José María Aznar cree que Alberto Núñez Feijóo será capaz de aspirar a gobernar el país en solitario tras las próximas elecciones generales. No sólo lo concibe como posible, sino que anima a su sucesor a explorar todos los caminos para lograrlo. En su último análisis, remitido por la Fundación Faes, llama al PP a "ocupar por completo el terreno que le corresponde" y a evitar "cualquier contagio fanático".
El expresidente del Gobierno celebra las sesenta medidas anunciadas ayer en Cádiz por el líder popular, sobre todo aquellas dedicadas a salvaguardar las instituciones de un "uso partidista y sectario".
A ojos de Aznar, "Sánchez es incapaz de distinguir Estado y Gobierno": "Apenas quedan parcelas indemnes a su voracidad de poder. El interés nacional y la salud del Estado de Derecho han sido los principales damnificados de una forma de entender el gobierno que percibe los límites constitucionales como obstáculos enojosos".
Para empezar, Aznar repasa las acciones de Sánchez que le han empujado a escribir el análisis. Habla del "abuso rutinario del decreto-ley", del "intento de colonización de las instituciones" (Fiscalía General, CGPJ, CIS), de la "inconstitucionalidad" de los Estados de Alarma...
Justo después, añade: "Sólo habíamos visto el principio: luego ha venido la derogación de la sedición a petición de los sediciosos; la reforma de la malversación a medida de los corruptos (...) Todas ellas pruebas de cargo abrumadoras. No existen límites al deterioro institucional".
No es baladí que la palabra "límites" sea una de las más empleadas por Aznar cada vez que enjuicia la presidencia de Pedro Sánchez. Pretende describirlo como un presidente que bordea continuamente la Constitución.
Después, reflejado su parte de situación, Aznar mira a su partido, el PP. Es entonces cuando lo llama a ejercer la "oposición" contando "exclusivamente consigo mismo". "El Gobierno asimila al PP a una cabila facciosa (...) Esa propaganda busca 'golpistas' embozados en cada esquina (...) Razón de más para que el principal partido de la oposición defienda su derecho. Todo su derecho, sin dejarse intimidar, ocupando por completo el terreno que le corresponde. Pero solo su derecho: guardándose bien de cualquier contagio fanático y ahorrándose reaccionar a cada provocación".
En ese párrafo está la receta de Aznar para que el PP vuelva a La Moncloa. Y, por lo visto hasta ahora, parece que Feijóo se halla en plena sintonía. De hecho, Aznar ha corrido a bendecir sus sesenta medidas para "los primeros cien días de gobierno".
Amante de la Historia, y de los paralelismos que con ésta se pueden trazar, Aznar se reconoce cautivado por la elección del Oratorio San Felipe Neri, de Cádiz, como lugar de autos. "En la cuna de nuestro constitucionalismo histórico, el PP ha querido dar dimensión nacional y liberal a su propuesta", dice Aznar.
"Recuperar el delito de sedición y dejar sin efecto las reformas recientes en el de malversación, así como retomar la tipificación de la convocatoria ilegal de referéndums será dotar al Estado del adecuado repertorio penal para proteger intereses vitales de amenazas anunciadas", arguye.
Para acabar, Aznar critica que "la izquierda haya querido reducir todo el contenido del plan" a la propuesta para que gobierne la lista más votada: "Se les sigue atragantando lo de reformar una regla del juego si no es a mitad de partido y en su favor; y olvidan con demasiada frecuencia que la irretroactividad de las leyes es la regla general". Esto último lo apunta en relación a la ley del sólo sí es sí.