La Ley de Bienestar Animal ha sido aprobada este jueves en el Congreso de los Diputados y lo ha hecho sin incluir a los perros de caza, el punto que más polémica ha generado en su tramitación. La tensión se ha mantenido hasta el final, pero durante el pleno de esta mañana Unidas Podemos y el resto de socios del Ejecutivo han anunciado finalmente que votarían a favor.
"No llegamos tan lejos como hubiésemos querido ni tan lejos como pensábamos que íbamos a llegar", ha reconocido desde la tribuna del Congreso la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Durante su intervención ha tenido que hacer malabarismos entre celebrar la norma por los avances que supone y el toque amargo de haber fallado en una de sus principales reivindicaciones.
"Dejar fuera de esta ley a los perros de caza es dejar fuera de la ley a los que cuelgan a los perros de caza cuando ya no les sirven y a los que entierran a los cachorros en cal viva", ha añadido. "Las fuerzas políticas que se quedan fuera de este consenso van a tener que reconocer que se equivocaron más pronto que tarde", ha apuntalado.
La ministra ha lamentado "que se haya roto en el Parlamento el consenso que partió del Gobierno". Sus palabras han sido todo un dardo al PSOE, ya que la ley salió del Consejo de Ministros incluyendo a los perros de caza, pero finalmente los socialistas cambiaron de opinión para excluirlos por las presiones del sector de la caza y de algunos barones.
Grosso modo, el PSOE pedía que todos los beneficios de la Ley –que agrava las penas por maltrato, abandono o sacrificio– sean aplicables exclusivamente a los animales domésticos, y se excluya de la misma a los perros de caza, los de pastoreo y los de rescate, para que cuenten con una legislación propia. Esto, en principio, era inasumible para Unidas Podemos.
La tensión entre los dos socios del Gobierno y sus apoyos parlamentarios se ha mantenido hasta el final. Tanto, que no se podía dar por segura la aprobación de la norma hasta el inicio del pleno de este jueves, con el riesgo de que se cayera y se convirtiera en la primera norma que parte del Ejecutivo en no aprobarse. Todo ello por los perros de caza.
El pasado mes de diciembre, el dictamen de la Ley se aprobó en la Comisión de Derechos Sociales del Congreso, dejando fuera a los perros de caza, gracias a las alianzas del PSOE con la derecha y la abstención de Unidas Podemos. Los morados aseguraron que permitían su tramitación para que la norma no muriese ahí, pero que seguirían dando la batalla.
Esa batalla se avivó esta semana con la presentación de una enmienda transaccional por parte de Unidas Podemos, ERC, Más País y EH Bildu que buscaba incluir a los perros de caza en la Ley. Sin embargo, ante el inmovilismo de los socialistas, todos los esfuerzos fueron en vano.
Aunque no desvelaron hasta el pleno cuál iba a ser el sentido de su voto, Unidas Podemos y el resto de socios fueron anunciando, durante el pleno y con cuentagotas, su eventual apoyo a la norma. Aunque todos querían incluir a los perros de caza, han decidido que queden fuera antes de que la ley caiga.