP, Vox y Ciudadanos.
No se ha invitado al PSOE debido a las posiciones que defiende desde la llegada de Sánchez, pero Castilla de Cortázar insiste en que la invitación sí es extensiva a "los votantes socialistas y los dirigentes socialistas desencantados con el rumbo de su organización".
"Es una foto de gran angular, no de primeros planos". ¿Eso qué significa? Que la foto que buscan los organizadores es la de una multitud, no la de un grupo de políticos reunidos frente a Pedro Sánchez. De hecho, en el escenario no habrá ningún dirigente público. Tampoco en la cabecera de la marcha.
El lío de los partidos
Los encargados de leer el manifiesto serán Júlia Calvet Puig y Nacho Trillo de Arespacochaga. La primera es una estudiante catalana de la Universidad Pompeu Fabra, líder de la asociación contra el nacionalismo S'ha Acabat. El segundo es un joven empresario vasco, miembro de Foro Libertad-Alternativa.
Desde el primer momento, Vox y Ciudadanos comunicaron a los organizadores que participarían con sus pesos pesados. Irán Santiago Abascal, Iván Espinosa de los Monteros y los dirigentes más conocidos de la formación.
Harán lo propio Inés Arrimadas y Begoña Villacís, con la problemática de que la dirección naranja ha cambiado esta semana y de que Patricia Guasp, nueva líder, ha decidido no estar. Eso genera la primera divergencia gruesa en el nuevo Ciudadanos.
Por parte del PP, parece que la máxima autoridad será Pedro Rollán, presidente de la Comunidad de Madrid de manera transitoria entre abril y agosto de 2019. Hoy tiene rango de vicesecretario en la dirección de Feijóo.
A lo largo de los últimos días, los populares echan balones fuera y dicen querer "dejar el protagonismo a la sociedad civil". También alegan que Feijóo "tiene otros compromisos este fin de semana".
Sin embargo, a nadie se le escapa que hay una intención manifiesta de evitar una nueva foto de Colón, un nuevo bloque PP-Vox-Cs contra Sánchez. Tal y como ha venido reseñando en sus últimas entrevistas, Feijóo tiene la intención de marcar distancias con la derecha radical para "intentar gobernar en solitario".
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