Falta poco más de un mes para que se celebren las elecciones autonómicas y municipales del próximo 28-M y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, sigue sin acudir a los actos a los que asiste Pedro Sánchez. Cuando el presidente del Gobierno se desplace este viernes a Toledo, el barón socialista se encontrará a 1.300 kilómetros de distancia, en Bruselas.
Sánchez viajará hasta la ciudad castellanomanchega para arropar a Milagros Tolón, que opta a la reelección como alcaldesa de Toledo. Es habitual en este tipo de actos de precampaña que el presidente aparezca acompañado por los líderes territoriales, pero no ocurrirá así el viernes.
Aunque Page no ha sido el único barón crítico con algunas de las medidas polémicas del Gobierno, como la rebaja del delito de malversación y la supresión del de sedición, sigue siendo el único del partido que le sigue dando plantón a Sánchez. En esta ocasión, se reunirá en la capital belga con la comisaria de Cohesión y Reformas de la Unión Europea, Elisa Ferreira, y el viaje durará de viernes a sábado.
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Desde el entorno del presidente autonómico aseguran a este diario que la reunión con Ferreira estaba programada con mucha antelación —aunque se anunció el pasado viernes, día 14— y que las citas con los representantes de la Unión Europea son muy rígidas y no se pueden cambiar.
Aseguran las fuentes que Page no tiene ningún inconveniente en coincidir con Pedro Sánchez, pero critican que no se les tiene en cuenta a la hora de organizar los actos de partido. Aseguran que las fechas vienen impuestas desde la sede nacional en Ferraz y que eso dificulta cuadrar las dos agendas.
Sin embargo, el plantón que sucederá el viernes recuerda a cuando el pasado 3 de abril, hace apenas dos semanas, Page tampoco acudió al mitin en el que Sánchez respaldó al alcalde de Albacete, Emilio Sáez. Aunque ambos dirigentes sí se vieron horas antes en una visita a una empresa, el castellanomanchego finalmente no acudió al acto electoral.
Su ausencia, que también fue justificada por cuestiones de agenda, evitó a Page tener que hablar en el acto. Sánchez y él habrían tenido que elogiarse mutuamente, algo que habría sido incómodo dados los antecedentes. El presidente del Gobierno no hizo ningún tipo de referencia al líder autonómico en todo su discurso.
A estos dos plantones hay que sumar otros, como cuando Page no acudió al último Comité Federal del PSOE o cuando tampoco asistió a la Internacional Socialista que proclamó a Sánchez presidente de la misma. En ambos casos, el presidente del Gobierno estuvo arropado por casi todos sus barones territoriales. Menos Page, que tenía agenda propia.
El perfil propio
La estrategia política detrás de las ausencias de Page, así como sus críticas directas a la labor del Ejecutivo, responde al intento del castellanomanchego de marcar un perfil propio de cara al 28-M. Entiende que las políticas de Pedro Sánchez pueden ser difíciles de explicar en algunos territorios y que no puede secundarlas.
Algo que fuentes de la dirección del PSOE dicen comprender. Aunque gran parte de la campaña se está basando y se basará en sacar pecho ante los logros del Ejecutivo central, entienden que hay cuestiones en las que los candidatos quieren marcan su propia línea. Como ejemplo sirve el plan fiscal de Juan Lobato, candidato de Madrid, que contradice las líneas del Gobierno.
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Pero aunque muchos barones han seguido esa estrategia, todos menos Page han acabado antes o después haciéndose la foto con Sánchez. El presidente de Aragón, Javier Lambán, que llegó a decir que al PSOE le habría ido mejor sin Sánchez, acabó reconciliándose con el presidente el pasado mes de febrero en un acto idéntico al de Toledo o Albacete.
Sin embargo, Page mantiene el pulso. La semana pasada llegó a decir que se distanciaba de la "desquiciada" política nacional y que él era "totalmente autónomo". "Yo no tengo jefe", llegó a apuntalar, en una clara referencia al presidente del Gobierno.