La ministra de Igualdad, Irene Montero, aseguró este sábado que estaba "dispuesta a ceder" en la reforma de la Ley del 'sólo sí es sí' y subir algunas penas, siempre y cuando el consentimiento siga siendo el centro de la norma. Para el ala socialista del Gobierno de coalición, Montero está "desenfocando" el debate con el consentimiento.
Según aseguran fuentes de Moncloa, la cuestión "gravísima" es la bajada de penas y que es ahí, en los años de condena, donde están intentando llegar a un acuerdo para la reforma. "En cuanto aparece violencia e intimidación, no hay que probar consentimiento", aseguran.
Con su disposición a "ceder", tal y como anunció este sábado en un acto de Murcia, Montero ha querido dar un paso adelante y mostrar predisposición a llegar a un acuerdo. Sin embargo, en el fondo, los dos partidos siguen encallados en la negociación para reformar una norma que ya ha supuesto la rebaja de penas para más de 400 condenados por delitos sexuales.
El Ministerio de Justicia de Pilar Llop hizo llegar a Igualdad una nueva propuesta este viernes, pero a lo largo del sábado todavía no había fumata blanca entre ellos e Igualdad. Continúan así los tira y afloja, pero no pueden hacerlo para siempre ya que el PSOE anunció la semana pasada que su intención era presentar una proposición de ley en el Congreso para abordar la reforma, con o sin Podemos de la mano.
Aunque los socialistas habían marcado un plazo máximo que concluía el pasado viernes, decidieron mandar una nueva propuesta y ampliar el mismo para que se pudiera seguir discutiendo a lo largo del fin de semana.
Mientras que en Moncloa prefieren no poner nuevas fechas para que no quede como una forma de presión a su socio minoritario, fuentes del PSOE aseguran a este diario que el escenario que más se baraja es que la reforma entre en el pleno del próximo 14 de febrero. Para ello, la proposición de ley tendrá que registrarse antes de las 10.00 horas del martes que viene.
Con todos los ojos puestos entre Igualdad y Justicia, la ministra Irene Montero celebrará este domingo un acto junto a la de Derechos Sociales, Ione Belarra, y la delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell. Desde él, marcarán su postura, que siempre ha sido la de que se respete la situación actual del consentimiento para no volver al modelo anterior.
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