Podemos redobla el pulso contra el alquiler turístico. A menos de 72 horas de que el Congreso de los Diputados apruebe definitivamente la Ley de Vivienda, la formación morada ha propuesto limitar al 2% las plazas turísticas que pueden ofrecerse en una zona tensionada. Es decir, que en un área con 10.000 habitantes no se podrían ofrecer más de 200 pisos.
El partido liderado por Ione Belarra presentará este lunes una enmienda transaccional como última petición al PSOE, ERC y EH Bildu, cuya ley ya desató las críticas del sector inmobiliario y de los fondos de inversión volcados en el negocio de la vivienda. La propia ministra de Derechos ya pidió este domingo "aprovechar los últimos días" antes de la aprobación de la ley para incluir la regulación de los pisos turísticos.
La enmienda, estudiada y redactada a contrarreloj durante los últimos días, también reclama reforzar las inspecciones para garantizar que todas las viviendas de uso turístico tienen la correspondiente autorización previa y para velar por la convivencia. Sólo en Madrid, por ejemplo, se considera que hay más de 15.000 pisos turísticos ilegales.
Los morados recuerdan que el acuerdo de coalición, en su apartado 2.9.6., establece el compromiso de limitar el alquiler turístico, como también lo reclama el programa marco del PSOE para las elecciones municipales. Sin embargo, este mismo debate ya lo tuvieron con los socialistas durante los últimos meses de negociación, con Podemos reclamando que esta forma de arrendamiento debía tener un carácter residual en las zonas tensionadas, que son precisamente las más demandadas por los turistas.
Con esta última revisión de la norma, Podemos toma el testigo de declaraciones como las de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehart), que en los últimos días reclamaron regular el alquiler turístico a través de la Ley de Vivienda "para garantizar su efectividad". Con esta nueva enmienda, los morados buscan que "los fondos buitre y grandes tenedores retiren inmuebles del mercado residencial y los destinen al arrendamiento vacacional".
"Se trata de evitar que los grandes propietarios utilicen cualquier subterfugio para evitar la regulación de los alquileres. Tenemos que garantizar que la primera ley de vivienda de nuestra democracia se cumple hasta la última coma", concluyen fuentes de Podemos.
Si todo sigue según lo esperado, la Ley de Vivienda será aprobada este jueves con el apoyo del bloque de investidura. Para contar con el apoyo de las formaciones independentistas, el Gobierno cerró el largamente negociado tope a la subida de alquileres, desahucios a personas en una situación económica vulnerable y la ampliación de zonas tensionadas. Básicamente, lo que permitirá la nueva norma será que las comunidades autónomas definan estas áreas para, allí, establecer limitaciones en los precios.
Para que una zona sea considerada tensionada tendrá que cumplir al menos uno de los siguientes requisitos: que la carga media del coste del alquiler junto a los suministros básicos supere el 30% de la renta media de los hogares, o bien que el precio de compra o de alquiler de vivienda haya aumentado al menos tres puntos más que el IPC en los cinco años anteriores.