El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha mostrado su apoyo a la orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente de Rusia, Vladímir Putin. Le acusan, junto a María Lvova-Belova, de crimen de guerra por la deportación forzada de niños ucranianos desde zonas capturadas durante la guerra de Ucrania a territorio ruso.
"Ningún crimen debe quedar impune, ningún crimen quedará impune", ha incidido el también secretario general de PSOE durante su intervención en el Comité Federal del partido, celebrado este sábado en Madrid.
Sánchez ha lamentado que la guerra en Ucrania "es doblemente criminal". "Primero, por sus objetivos, que son los de aplastar la libertad y la soberanía de un país como Ucrania, pero también lo son por sus métodos", como acaba de proclamar el propio tribunal de La Haya, ha afirmado, remarcando la solidaridad de España con el pueblo de Ucrania.
Pedro Sánchez también ha aprovechado el acto para atacar al PP de Alberto Núñez Feijóo. Se ha dirigido al partido de la oposición a raíz de la abstención que los populares firmarán el próximo martes en la moción de censura presentada por Vox. El presidente ha acusado a los conservadores de "acercarse" al partido de Santiago Abascal desde que el actual presidente de la formación llegó a la sede de Génova.
"Pablo Casado marcó una distancia nítida con la ultraderecha", ha dicho Sánchez, recordando que en la anterior moción, la de 2020, también presentada por Vox, el anterior líder del PP votó en contra. Pero ahora "las relaciones entre la derecha y la ultraderecha no son las mismas", ha comentado.
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No lo ha dicho sólo por ese paso del no a la abstención, sino también por la posibilidad de hacer gobiernos de coalición entre ambos partidos "ahí donde sumen", recordando el actual Ejecutivo bicolor en Castilla y León. "Hemos pasado de la colisión en tiempos de Casado a la colusión", ha añadido.
Sánchez ha pronunciado este sábado el discurso inaugural del último Comité Federal del PSOE antes de las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo. Aunque ha sacado pecho de los logros de su Ejecutivo como la mejor presentación electoral, el presidente se ha querido centrar en meter en el mismo saco a los dos principales partidos de la derecha.
El presidente ha alejado la petición de adelantar las elecciones generales. Cabe recordar que la convocatoria de elecciones anticipadas es el principal objetivo de Ramón Tamames, a quién ha calificado de "candidato interpuesto", en caso de que ganase la moción del martes.
"¿Por qué tienen esa desesperación en poner fin a la legislatura? ¿Qué está sucediendo tan terrible?", se ha preguntado. Y él mismo ha encontrado la respuesta: "Están atacados porque hay un gobierno para la mayoría que no se inclina ante los poderosos".
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"No les gusta que haya un gobierno progresista. Lo que no les gusta son las políticas que pone en marcha este gobierno progresista", ha añadido.
Entre esas medidas, Sánchez se ha mostrado especialmente orgulloso de la reforma de las pensiones, cuya segunda parte se ha cerrado esta misma semana. La reforma destopará las bases de cotización máximas a partir de 2024 hasta 2050. Las críticas que ha recibido por parte de la derecha también han servido de munición a Sánchez para devolver el ataque.
"Para la derecha, las pensiones dignas es un lujo insostenible. Para nosotros, un derecho irrenunciable", ha argumentado Sánchez. "Por eso no solamente estamos desmontando la contrarreforma del PP, sino que con la mano de Bruselas y el apoyo de los sindicatos hemos culminado la reconstrucción del Pacto de Toledo", ha dicho.
"Lo lógico sería que esta derecha apoyara una reforma trabajada con Bruselas y alineada con el Pacto de Toledo", ha añadido, pero ha acusado a la derecha de "quedarse sola" y actuar "con el paso que le ha marcado la patronal".
Como ya suele ser habitual en este tipo de eventos, hay algunas ausencias que se han hecho notar por su relevancia. El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y el de Aragón, Javier Lamán, han dado plantón a Pedro Sánchez y no se han desplazado hasta Madrid.
Tampoco lo han hecho el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y la balear Francina Armengol. Ello a pesar de que su presencia estaba programada y que en el acto de este sábado quedarán ratificados como candidatos autonómicos.