El nuevo embajador ruso, Yuri Klimenko, ha presentado sus cartas credenciales ante el rey Felipe VI este jueves, iniciando así de forma oficial su labor como representante de Rusia en España, según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores en un mensaje en Twitter.
El Gobierno español y la Casa Real han procurado dar la menor visibilidad posible a esta toma de posesión efectiva del cargo de embajador en España, dadas las especiales circunstancias por las que atraviesan las relaciones entre los dos países tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania hace casi 14 meses.
Así, el acto no estaba anunciado en la agenda oficial de Felipe VI, no se ha desarrollado bajo la secular tradición de entrega de cartas credenciales, se ha celebrado en el Palacio de la Zarzuela en lugar de en el Palacio Real de Madrid, y no se han difundido imágenes del encuentro entre el rey de España y el máximo representante del Estado ruso en nuestro país.
La única información que se ha aportado al respecto desde el Ejecutivo es un mensaje en Twitter, sin imágenes, en la cuenta del Ministerio de Asuntos Exteriores. Tampoco la cuenta de la embajada en Rusia ha aportado información adicional.
Klimenko sí ha lanzado un mensaje en redes unas horas después, señalando que seguirá "trabajando para el fortalecimiento de la amistad entre los pueblos ruso y español".
El encuentro con el representante ruso se ha hecho coincidir el mismo día en el que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha recibido al embajador ucraniano en España, Serhii Pohoreltsev. "España está con el pueblo y Gobierno de Ucrania en su defensa de la paz, libertad, soberanía e integridad territorial", señalaba el mensaje de Exteriores.
El Gobierno español, en línea con sus socios europeos, procedió a la expulsión de una parte del personal de la Embajada rusa en Madrid a raíz de la invasión de Ucrania pero en todo momento ha defendido no hacer lo propio con el embajador, con vistas a poder mantener al jefe de misión de la Embajada española en Moscú, Marcos Gómez, en su puesto y tener así una línea de interlocución directa.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, nombró al diplomático Klimenko, de 63 años, el pasado mes de noviembre. El nuevo embajador llegó a España en diciembre y presentó ante Exteriores sus copias de estilo, paso previo a la presentación de las cartas credenciales ante el rey. Su cargo se hace oficial este jueves con la ceremonia ante el rey.
El nuevo jefe de la misión diplomática rusa fue cónsul general de Rusia en Barcelona y consejero de la Embajada rusa en España. De esa manera, Klimenko sustituye a Yuri Korchaguin, quien encabezó la legación diplomática rusa en Madrid en los últimos diez años.
Una ceremonia secular
La presentación de cartas credenciales ante el rey suele tener lugar siempre en el Palacio Real y conlleva un ceremonial, que data del siglo XVI. En él, se congrega a representantes de varios países que se acreditan ante el rey en ceremonias consecutivas en la misma mañana.
Tradicionalmente, los nuevos embajadores se desplazan al Palacio Real desde la sede del Ministerio de Exteriores en el Palacio de Santa Cruz en un coche de época y escoltados por el Escuadrón de la Guardia Real a caballo y la Escuadra de Batidores de la Policía Municipal. A su llegada, suena el himno de su país y una vez cumplido el trámite de la entrega del documento acreditativo mantienen un breve encuentro con el rey.
Este año solo ha habido un acto de este tipo el pasado 23 de enero, cuando cumplieron con esta exigencia siete embajadores --Sudán, Eslovaquia, Omán, República Democrática del Congo, Colombia, Honduras y Japón--.
Se da la circunstancia de que al igual que el embajador ruso, en los últimos meses han llegado a España la nueva embajadora de Venezuela, Coromoto Godoy, así como el embajador de Nicaragua, Maurizio Gelli, quienes aún no han presentado sus cartas credenciales a Felipe VI.