Pedro Sánchez aterrizará este miércoles en Rabat con el objetivo claro de poner fin, de una vez por todas, a las continuas tiranteces que están viviendo las relaciones entre Marruecos y España. Desde el Gobierno califican de histórica la reunión de alto nivel que tendrá lugar entre los dos Ejecutivos y aseguran que habrá mecanismos para que la relación tenga un encaje definitivo.
Para ello, durante el viaje se firmarán alrededor de una veintena de acuerdos de diversa índole, se reformará el protocolo financiero de 2008 y se hará una declaración conjunta que, aseguran desde Moncloa, tendrá un calado sin precedentes.
Las fuentes del Ejecutivo consideran que todas esas medidas servirán como mecanismos para afianzar las relaciones entre ambos países, especialmente deterioradas desde que, en 2021, España acogió al líder del Frente Polisario, Brahim Gali. Además, se celebrarán reuniones periódicas entre el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí para hacer seguimiento de todos los asuntos.
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A todo esto hay que sumar que el Gobierno español y el marroquí abordarán también durante la reunión de alto nivel la continuidad del establecimiento de aduanas en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, cuyas primeras pruebas comenzaron este viernes. Aseguran que se va a trabajar en el calendario para que sigan adelante y de una forma ordenada.
Para el Ejecutivo español esto es todo un hito –en casi todo lo referente a la reunión hablan de su carácter histórico– porque las aduanas sólo se tienen con terceros países. Por ello, entienden que se trata de un reconocimiento implícito sobre la soberanía española sobre ambas ciudades autónomas.
A la reunión acudirán una docena de ministros, todos de la rama socialista, que representan a la mitad del Gobierno español. Son los ministros de Asuntos Económicos, Nadia Calviño; de Transición Ecológica, Teresa Ribera; la de Justicia, Pilar Llop; el de Interior, Fernando Grande-Marlaska; la de Transportes, Raquel Sánchez, la de Educación; Pilar Alegría, la de Industria, Reyes Maroto; el de Agricultura, Luis Planas; el de Cultura, Miquel Iceta; la de Ciencia, Diana Morant; el de Inclusión, José Luis Escrivá y, por supuesto, Albares.
Lo que aún no está del todo decidido es si el rey marroquí, Mohamed VI, tomará finalmente la decisión de recibir a Pedro Sánchez. De no hacerlo, demostraría que la reunión no genera tanto optimismo en el reino alauí como en el Gobierno español, aunque desde Moncloa intentan quitar hierro al asunto asegurando que las reuniones son entre dos gobiernos y recordando que el rey marroquí ha felicitado el cumpleaños este lunes a Felipe VI.
Más infraestructuras
Aunque todavía están por cerrar muchos de los detalles de los acuerdos adoptados entre ambos países, los grupos de trabajo de cada ministerio ya han ido de avanzadilla y se está trabajando en múltiples frentes. El más importante para el Ejecutivo es el económico, ya que Marruecos es el tercer socio comercial de España tras Estados Unidos y Reino Unido, muy por encima del puesto que se presupone a América Latina.
Uno de los principales intereses es que las empresas españolas puedan participar en los proyectos de infraestructuras del país vecino, cada vez más numerosos. Por ejemplo, Marruecos está ampliando su estructura ferroviaria y, hasta el momento, las empresas españolas no están teniendo buenos resultados en los concursos. Se espera que se revierta la situación.
Con el nuevo protocolo financiero también se está intentando que crezca la financiación por parte de Marruecos a los proyectos de empresas españolas a realizar en su país. Esto afectaría, sobre todo, a las infraestructuras, pero también se podrían beneficiar las pymes.
Esa intención económica se aprecia claramente en que la reunión de alto nivel estará precedida por un foro empresarial al que acudirán numerosas empresas españolas con actividad en Marruecos, así como el líder de la patronal, Antonio Garamendi. Este foro será clausurado por Pedro Sánchez el miércoles, en su primer acto en Rabat.
Pero no todo es en el frente económico. Desde el Gobierno también ponen el foco en la educación. Por ejemplo también se firmará un acuerdo para abrir secciones bilingües en hasta 80 colegios marroquíes y se va a buscar fomentar la implantación de colegios privados provenientes de España en el reino alauí.
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